Marin Katusa / Safehaven
28/01/2012
La posición oficial de Estados Unidos y la Unión Europea es que Teherán debe ser castigada por perseverar en su afán de desarrollar armamento nuclear. El castigo: sanciones contra las exportaciones de petróleo iraní, que pretenden aislar a Irán y hacer bajar el valor de su moneda hasta el punto en que el país se desmorone. Pero esa posición carece de sentido y las sanciones no lograrán su objetivo. Irán dista mucho de estar aislada y sus amigos, como la India, apoyarán al país productor de petróleo hasta que Estados Unidos, o bien se retire, o bien reconozca el verdadero asunto que se avecina. Ese asunto no es otro que el dólar estadounidense y su papel como moneda de reserva mundial.
La versión abreviada de la historia es que en la década de 1970 un acuerdo consolidó al dólar estadounidense como moneda única para comprar y vender crudo, y de ese monopolio sobre el importantísimo comercio petrolífero el dólar estadounidense se convirtió, lenta pero firmemente, en la moneda de reserva para el comercio mundial de la mayor parte de bienes y servicios.
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