Bryan Serrano
17
de diciembre del 2015
Desde
que el conflicto explotó como una bomba en marzo del año 2011, la guerra interna
en Siria se ha recrudecido a niveles holocaústicos volviéndose más compleja debido
a la concurrencia directa de potencias regionales y mundiales con importancia estratégica en la región. Turquía, EEUU,
Arabia Saudita, por un lado; Irán, Rusia e Irak por el otro.
La
internacionalización de la guerra le ha dado otro matiz. No basta con seguir
los acontecimientos al interior de Siria. Para comprender los intereses y el
curso del conflicto es necesario vincular su desarrollo con otras crisis en el
medio oriente de reciente aparición[1]
.
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