Adán Salgado Andrade
Hace poco, presencié un estupendo documental español llamado “Comprar, tirar, comprar”, producido en el 2010. Comienza el documento fílmico con un hombre que llega a su casa, prende su computadora, y se dispone a imprimir su trabajo, pero a la tercera copia, aparece en la pantalla un mensaje avisando que la impresora presenta un problema en sus partes internas, no puede seguir funcionando, y se debe de recurrir al servicio técnico para su reparación. Eso es algo con que muchos de nosotros nos enfrentamos frecuentemente. En el documental, el hombre acude a varios centros de ventas y servicio y en todos le sugieren que le sale más barato comprar una nueva impresora, a que reparar la vieja.
Hace poco, presencié un estupendo documental español llamado “Comprar, tirar, comprar”, producido en el 2010. Comienza el documento fílmico con un hombre que llega a su casa, prende su computadora, y se dispone a imprimir su trabajo, pero a la tercera copia, aparece en la pantalla un mensaje avisando que la impresora presenta un problema en sus partes internas, no puede seguir funcionando, y se debe de recurrir al servicio técnico para su reparación. Eso es algo con que muchos de nosotros nos enfrentamos frecuentemente. En el documental, el hombre acude a varios centros de ventas y servicio y en todos le sugieren que le sale más barato comprar una nueva impresora, a que reparar la vieja.