Marco Antonio Moreno
Si Usted es de los lectores que aún no detecta el origen de las actuales tensiones financieras, lo invito a leer este post de mayo del año pasado cuando comenzaron los sendos ataques a la moneda europea. Los 600 billones de dólares en derivados financieros señalados en aquel post (millones de millones), son los que tienen a la economía en proceso de estrangulamiento y con una creciente presión a los países de la periferia (entiéndase Grecia, Irlanda y Portugal) y con amenazas cada vez mayores hacia España e Italia.
Para que se tome una dimensión del problema, esos 600 billones de dólares equivalen a una decena de veces el total del PIB mundial, o a más de 40 veces el PIB de Estados Unidos. ¿Entiende ahora el nerviosismo del presidente Obama y de Tim Geithner, para que Europa agilice las inyecciones al sistema financiero y recapitalice la banca europea? Es porque Estados Unidos es el país más expuesto a la reacción en cadena que generaría el impago griego dado que se propagaría como un reguero de pólvora por la banca francesa y alemana reventando al otro lado del Atlántico en los principales bancos de Estados Unidos.