Vicenç
Navarro /2/07/2012
Durante la Edad Media hubo un
dogma religioso que creía que la tierra era el centro del universo, dogma que
se repitió y reprodujo a base de reprimir la evidencia científica que lo
cuestionaba, mostrando la invalidez e insostenibilidad de los pilares
conceptuales que lo sustentaban. Toda una batería de clérigos y sacerdotes –los
intelectuales de aquel tiempo- promovían tal dogma, detrás del cual estaba la
Iglesia Católica, que consideraba que la Iglesia era el centro ideológico y
político de la Tierra, la cual era, a su vez, el centro del Universo. El tiempo
fue mostrando que los críticos llevaban razón, aunque la Iglesia, todavía hoy,
no ha pedido perdón a Galileo, el mayor pensador crítico de aquel dogma, que
fue brutalmente reprimido por atreverse a cuestionarlo.
LEER MÁS...