Carlos Alonso Bedoya /28/10/2012
El éxito de la política
monetaria peruana (la de las metas de inflación, la que permite acumular
reservas internacionales nunca antes vistas, y la que hace flotar –hasta lo que
puede- al dólar), es al mismo tiempo el fracaso de los bolsillos de los peruanos.
Sirve para que los tecnócratas peruanos saquen pecho y al mismo tiempo para que médicos, enfermeras, profesores, Policías, y un largo etcétera de trabajadores luchen por salarios dignos. Ese tipo de políticas son las que explican el “conflicto social del crecimiento” mientras dura el ciclo de bonanza sin reparto.