Javier J Navarro / 23 de enero de 2012
Edward Mueller fue un falsificador de dólares que tuvo al Servicio Secreto americano diez años completamente perplejo, entre 1938 y 1948. Además, probablemente haya sido el falsificador de dinero que haya asado más tiempo sin ser descubierto. Todo empezó en Nueva York, donde Edward Mueller (cuyo nombre original era Emerich Juettner) se mudó a los 13 años tras abandonar su Austria natal.
Edward Mueller había tenido varios trabajos, en 1937 al enviudar decidió dejar de ser supervisor de apartamentos y tomar una nueva actividad. Recogía cosas usadas y las vendía, acumulando muchas en su pequeño apartamento cerca de Broadway con la 96 donde vivía con su perro, un terrier mestizo. Pero como el negocio era excesivamente precario, Edward Mueller decidió probar otro tipo de negocio, fabricar su propio dinero.