Este artículo señala la manera como se diseñó la
estructura de gobierno del euro tuvo como objetivo asegurar el poder del
capital financiero a costa del bienestar de las clases populares de los países
miembros de la Eurozona, posibilitando un ataque frontal a la Europa Social.
Todos los datos, muestran que
las políticas de austeridad, que promueven recortes del gasto público
(incluyendo el gasto público social) y la reducción de los salarios –la llamada
devaluación doméstica- han sido un fracaso, y han creado un enorme daño a la
mayoría de las clases populares.