Miércoles 16 de enero
El desempleo es una crisis global, según el prestamista en el sector privado del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (CFI), que estudia formas de que sus inversiones en países en desarrollo puedan ayudar a crear más empleo.
"Como la principal institución de desarrollo del mundo centrada en el sector privado, creemos que la creación de empleo ofrece la vía más segura de salir de la pobreza", dijo Jin-Yong Cai, vicepresidente de la CFI. "Promocionarlo en países en desarrollo es una gran prioridad para nosotros".
El Banco Mundial ha estimado que unos 200 millones de personas en todo el mundo están desempleadas, y que para 2020 deben crearse 600 millones de puestos en los países en desarrollo para mantener el ritmo de crecimiento de la población.
La Organización Internacional del Trabajo advirtió en septiembre de que es probable que el desempleo entre los jóvenes crezca en todo el mundo, conforme el lento crecimiento de la eurozona y la débil recuperación económica de EEUU golpee a las economías emergentes.
Durante años, instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se centraron en impulsar el crecimiento económico como una forma de estimular el empleo, pero a lo largo de los años las pruebas han señalado que la respuesta está en el sector privado, que supone nueve de cada diez puestos de trabajo.
Un nuevo estudio sobre empleo de la CFI publicado el lunes, que estudia las experiencias de más de 45.000 empresas en unos 100 países de Asia, África y Oriente Próximo, determinó que los mayores obstáculos para las empresas y sus intentos de generar más empleo son la infraestructura débil, una falta de financiación para medianas y pequeñas empresas, una formación pobre y entornos de débil inversión.
También halló que las pequeñas y medianas empresas generan la mayoría de los empleos pero son menos productivas y pagan menos, además de ofrecer menos formación que las firmas grandes. La mayor cantidad de puestos se crea en las cadenas de suministro de las compañías y en sus redes de distribución, según el estudio.
Las empresas que trabajan en África señalaron a desabastecimiento de energía como su principal limitación, y el informe señaló que ofrecer un suministro eléctrico fiable podría impulsar el crecimiento anual de empleo en al menos un cuatro por ciento.
Además, el estudio recoge que 45 millones de personas entran cada año en la fuerza de trabajo, aunque más de un tercio de las empresas estudiadas tienen problemas para encontrar gente con las capacidades que necesitan.
Una conferencia de dos días organizada esta semana por la CFI en Washington, con 300 participantes registrados, espera arrojar algo de luz sobre lo que pueden hacer las instituciones financieras y de desarrollo globales para generar más empleo.
Nigel Twose, director del Departamento de Impacto de Desarrollo de la CFI, dijo que es importante que se ponga más énfasis en las inversiones de la corporación "para asegurarnos de que estamos haciendo las preguntas adecuadas y después dar con una estrategia más centrada en el empleo".
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