La polémica suscitada por Barack Obama con al tasa Buffett no cesa. Los republicanos rechazado con fuerza lo que consideran un acicate para la "guerra de clases" y han mostrado su oposición frontal. Sin embargo, en opinión del Nobel de Economía esto está muy lejos de la realidad y justifica una acción de este tipo con el cumplimiento del contrato social, que define los derechos y deberes de los ciudadanos.
Este lunes, el presidente de EEUU anunció un nuevo paquete de medidas para equilibrar las cuentas del Estado que incluye la creación de nuevos de impuestos que afectarán a las grandes fortunas estadounidenses. Con esta iniciativa se podrían recaudar 1,5 billones de dólares, según los cálculos del Washington.
Las quejas desde las filas republicanas han sido numerosas, pero Paul Krugman recupera y rebate en su columna en el New York Times fundamentalmente dos: la que se refiere a la evolución de los impuestos que las grandes fortunas ya pagan y la que menciona el derecho a disfrutar de lo que se ha ganado.
A más ingresos, más impuestos
Sobre la primera cuestión, el economista aporta varios datos para demostrar que, si bien es cierto que los tributos a los ricos se han elevado en los últimos años, sus ingresos han aumentado en una proporción mucho mayor que en el caso de la clase media.
Según los datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso, entre 1979 y 2005 los ingresos medios reales de las familias estadounideses se elevaron en torno al 21%, mientras que los ingresos de los cien ciudadanos más acaudalados repuntaron en un 480%, desde los 4 millones de dólares a 24 millones de dólares.
"Es obvio. Los ricos pagan más impuestos porque son mucho más ricos de lo que eran. Mientras que las ganancias de la clase media apenas crecen, las de los más adinerados se multiplican por seis. ¿Cómo puede no subir la proporción de impuestos de los ricos?", se pregunta Krugman.
El mérito, mejor compartido
En cuanto a la segunda cuestión, el Nobel argumenta que "se olvida del hecho de que todos vivimos y nos beneficiamos de formar parte de una sociedad". En este punto, cita a Elizabeth Warren, candidata demócrata al senado en Massachusetts y antigua supervisora del TARP, quien recientemente hizo unas tajantes declaraciones en las que señalaba que "no hay nadie en este país que se haya hecho rico por sí solo. Nadie".
Según explicó Warren, aquellos que se han labrado grandes fortunas lo han hecho gracias a la ayuda de otros -empleados, clientes, el Estado...- y gracias también al "contrato social", que proporciona el entorno legal, civil y social que permite funcionar al capitalismo y prosperar a los ciudadanos.
El pacto social establece la premisa de que todos los miembros de una sociedad están de acuerdo por voluntad propia con las leyes y normas morales que regulan sus relaciones.
Enmendar errores
En este sentido, Krugman reconoce que parte de culpa de la enorme brecha de riqueza del país tiene que ver con las políticas que ha venido tomando el Gobierno, que "constantemente ha favorecido a los ricos en detrimento de la clase media", por ejemplo, gravando con más intensidad el trabajo que los dividendos.
Por eso Krugman defiende la llamada 'tasa Buffett' como un vehículo con el que enmendar esos errores y llevar a cabo un reparto más equitativo de la riqueza. Según explica, los republicanos insisten en la amenaza que representa el déficit al tiempo que insisten en rechazar que los ricos sean llamados a representar ningún papel para reducir dicha amenaza.
Y concluye: "Esto equivale a la demanda de un número reducido de personas afortunadas para ser excluidas del contrato social que se aplica al resto. Y esto es lo que parece verdaderamente una lucha de clases".
elEconomista.es
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