jueves, 17 de mayo de 2012

Solo hay tres salidas para Grecia: Dos llevan al desastre y la otra al ''nuevo dracma'

José Jiménez /15/05/2012 

Grecia está a punto de claudicar definitivamente tras los resultados de las últimas elecciones generales que han dibujado un sudoku descomunal en el que ningún partido es capaz de poner orden. Los inversores descuentan que este puzzle se resolverá de manera violenta, pero no es lo mismo un camino que otro. En un reciente informe, los analistas de Citi solo ven tres caminos por donde los griegos pueden caminar. Dos conducen al desastre y el tercero, a una salida del euro minimizando los daños. El 'nuevo dracma' parece cosa hecha.
Lo más inmediato en el horizonte es la convocatoria de nuevas elecciones, en caso de que los partidos con apoyo mayoritario en los pasados comicios no puedan sacar adelante un gobierno. La fecha de estos nuevos comicios sería previsiblemente el próximo 17 de junio. Pero poco importa lo que pueda suceder incluso en este caso. Los economistas del banco estadounidense dudan mucho de que Grecia pueda salir a flote, aún cuando de esas nuevas elecciones salga una coalición estable. El problema es que en ningún caso podría cumplir con sus objetivos fiscales. Por eso, solo hay tres escenarios posibles.

1.- La lenta agonía: La primera de las opciones que se le presentan a Grecia es seguir recibiendo financiación por parte de la UE, a pesar de los continuos incumplimientos en materia fiscal.

2.- La salida ordenada del euro: Otra alternativa pasaría por que la UE empezara a negar a Grecia importantes concesiones sobre los objetivos del programa de ajuste ya acordados. En este caso, la solución pasaría por una salida del euro que, en opinión de los analistas estadounidenses, debería ir acompañada por unas medidas de política económica lo suficientemente enérgicas como para evitar el contagio a otros países.

3.- El caos en toda Europa: El tercer de los escenarios posibles es una salida del euro pero sin que se tomen medidas para evitar el contagio. Esto cristalizaría en la ruptura de la zona euro y en el abandono igualmente de otros estados periféricos, según explican en Citi.

Tal y como reconocen los expertos, la opción más probable es el segundo camino, que otorga a Grecia una probabilidad de abandono del euro de entre el 50% y el 75% en los próximos 18 meses. Pero los analistas tampoco las tienen todas consigo. "No podemos asumir cual de estas vías será enteramente la más racional" porque en última instancia hay que estudiar los costes y los beneficios que tendría el abandono de la zona euro por parte de Grecia.

Los costes directos no son muchos para el resto de la Eurozona, según consideran en Citi, aparte del perjuicio a los vecinos directos de Grecia por motivos comerciales. Esto es así porque la exposición financiera del sector privado se ha reducido notablemente a medida que ha incrementado la exposición del sector público (BCE, FMI y otros gobiernos de la zona euro).

Lo peor son los costes indirectos, es decir, los derivados del contagio al resto de la periferia europea, a países como España, Italia, Irlanda o Portugal. Este factor podría conducir a "una gran crisis sistémica" en la zona euro, al 'default' de un número determinado de instituciones financieras y, eventualmente, a la ruptura de la zona euro. Hace falta hilar muy fino con la política monetaria y con las medidas anti-contagio para evitar el caos. Por supuesto, también hay costes derivamos de seguir manteniendo a Grecia en la zona euro (primera opción), sobre todo ahora que la austeridad fiscal manda en todos los países.

El análisis coste-beneficio que aplican los analistas de Citi les lleva a considerar que la mejor alternativa es la segunda, la salida ordenada, si bien admiten que sería más un caso en el que Grecia caminara sola en vez que "fuera empujada" fuera de la moneda única. También explican los expertos que difícilmente Grecia podría rechazar el memorando de entendimiento (MoU) permaneciendo al mismo tiempo dentro del euro. Este documento, el MoU, se firmó para asegurar que Grecia cumpliría los duros ajustes impuestos por la troika para acceder al último rescate de 130.000 millones de euros.

Entre la segunda y tercera opción, en Citi consideran bastante más improbable esta última, es decir, no contemplan una ruptura de la zona euro. Esto es así porque en el fondo los analistas están esperando una respuesta por parte del BCE y los gobiernos de la zona euro en caso de que Grecia abandone la moneda única.

Coste económico de 276.000 millones

Aunque en informe de Citi no lleva cálculos económicos, la salida de Grecia de la eurozonatendría para el contribuyente europeo un coste de 276.000 millones de euros, en el supuesto además de que no pudiese abonar sus deudas, según cálculos difundidos este fin de semana por el semanario económico germano "Wirtschaftswoche". Esa cantidad equivale a la suma de los créditos bilaterales recibidos de otros países miembros de la Unión Monetaria, los créditos del Fondo Europeo de Estabilización Financiera, la parte europea de los créditos delFondo Monetario Internacional y las pérdidas del Banco Central Europeo, informa Efe.

En el caso tan solo de Alemania, los contribuyentes germanos perderían 77.000 millones de euros como consecuencia del abandono de la Unión Monetaria y la moneda única por parte del Estado heleno, que, según los expertos consultados, traería consigo su declaración de quiebra.

Además, Fitch ha advertido de que una hipotética salida desordenada de Grecia de la Eurozona tendría un impacto "de amplio alcance" en las empresas europeas, con posible rebajas de 'ratings' que se concentrarían principalmente en España, Portugal e Italia. Al igual que en Citi, en esta firma temen los efectos incontrolados y creen que la salida controlada de Grecia sería bastante menos grave. "Una salida ordenada, donde las medidas políticas sean eficaces, tendría consecuencias limitadas reducidas a la periferia", apuntan en Fitch.

Bienvenido, 'nuevo dracma

Si al final Grecia termina fuera del euro -caso más probable- tampoco hay que pasar por alto los problemas monetarios. Como mínimo, hará falta una nueva Ley Monetaria que redenomine los contratos en euros al 'nuevo dracma' (devaluación). Esto tiene que ser acompañado de un control de capitales para evitar su fuga (corralito). Teniendo en cuenta la disfuncionalidad de una gran parte de la burocracia griega y la agitación interna, "sería una sorpresa si la aplicación de estas dos medidas se llevara a cabo sin problemas", admiten en Citi.

Grecia se quedará sin dinero previsiblemente a principios de julio, en caso de que los socios comunitarios decidan suspender las ayudas. El EFSF (fondo de estabilidad) ya ha confirmado que Grecia recibirá un pago de 5.200 millones de euros a finales de junio, de los cuales ya se han desembolsado 4.200 millones. El resto está por ver.

Paralelamente, los líderes comunitarios ya tienen en su poder un informe sobre el estado de las finanzas helenas remitido por el presidente interino Lucas Papademos. Según la prensa griega, este documento deja claro, no obstante que los problemas financieros podrían llegar antes, el mes que viene. Así las cosas, quizás los comicios del 17 de junio se conviertan en un referéndum sobre el euro en toda regla. Y con suerte, en la materialización del segundo escenario del que habla Citi, la salida ordenada como mal menor y la llegada del 'nuevo dracma'.


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