miércoles, 9 de enero de 2013

El colapso del neoliberalismo y el futuro de la economía de mercado

Oswaldo de Rivero /8/01/2013

En octubre del 2008, la colosal burbuja financiera especulativa, que era la esencia del capitalismo neoliberal, explosionó como una estrella supernova creando un agujero negro recesivo que succionó la actividad económica global.

Esta crisis del capitalismo financiero neoliberal no ha terminado en una crisis del sistema capitalista porque hoy no existe un solo sistema capitalista sino diferentes capitalismos, de acuerdo a como se han organizado las economías de mercado.


Es por esto, que la crisis no ha afectó severamente a los capitalismos de estado ruso y chino, ni el capitalismo subdesarrollado, de los exportadores de materias primas. 

Menos aún, la crisis ha destruido la economía de mercado, ya que no existe, hasta ahora, ningún instrumento económico que pueda reemplazar el intercambio monetario de bienes y servicios inventado muchos siglos antes de Jesucristo.

El mercado es anterior al capitalismo y por esto no se puede suprimirse fácilmente aplicando, como lo creían los soviéticos, una planificación central que terminó planificando la escasez. Tampoco, se le puede dejar absolutamente libre, sin regulación. La verdad es que el muro de Berlín se derrumbó por falta de mercado y Wall Street colapsó por exceso de mercado.

Y es por esto que hoy está en pleno descrédito la creencia neoliberal de que el mercado tiene una función deus ex-machina que le permite corregirse a sí mismo. Esta fantasía ideológica es hoy invendible porque el mayor desafío que tiene hoy la humanidad es regular una economía de mercado que tiene patrones de consumo urbanos insostenibles. Que expanden las ciudades por el planeta, destruyendo tierras agrícolas, succionando el agua que debería ira producir alimentos y consumiendo cada vez una energía fósil que vomita gases que están recalentando peligrosamente la Tierra. 

Es por este componente ecológico que la crisis actual es más complicada que la de 1929. No solo se trata de austeridad o estímulo, sino que cada vez es más evidente que la capacidad del planeta para sostener la actividad económica de la especie humana es limitada. Esta realidad científica va ser el parámetro para construir una distinta economía de mercado post neoliberal y así evitar que se termine los recursos no renovables y se recaliente aun más el planeta hasta constituir una amenaza a nuestra supervivencia.

En efecto, el 2012 se rompió el récord de emisiones de gases a la atmósfera y si no se aprovecha esta crisis para ir haciendo compatible la economía de mercado con la ecología, será el planeta el que se encargará de hacerlo. Sin duda, ya son visibles las crecientes catástrofes ecológicas que van a obligar a regular la economía de mercado hacia la ecología. Todo lo cual puede ir originando un nuevo “capitalismo green” o tal vez otro sistema económico que nadie puede saber ahora como será.

Para conocer donde va nuestra civilización, necesitamos conocer más ecología que economía. La ciencia económica fue la que dominó una civilización productora de gases efecto invernadero que comenzó hace 200 años y que hoy está ecológicamente agotada. Ahora la ecología comienza a ser la ciencia de una civilización sostenible, todavía lejana, que nos dice que para sobrevivir necesitamos cambiar los patrones de consumo de nuestra civilización con una nueva economía de mercado compatible con la ecología.

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