Laurent Mauidit /20/12/2012
Este jueves, 20 de diciembre
de 2012, el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE)
publica la “Nota de coyuntura” /1.
Crecimiento cero, hundimiento del poder de compra, atonía del consumo. Todo
indica que la economía francesa sigue al borde de la recesión y que el país
paga por ello un tributo social cada vez más pesado. Pero los datos más
alarmantes se refieren a las previsiones sobre el paro: en junio de 2013, la
tasa de paro podría alcanzar el 10,9% (incluyendo los Dom-Tom: Departam entos y
Territorios de Ultramar). Es decir, uno de los niveles más elevados jamás
alcanzado en nuestro país durante el período contemporáneo.
Por lo tanto, este estudio
constituye una alarmante radiografía de una política económica que está
fracasando. Una política económica que no logra enderezar la situación
económica del país y que amenaza incluso con agravarla.
Es cierto que el gobierno ya
preveía que esta “Nota de coyuntura”, que señala las previsiones económicas
posibles para el 1ª trimestre de 2013, sería detestable. Pero la verdad es que
el escenario descrito en la misma es peor de lo previsto.
La primera mala sorpresa tiene
que ver con el crecimiento. Como revela el cuadro que reproducimos/2,
que presenta la síntesis de previsiones del INSEE, Francia está en una
situación de crecimiento cero desde finales del primer trimestre de 2011, con
tasas de actividad que oscilan permanentemente en torno al cero, unas veces
ligeramente por encima otras veces ligeramente por debajo. Y la tendencia va a
seguir estrictamente así en el primer trimestre de 2013, con un crecimiento de
+0,1% en el curso de cada uno de los dos trimestres.
Así pues, el gobierno está
perdiendo su primera apuesta: la del crecimiento. Para 2012, había planteado su
política económica basada en la hipótesis un crecimiento del 0,3%. Una cifra ya
muy baja que, sin embargo, no llegará a alcanzarse. Según el INSEEE, el
crecimiento para el conjunto del año no debería superar el 0,1%.
Para el año 2013, las
perspectivas también son malas. El escenario del INSEE conduce a que “la
previsión de crecimiento” no supere el 0,1% a finales del mes de junio. Ahora
bien, el gobierno ha elaborado los presupuestos de 2013 sobre la hipótesis de
un crecimiento del 0,8%. Para que se llegara a alcanzar este objetivo, sería
preciso que el crecimiento se acelerara brutalmente y alcanzara cifras del
orden del 0,8% en el tercer trimestre y del 1,2% en el cuarto trimestre. Lo que
resulta totalmente impensable.
Hundimiento del poder de
compra
Es sobre este elemento que la
previsión sión del INSEE constituye, de forma indirecta, una doble requisitoria
de la política económica del gobierno. Una requisitoria porque las cifras del
Instituto establecen que el horizonte económico no mejora nada e incluso que,
en muchos aspectos, se degrada, debido a la política de austeridad. ¡Nada más
lógico! Imponer un reforzamiento de la austeridad (tanto para la política presupuestaria
como para la política salarial) a un país en estancamiento produce, de hecho,
un resultado que no tiene nada sorprendente: la situación va de mal en peor.
Por ello, el gobierno corre el
riesgo de convertirse en la víctima de su propia política. Si el crecimiento se
estanca aún más de lo previsto, los ingresos fiscales van a reducirse más y no
se podrán alcanzar los anunciados objetivos de reducción del déficit público
(por debajo del 3% del PIB para 2013) y de la deuda pública. Así pues, será
preciso un nuevo plan de austeridad. Se trata de una espiral sin fin: cada vez
más austeridad para alcanzar el objetivo de reducción de los déficits que,
debido a ella, se volverán ¡cada vez más… inalcanzable!
En este escenario
catastrófico, como no podía ser de otro modo, es la demanda interna la que se
muestra completamente deprimida. En efecto, el INSEE revela que el poder de
compra de las familias registra una de sus caídas más espectaculares de estos
últimos años.
Para medir bien la gravedad de
las cifras del , es preciso descifradas. Según el cuadro sintético del INSEE
consultado anteriormente, la tendencia es mala, pero no dramática. Con una
caida del 0 ,2% en 2012, el poder de compra de la renta bruta disponible de las
familias, que es el indicador más frecuentemente evocado en el debate público,
mostraría una previsión de crecimiento del +0,1% a finales del primer semestre
de 2013. En suma, 18 meses en una pendiente de crecimiento cero del poder de
compra.
Pero, de hecho, la tendencia
es mucho más grave. Esas cifras toman en cuenta la evolución de aspectos
democgráficos que contribuyen a aumentar el número de familias. Ahora bien,
para medir bien el “sentir” de las familias, el INSEE anota otras medidas que
neutralizan esa evolución demográfica. Medidas que son bastante más alarmistas:
según ellas, el poder adquisitivo por unidad de consumo acusa una caída no ya
del 0,2% sino del 0,8%. El INSEE también precisa que en 2013 la reducción del
consumo por habitante sería del 0,7% y por familia del 1,2%.
A través de esas cifras se
comprueba que el gobierno socialista ha optado por una estrategia económica muy
particular para atravesar la crisis: lo social es lo que sirve de variable de
ajuste. La reciente decisión de no conceder “una ayudita” al Salario Mínimo
Interprofesional (el SMIC) el 1 de julio acaba de confirmarlo.
El ajuste no es solo salarial.
La principal variable, es la del paro. Es en este frente en el que las perspectivas
del INSEE para los seis próximos meses son dramáticas.
De entrada, el INSEE señala
que durante el año en curso, “a pesar de la ligera recuperación de la
actividad en el tercer trimestre de 2012, el empleo en los sectores mercantiles
no agrícolas ha retrocedido claramente (-42.000)”. Y añade: “Con la
debilidad de la actividad, la situación en el mercado del empleo continuaría
deteriorándose de aquí a mediados de 2013: como media, en el horizonte de esta
previsión se suprimirán 40.000 puestos de trabajo por trimestre”.
Así pues, el incremento del
paro será cada vez mayor. ¡Las cifras son terribles! Tras una subida de 226.000
del número de parados en 2012 (según la Oficina Internacional del Trabajo),
esta tendencia se agudizará el primer semestre de 2013 con 109.000 nuevos
parados.
Despegue histórico del paro
Como pone en evidencia el
cuadro anterior/3, Francia está a punto de batir el récord histórico de
tasa de paro del 11,2% de la población activa que había alcanzado durante el
año 1997. Tras haber alcanzado el punto bajo del 7,7% en el segundo trimestre
de 2008, esa tasa de paro (incluyendo los Dom-Tom) se ha disparado
vertiginosamente hacia arriba. Y según el INSEE, a finales de diciembre de 2012
podría alcanzar el 10,5% para llegar al 10,9% a finales de junio de 2013. Es
decir, muy cerca del siniestro récord de 1997.
¿Qué hace el gobierno para
amortiguar este seísmo social? Nada. Se ha planteado un “choque de
competitividad”/4 en
favor de las empresas, pero ¡no … “un choque social”! Y por más que el gobierno
diga que los 20 millardos de euros aportados a las empresas tendrán
consecuencias beneficiosas para el empleo, no está prohibido imaginar que como
esta medida no va acompañada de ninguna condición, esa fabulosa suma de dinero
sólo vaya a servir para aumentar los dividendos de los accionistas.
Notas:
1/ Nota de coyuntura, versión original completa
(se pueden encontrar en ella los cuadros a los que hace referencia el artículo)
2/ Ver pg 16 ht tp://www.insee.fr/fr/indicateurs/analys_conj/archives/122012_ve.pdf
4/ Choque de competitividad: el primer ministro
Jean Marc Ayrault anunció el martes 6 de noviembre de 2012 una reducción de la
fiscalidad de las empresas del orden de 20 millardos de euros por año (ndt).
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