sábado, 6 de agosto de 2011

Afganistán: El Peor revés de EEUU en la guerra con 31 muertos en derribo de helicóptero


En el medio de la gran crisis que hoy hunde a EEUU

Las fuerzas talibanes derribaron la pasada noche un helicóptero de las fuerzas aliadas. Murieron 31 soldados de EEUU y 7 afganos.

Treinta y un soldados de EEUU y siete afganos murieron anoche en el centro de Afganistán al estrellarse su helicóptero en el transcurso de una operación contra los talibanes, que dijeron haber derribado el aparato.


Este ha sido el más sangriento suceso para las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán desde el inicio en el año 2001 de la invasión del país, donde continúan presentes unos 133.000 soldados de la Alianza Atlántica, la mayoría de EEUU.




El presidente afgano, Hamid Karzai, envió sus condolencias a su homólogo estadounidense, Barack Obama, y también a las familias de las víctimas del suceso.


"El aparato se estrelló por la noche en la provincia de Maidan Wardak y como resultado del siniestro han muerto 31 militares de las fuerzas especiales de EEUU y siete afganos", anunció en un comunicado Karzai


El helicóptero, un Chinook de doble hélice, se estrelló en el distrito de Saydabad, en el marco de una operación contra los talibanes durante la que murieron en total ocho insurgentes, dijo a Efe un portavoz provincial, Shahidulá Shahid.


Un portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, aseguró a la agencia afgana AIP que sus milicias lanzaron un proyectil contra el helicóptero y que mataron "a 38 soldados extranjeros", aunque los talibanes acostumbran a exagerar el alcance de sus acciones.


Por la tarde, la misión de la OTAN en el país (ISAF) seguía sin especificar la causa del suceso ni proporcionar un recuento de víctimas.


"Nuestra información indica que había actividad del enemigo en la zona", precisó en su escueta nota la organización militar, que dijo estar analizando los hechos y precisó que sus fuerzas estaban ocupadas en tareas de recuperación del aparato.


"Los soldados de la OTAN han acordonado el lugar de los hechos y no nos dejan aproximarnos", relató Shahid.


En 2011 se han producido diecisiete casos de derribos, accidentes o aterrizajes forzosos de helicópteros de la OTAN en Afganistán, y los talibanes suelen atribuirse las acciones, aunque es imposible verificarlas de manera independiente.


Hoy mismo, según AIP, la organización militar informó de que otro de sus helicópteros se vio obligado a improvisar un aterrizaje "por problemas técnicos" en la provincia oriental de Khost, sin que se registraran víctimas mortales.





Los más graves sucesos para las tropas de EEUU en Afganistán eran hasta ahora un accidente y un derribo de helicópteros Chinook en 2005 que, con apenas tres meses de diferencia, causaron en total 34 muertos, tres de ellos civiles.


Ese mismo año, en agosto, otros 17 soldados españoles murieron al estrellarse su aparato no lejos de la ciudad de Herat, en el noroeste afgano.


Los soldados extranjeros desplegados en Afganistán iniciaron el mes pasado la retirada y el traspaso de las responsabilidades de las tareas de seguridad a las fuerzas afganas en siete zonas del país, a priori entre las más tranquilas.


Este año han muerto en Afganistán, sin contar los fallecidos por la caída del helicóptero, 342 soldados extranjeros, de acuerdo con datos del portal independiente icasualties.org, y los combates siguen siendo constantes.


Hoy mismo, la Policía afgana informó de las muertes de ocho civiles en un bombardeo de la aviación de la misión de la OTAN en la provincia sureña afgana de Helmand, aunque la organización dijo estar investigando los hechos.


El suceso tuvo lugar el viernes por la noche en el distrito de Nad Ali, a raíz de un ataque sufrido por una patrulla de la OTAN que causó la muerte de un soldado, dijo a Efe el jefe de la Policía distrital, Shadi Khan.


En declaraciones a Efe, un portavoz de la misión de la OTAN, Justin Brockhoff, reconoció el enfrentamiento armado y un posterior bombardeo contra "la posición de los insurgentes".


"Poco después del suceso, las fuerzas de la coalición recibieron información de que varios civiles habían sido tomados como rehenes por los insurgentes, y que podían haber estado presentes durante el bombardeo", agregó Brockhoff.

El desalentador balance de la guerra en afganistán 

El análisis sobre el estado de la Guerra en Afganistán presentado por el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pone de relieve, contrario sensu, las dificultades casi insuperables que se enfrentan en el campo militar. El cauteloso optimismo expresado por la Casa Blanca advierte que los logros, calificados como operativos, son frágiles y reversibles. En ese sentido, se destaca que las posibilidades de éxito son reducidas si Pakistán no contribuye con mayor intensidad a poner fin al santuario para la insurgencia islámica que representa la frontera entre los dos países.
fraudulento y corrupto Gobierno afgano.


La evaluación reconoce también, entre otras cuestiones, los “desafíos desalentadores” como fue la dificultad de reconstruir Afganistán en lo que podría interpretarse como un eufemismo para referirse al



El tono de la revisión presentada es franca y refleja coraje por parte del Presidente Obama por cuanto implica la siempre difícil decisión de toda democracia de poner fin a una guerra. Es también una respuesta política al creciente escepticismo interno y de aliados sobre una situación militar cada vez más impopular como insostenible. De alguna forma la evaluación de la Casa Blanca podría ser considerada como



El cuadro de situación planteado es concordante con la visión Europea que surge de la Cumbre Atlántica en Portugal, donde se anuncio la “reducción responsable” de los 150.000 efectivos de la fuerza internacional de los cuales 100.000 son de Estados Unidos. El proceso se iniciará en el 2011 y concluiría en el 2014. Sin embargo, se señala que la retirada no significa el final de los combates. Ese concepto podría indicar la continuación de la guerra por otros medios y eso podría implicar un nuevo capítulo de la tragedia afgana. El Presidente Obama también fue claro en ese sentido: “No pararemos hasta que derrotemos a los talibanes y a Al Qaeda”.parte del legado del fallecido Embajador Richard Holbrooke al haber reclamado, en su último suspiro, que había que detener la guerra en Afganistán.

El énfasis de la frase del Presidente de Estados Unidos tampoco deja dudas sobre quién es el enemigo e indirectamente que se espera de aliados y amigos. La referencia podría interpretarse, en definitiva, que Washington medirá las relaciones de amistad post Afganistán según el grado de compromiso que se asuma para combatir y erradicar definitivamente el flagelo del terrorismo internacional



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