miércoles, 30 de noviembre de 2011

La rebelión de los estudiantes de Harvard contra la enseñanza neoliberal: Un mensaje al mundo sobre la encrucijada de la Economía

“Una revolución económica ha comenzado, tan esperanzadora como determinante en la historia. Tendremos nuestro choque de paradigmas económicos, llegará nuestro momento de la verdad, y de cada uno vendrá una nueva economía -abierta, integral, en escala humana”
(Manifiesto de los estudiantes de economía en Harvard)

Bryan Serrano
Jueves 24 de noviembre

La primera gran crisis del siglo XXI que hoy amenaza al mundo con una profunda recesión no sólo ha develado la economía de “casino” global –el desmadre capitalista– sobre las que se erigían las estructuras reales de la economía; sino el fracaso de las clásicas recetas económicas monetaristas relacionadas a la manipulación de los tipos de interés, las sobre-inyecciones de liquidez y el apalancamiento financiero para amortiguar la caída. Así ha quedado demostrado luego del estallido de la burbuja sub-prime y el advenimiento de la crisis de deuda soberana en la eurozona. La espiral sin fin de la crisis continúa su marcha, como si al capitalismo financiero ya no le quedaran más balas en la cacerina.

La segunda gran depresión será inevitable para los años venideros según la opinión de muchos macroeconomistas y el fracaso del instrumental empleado por los tecnócratas financieros ha situado a la ciencia económica en una encrucijada decisiva. Por eso también estamos asistiendo a la crisis de los fundamentos de la teoría económica predominante y el dilema mortal en el que se encuentra. Efectivamente, todos se sorprenden de la magnitud de la catástrofe económica en la cuál nos hallamos; pero lo más sorprendente ha sido la incapacidad de la academia y la ciencia económica para prevenirla e implementar las medidas anticrisis correspondientes.

El vídeo de arriba muestra el momento en el que los estudiantes del Curso Economía 10 de la Universidad de Harvard, la mayor élite académica norteamericana, deciden declarase en Huelga  el pasado 2 de noviembre retirándose en acto sin precedente de la cátedra del profesor Gregory Mankiw, autodenominado keynesiano, pero en la practica uno de los principales símbolos y ardientes difusores de la corriente neoliberal, la “escuela” que hoy carga con la responsabilidad principal en la bancarrota y el desempleo mundiales. Esta rebelión académica por pequeña que parezca constituye una clara señal de los grados de desprestigio a los que ha llegado la enseñanza fundamentalista en la economía lanzado un mensaje al mundo: Si los alumnos del profesor Mankiw han tenido las agallas de rebelarse, es posible que los estudiantes de economía de todo el mundo decidan sacudirse también del adoctrinamiento neoliberal del que son objeto desde sus primeros años de estudio.

El profesor Mankiw lleva años dictando la cátedra en Harvard para los estudiantes ingresantes. Su obra clásica, “Principios de Economía”, ha llegado a convertirse en una especie de Santo grial de iniciación en la preparación de la carrera de economista introduciéndose dentro de la bibliografía fundamental de las mallas curriculares. Las premisas del “Mankiw” sobre la economía de libre mercado fueron asimilados por miles de estudiantes al ritmo de la globalización, la hegemonía norteamericana y el final de las ideologías. Así fue surgiendo el llamado fundamentalismo económico; el pensamiento neoliberal hecho teoría, respaldado con supuestos y modelos económicos demostrables matemáticamente pero indemostrables en la realidad, cuyo centro gravitatorio siempre fue el mercado, enajenando a la economía en una “ciencia pura” aislada del hombre y la sociedad como su fin principal. Junto con Mankiw, contribuyeron en la difusión de los dogmas neoliberales por las aulas universitarias, fuertes exponentes como Jefri Sachs. Paul Samuelson (del MIT) y los “celebres” chicago boys; los economistas latinoamericanos que fueron artífices de las reformas económicas y sociales implementadas por regímenes como Pinochet (Chile) y Videla (Argentina) –entre otros– luego de haber sido adiestrados en la Universidad de Chicago bajo la doctrina de Friedman. En Harvard -bastión por excelencia de las ideas conservadoras en los Estados Unidos- el curso de Introducción a la economía es dictado como "Eco-10", una asignatura que se estudia durante los dos primeros semestres de la carrera y constituye las bases teóricas de los futuros profesionales. 

Las premisas del “Mankiw” sobre la economía de libre mercado fueron asimilados por miles de estudiantes al ritmo de la globalización, la hegemonía norteamericana y el final de las ideologías.

Los estudiantes han dado a conocer mediante un Manifiesto a la opinión pública una acusación dirigida a los profesores neoclásicos “de graduar a los futuros economistas en el fraude más gigantesco del mundo” y a través de una carta dirigida al profesor G. Mankiw, han fundamentado las razones de su huelga académica, de forma breve pero muy significativa. He aquí lo que se señala en la carta:

(Campus - 02 de noviembre 2011 02:23 am
“Una carta abierta a Greg Mankiw”

Estimado profesor Mankiw-

El día de hoy, hemos decidido salir de su clase, Economía 10, con el propósito de expresar nuestro descontento con el sesgo inherente a este curso introducción a la economía. Estamos profundamente preocupados por la forma en la cuál esta tendencia afecta a los estudiantes, a la Universidad y nuestra sociedad en general.

Como estudiantes de la Universidad de Harvard, nos enrolamos al curso de Economía 10 con la esperanza de adquirir una base amplia en la introducción de la teoría económica que pueda ayudarnos en nuestra búsqueda intelectual y en diversas disciplinas, que van desde la economía, hasta el Gobierno, las Ciencias Ambientales y Políticas Públicas, y más allá . En cambio, hemos encontrado un curso que adopta una determinada y limitada visión de la economía la cuál creemos que perpetúa los sistemas problemáticos e ineficientes de la desigualdad económica en nuestra sociedad de hoy.

Un estudio académico legítimo de la economía debería incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos a simplificar. A medida que su clase, no incluye las fuentes primarias, y rara vez se cuenta con artículos de revistas académicas, nosotros tenemos muy poco acceso a métodos alternativos en la economía. No existe ninguna justificación para presentar a las teorías económicas de Adam Smith como más fundamental o básica que, por ejemplo, la teoría keynesiana.

El cuidado en la presentación de una perspectiva objetiva sobre la economía es particularmente importante para un curso introductorio de 700 estudiantes el cuál teóricamente proporcionará una base sólida para la continuación de sus estudios en economía. Muchos de los estudiantes de Harvard, no tienen la posibilidad de optar por un curso fuera de Economía 10. Esta clase es hoy necesaria para la Economía y las Ciencias Ambientales y Públicos. La única otra clase elegible, es la clase de Perspectivas Críticas en Economía del profesor Steven Marglin, la cuál sólo es ofrecida cada dos años (y no este año).

Muchos otros estudiantes simplemente desean una comprensión analítica de la economía como parte de una educación de calidad en las artes liberales. Además, el curso introductorio Economía 10, hace que se haga difícil una enseñanza eficaz a los cursos posteriores de economía, ya que ofrece un solo punto de vista muy sesgado en lugar de otorgar una base sólida sobre la cuál otros cursos puedan expandirse. No deberían esperar que los estudiantes lleguen al punto de evitar esta clase –o incluso toda disciplina económica como un método de expresar su descontento.

Los graduados de Harvard, juegan un papel importante en las instituciones financieras y en la conformación de las políticas públicas en todo el mundo. Si falla la Universidad de Harvard para equipar a sus estudiantes en una amplia y crítica comprensión de la economía, sus acciones serán susceptibles de perjudicar al sistema financiero mundial. Los últimos cinco años de crisis económica han sido prueba suficiente de ello.

Hoy estamos saliendo de su clase para unirnos en una marcha de protesta por todo Boston en contra de la mercantilización de la educación superior, como parte del movimiento Ocuppy a nivel mundial. Dado la naturaleza de la sesgada contribución de Economía 10,  que simboliza la creciente desigualdad económica en Estados Unidos, decidimos salir tanto para protestar por la falta de discusión de la teoría económica básica, como para brindar nuestro apoyo a un movimiento que está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica. Profesor Mankiw, le pedimos que se tome en cuenta nuestras inquietudes y nuestro marcha hacia fuera en serio.

Atentamente,

Los estudiantes interesados  de Economía 10)

Este manifiesto ha llamado la atención de algunos profesores universitarios a nivel mundial. Por ejemplo, el profesor Steve Keen, perteneciente a la escuela de Economía y Finanzas de la Universidad de Western Sydney, ha felicitado la iniciativa, diciendo: “Yo les felicito por esta iniciativa…Estoy encantado de que los estudiantes hayan decidido rebelarse en contra de este paradigma y de uno de sus divulgadores clave….Yo hice lo mismo hace cuarenta años contra los defensores del neoclasicismo, en ese entonces algo menos conocido. Probablemente en ese entonces sabía tanto como lo que hoy saben los estudiantes, acerca de la enorme literatura que demuestra cómo la teoría neoclásica es una falacia, y que por supuesto los textos neoclásicos como el “Mankiw” ignoraron por completo.”

La Universidad de Harvard continúa siendo una élite mundial con innegable influencia ideológica en el mundo occidental. Pero la bancarrota de la ciencia económica oficial podría significar también el desplazamiento del Status de dicha Universidad como uno de los principales centros de estudio en los que se apoya la cultura predominante al verse carcomidos sus claustros por el pensamiento unilateral del fundamentalismo. En 2003, según el periódico Harvard Crimson, la universidad ya había sido sacudida por este mismo tipo de “incidentes” al formarse un movimiento de oposición al interior del departamento de economía demandando por un curso de introducción a la economía "más balanceado”, que cubriera un espectro “más amplio” de las perspectivas de estudio. Sin embargo, uno de los acontecimientos más memorables protagonizados por estudiantes de economía tuvo lugar en el año 2000 al interior del doctorado francés de l’École Normale Supérieure, en donde los estudiantes decidieron manifestarse contra la falta de pluralismo y el exceso de formalización en la enseñanza económica sumergiéndose más “en fantasías que realidades” cuál si se tratara de un niño autista, una enfermedad contagiosa que corroía a los jóvenes estudiantes seducidos por el fanatismo liberal extremista. Su petición fue contundente y significativa: "Deseamos escapar de mundos imaginarios”. Así surgió el movimiento post-autista de economía, cuyo manifiesto rápidamente recibió la beligerante solidaridad en los grupos académicos de las más renombrados universidades europeas (entre ellas Cambridge) 

Estos acontecimientos demostraban una realidad sobresaliente: la resistencia contra la enseñanza y la corriente neoliberal durante los últimos años siempre se mantuvo activa, aunque reducida al interior de los claustros universitarios. Probablemente el colapso de la burbuja financiera, la recesión global y el estallido social por el desempleo mundial hayan generado esta vez –a diferencia de las situaciones anteriores- las condiciones maduras y necesarias para que el movimiento académico florezca mejor contra los métodos unilaterales de enseñanza, y se generalice y haga con mayor fuerza al interior de las aulas de economía de los principales centros universitarios. Es por eso que lapequeña rebelión de los estudiantes de Harvard contra Mankiw, en este momento, tiene una significación sin precedente.

No obstante, como se recalca en el manifiesto de Harvard, en las aulas del edificio Littauer sede del departamento de economía, sucede algo insólito; aún subsiste una especie de cátedra paralela al curso de Eco-10 al cuál los estudiantes pueden acceder de forma escaza cada dos años: Es el curso de Análisis Social dirigido por el profesor Stephen A. Marglin; catedrático en Harvard desde los años 60’s. Análisis Social es una asignatura que por su naturaleza se opone a la tendencia principal de Eco-10 y aunque marginada, es un curso alternativo que los estudiantes de primer año pueden elegir. Dada su naturaleza, es algo así como una “piedra en el zapato” y una “luz en medio de la oscuridad” frente al fundamentalismo económico que es predominante. Análisis Social muestra una mirada introductoria de la economía con una base más amplia, y en muchos aspectos es crítica y disidente de los postulados neoclásicos. Según Marglin dicha asignatura puede ser mucho más relevante en el clima académico actual. Marglin dice además que es consciente de la singularidad de su punto de vista “en el contexto de un departamento que parece haberse sometido a la elevación de la "economía dominante" en una "posición bastante hegemónica…Yo no creo que haya nadie que comparta mis puntos de vista".

Por otra parte, el creciente movimiento social estadounidense parece haber irrumpido con fuerza dentro de la intelectualidad universitaria con la reciente aparición de Occupy TheFacts -“Ocupar la realidad”- un movimiento académico surgido también en Harvard que se ha declarado en abierta solidaridad con “Occupy Wall Street” y se ha propuesto entre sus principales tareas recolectar y sistematizar datos, elaborar y divulgar documentos de debate e investigación sobre la realidad económica-social norteamericana para fundamentar teóricamente las reivindicaciones de los indignados. El surgimiento de organizaciones como Ocuppy The Facts es el reflejo del salto cualitativo de las movilizaciones y protestas en Estados Unidos; un indicativo de que los intelectuales están despertando y se están empezando a conectar con el movimiento social. Contra cualquier intento de menospreciar o subestimar la indignación de miles y jóvenes en Estados Unidos contra los grandes magnates financieros que sólo representan el 1% de la población, han salido a la luz datos irrefutables de los niveles históricos a los que ha llegado el desempleo. Una reciente gráfica comparativa publicada por la Bureau of Labor Statics muestra 3 resultados diferentes para la medición de la tasa de desempleo. Las estadísticas oficiales (tasa U3) señalaban la ubicación del desempleo entre el 9% y el 9.1% (en el marco de la creación de 100 mil nuevos empleos anunciados por las políticas fiscales del gobierno de Obama). Sin embargo, la denominada tasa U6, la “verdadera” tasa real que combinaba la tasa de desempleo, el número de trabajadores a tiempo parcial y el número de personas “marginalmente adjuntos” a la mano de obra, acusaron un sorprendente aumento del 16, 2%; un número real de 25,3 millones de personas en situación de desempleo.



La movilización de los estudiantes de Harvard contra la cátedra de Mankiw debería interpretarse como un llamado a todos los estudiantes de economía para que liberen sus mentes de la ortodoxia neoliberal y el nocivo recetario ideológico que contiene. Esto conllevaría a una firme batalla contra aquellos profesores que continúan predicando el fundamentalismo a raja tabla sin un mínimo de tolerancia para con otros puntos de vista. También, es un mensaje al mundo del rechazo a sus “modelos imaginarios” y su urgente reemplazo por nuevos modelos que reflejen verdadera y científicamente la realidad y sean funcionales al análisis económico. Y en última instancia, es desde el luego una afirmación de la capacidad de organizarse para demandar por una mayor calidad académica en la enseñanza.

Mientras tanto, seguimos el espíritu de los estudiantes de Harvard: los viejos “sistemas se desmoronan, sus defectos se ponen cada vez más al descubierto. Una revolución económica ha comenzado, tan esperanzadora como determinante en la historia. Tendremos nuestro choque de paradigmas económicos, llegará nuestro momento de la verdad, y fuera de cada uno vendrá una nueva economía -abierta, integral, en escala humana…en los meses y años que siguen, vamos a iniciar el trabajo de la reprogramación de la máquina del fin del mundo.” (Kick it over Manifesto)

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