21/08/2012
La brecha entre pobres y ricos
está aumentando en muchos países de América Latina, la región más desigual y
urbanizada del planeta, donde un 80% de la población vive en ciudades, más de
un cuarto de ella en tugurios o villas miseria, advirtió este martes la ONU.
Entre 1990 y 2009 la
desigualdad creció en Colombia, Paraguay, Costa Rica, Ecuador, Bolivia,
República Dominicana, Argentina y Guatemala, según un informe de ONU-Habitat,
el Programa de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos.
En la región, considerada
desde los años 1970 como la más desigual del mundo, el 20% de la población más
rica tiene en promedio un ingreso per cápita casi 20 veces superior al ingreso
del 20% más pobre.
"El principal desafío es
cómo combatir las desigualdades tan enormes que existen en las ciudades. Es una
contradicción bien grande del modelo económico de América Latina en
general", dijo Erik Vittrup, experto de ONU-Habitat.
En la región, los países más
desiguales en base a la distribución de la renta son, en este orden, Guatemala,
Honduras, Colombia, Brasil, República Dominicana y Bolivia, mientras los menos
desiguales son Venezuela, Uruguay, Perú y El Salvador.
"La desigualdad de renta
es extremadamente elevada. Hay un déficit considerable de empleo y una abundante
informalidad laboral, que se concentra en los jóvenes y las mujeres",
indica la ONU.
Pese a los progresos logrados
por América Latina y el Caribe en los últimos 10 años, 124 millones de personas
viven en la pobreza en las ciudades, más de la mitad en Brasil (37 millones) y
México (25 millones).
Más de un cuarto de la
población urbana, 111 millones de personas, reside en tugurios o villas
miserias, una cifra mayor que hace 20 años, según la ONU.
El número de ciudades en la
región aumentó seis veces en 50 años. La mitad de la población urbana, unas 222
millones de personas, viven en ciudades con menos de 500.000 habitantes y un
14% (65 millones de personas) reside en megaciudades, señala el informe,
titulado "El estado de las ciudades de América Latina".
El informe destaca con
preocupación que las ciudades latinoamericanas siguen expandiéndose físicamente
pese a la desaceleración demográfica, de una manera que "no es
sostenible".
"Es ridículo seguir
proponiendo modelos urbanos (...) con grandes programas habitacionales en
enormes áreas (alejadas) cuando la ventaja de las ciudades es la concentración
de ciudadanos, infraestructura y servicios. La densidad urbana se va reduciendo
cuando debería ir subiendo. (...) No necesitamos más tierra", dijo Vittrup,
que llamó a los gobiernos a "orientar a los mercados inmobiliarios".
El experto de ONU-Habitat
mencionó el ejemplo de México, donde se construyeron cinco millones de casas en
zonas alejadas que daban a inversores el mejor retorno pero que terminaron
quedando vacías porque nadie quería mudarse allí.
"Es dramático que los
gobiernos hagan viviendas para los pobres que nadie va a utilizar. Estamos
reproduciendo modelos que sabemos que no funcionan", afirmó.
En toda la región, que tiene
una población de 588,6 millones de personas, la tasa de población viviendo en
ciudades llegará a 89% en 2050, estima la ONU. Pero anticipa que Brasil y el
resto del Cono Sur, la zona más urbanizada, llegarán al 90% dentro de tan sólo
ocho años.
El informe destaca que el
crecimiento demográfico y la migración del campo a la ciudad han perdido
fuerza, y que "la evolución demográfica de las ciudades tiende a limitarse
a un crecimiento natural".
"Las migraciones son
ahora más complejas, y ocurren principalmente entre ciudades, a veces a través
de fronteras internacionales", de una ciudad a otra o entre el centro y la
periferia, sostiene.
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