La agencia espacial
estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) informó que el artefacto, del
tamaño de un automóvil pequeño y de una tonelada de peso, mantuvo un curso
perfecto en su viaje de casi nueve meses desde que despegó de la Tierra. El temor habitual al fracaso
de una misión de esta naturaleza superaba en este caso lo habitual: los cortes
en su presupuesto han obligado a la NASA a retirarse de la próxima misión a
Marte, programada para el 2018, por lo que el Curiosity era la última oportunidad
de explorar la superficie marciana para Estados Unidos -y quizás para el mundo-
por los próximos cinco años.
El éxito del
"amartizaje" del Curiosity es también el éxito del Sky-Crane (grúa
espacial), el conjunto de ocho pequeños retrocohetes que se encendieron para
controlar su descenso. Este sistema está diseñado para ubicar robots en Marte
con una precisión mayor a lo que habitualmente el planeta rojo permite, y puede
ser utilizado en el futuro por otras misiones.
El arribo a Marte superó lo
que los ingenieros de la NASA describieron como "siete minutos de
terror": la nave fue frenada por un paracaídas antes de que los
retrocohetes entraran en acción, para el deleite de todos en el Laboratorio de
Propulsión a Chorro en Pasadena, California.
Durante un mínimo de dos años,
Curiosity buscará pruebas sobre si Marte alguna vez albergó vida.
Una señal que confirmó que el
vehículo se encontraba en suelo firme fue transmitida a la Tierra por el
satélite Odyssey, que está orbitando alrededor del planeta rojo.
La NASA ya ha difundido las
primeras imágenes en baja resolución que muestran la rueda del robot y su
sombra en la superficie marciana.
"Estamos nuevamente en
Marte"
El descenso por la atmósfera
marciana después de un viaje de 570 millones de kilómetros de la Tierra había
sido anunciado como los "siete minutos de terror", el tiempo que la
misión tardó en completar una serie de maniobras de alto riesgo para frenar el
vehículo desde una velocidad de entrada de 20.000 kilómetros por hora y para
permitir que las ruedas se ajustasen suavemente para depositarse en el suelo
marciano.
El explorador Curiosity
atravesó con éxito sus "siete minutos de terror".
El director de vuelo informó
que el robot tocó la superficie de Marte a una velocidad de 0,6 metros por
segundo.
"Estamos nuevamente en
Marte y es absolutamente increíble. No hay nada mejor que esto", dijo el
administrador de la NASA, Charles Bolden. "No hay nada mejor que
esto".
En las próximas horas, el equipo evaluará las condiciones y operatividad del
robot, también conocido como Mars Science Laboratory, MSL.
Este es el cuarto explorador que la NASA pone en Marte, pero su complejidad y
sofisticación dista mucho de las de proyectos anteriores.
El Curiosity ha sido enviado
para investigar el interior del cráter Gale, que se encuentra en la montaña
central de Marte y tiene más de cinco kilómetros de altura.
La misión decidió escoger este
cráter como lugar de llegada debido a que fotos satelitales mostraron allí
sedimentos que probablemente se acumularon debido a la presencia de abundante
agua.
"Vemos mucha evidencia de
que hubo agua en Marte en un pasado distante y que fluyó por toda la
superficie, posiblemente durante millones de años", le explicó a la BBC
Ashwin Vasavada, uno de los científicos a cargo de la misión.
"Esta misión va un paso
más allá en la tarea de tratar de entender si el ambiente en el que el agua
existió era habitable. ¿Hubo allí ingredientes básicos para la vida? Vamos a
tratar de entneder cuáles fueron tales condiciones cuando la vida era más
probable en la historia remota de Marte", agregó.
La primera foto del explorador
tras su llegada a Marte.
El vehículo subirá la montaña
dentral de Marte para estudiar las rocas que durante miles de millones de años
estuvieron en contacto con agua líquida.
La misión buscará evidencia de
ambientes pasados que pudieron favorecer la vida microbiana en Marte.
Sin embargo, los científicos
advierten que será una exploración lenta.
Curiosity tiene una batería de plutonio que debe darle mucho más longevidad que
los sistemas de energía solar con paneles instalados en vehículos anteriores.
"El público tiene que darse cuenta de que esta misión será
diferente", comentó Steve Squyres, el principal científico de los robots
Opportunity y Spirit, que fueron enviados a Marte en 2004.
"Cuando esas sondas llegaron, pensábamos que sólo tendríamos 30 soles
(días marcianos) en la superficie. Curiosity, en cambio, tiene muchísimo tiempo
disponible", le dijo Squyres a la BBC.
Inicialmente, el explorador
cuenda con dos años de financiamiento para sus operaciones. Sin embargo, muchos
esperan que esta misión se prolongue más de una década.
Tomado de BBC
Haz click para agrandar la infografía de la misión y Amartizaje de Curiosity
Tomado de BBC
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