La derecha estadounidense, que
tiene que aprobar el presupuesto del Gobierno federal a través de su control
del Congreso, está exigiendo unos recortes enormes del presupuesto federal
(600.000 millones de dólares) si el 1 de enero de 2013 no se ha recortado el
déficit y la deuda pública. Como en Europa, de la cual la derecha
estadounidense está obteniendo su inspiración, asume que hay que disminuir el
derroche de gasto público e imponer la disciplina fiscal que recuperará –según
ellos- la confianza de los mercados. Añaden a ello un componente moral. Dicen
que “no es justo dejar a nuestros hijos y nietos esta enorme carga, la de pagar
una deuda que esta generación les va a dejar”.
Este argumento lo han repetido con tanta frecuencia que parece que incluso
se lo crean. Pero lo que hace perder credibilidad a este argumento es que las
mismas derechas que exigen bajar la deuda para “no cargar a nuestros hijos y
nietos”, es la misma derecha que no ha movido ni un dedo para prevenir el
cambio climático que va a dejar el próximo futuro en situación muy vulnerable.
Lo ocurrido con el huracán Sandy es un ejemplo de ello. Este huracán ha
mostrado lo poco preparada que está la infraestructura de EEUU para responder a
desastres causados por el enorme cambio climático que está ocurriendo. Las
mismas derechas que antes negaban tal cambio climático, ahora, cuando por fin
reconocen que existe, niegan -frente a la enorme evidencia existente- que este
cambio responda a cambios originados por el ser humano. No es por casualidad
que algunos de los intereses más activos en promover estas falsedades sean las
corporaciones petrolíferas, en gran parte responsables del cambio climático y
que financian al Partido Republicano. Su insensibilidad hacia el “futuro de
nuestros hijos y nietos” es abrumadora. De ahí que carezcan de credibilidad
para presentarse como los defensores de las futuras generaciones.
Pero los talibanes anti-déficit y anti-deuda pública en EEUU (como sus
homólogos en la UE) ignoran u ocultan que el mal llamado problema del déficit y
de la deuda pública no se debe al supuestamente excesivo gasto público, sino al
escaso crecimiento económico. Como Dean Baker (una de las mentes económicas más
claras de EEUU) ha mostrado, si la economía estadounidense estuviera creciendo
como creció antes de la crisis, el déficit público sería sólo un 1% del PIB. Y
los recortes de los talibanes neoliberales están ralentizando el crecimiento
económico. La experiencia en la Eurozona es un buen ejemplo de ello.
¿DÓNDE ESTÁ EL PROBLEMA DE LA DEUDA PÚBLICA?
Pero miremos ahora la deuda pública del Gobierno federal. Se dice que es
insostenible, porque alcanza ya el 61% del PIB. Pero, ¿por qué es esto un
problema? Es un porcentaje menor que Gran Bretaña, Bélgica, Austria, Francia,
Italia y Japón. No existe en realidad ningún problema con la deuda pública de
EEUU. El bono federal estadounidense es el más deseado del mundo y sus
intereses son inferiores al 1%. Es decir, que EEUU tiene que pagar unos
intereses bajísimos (los mismos, por cierto, que ha ido pagando en los últimos
60 años) para poder recibir dinero prestado. España tiene que pagar un 6%. Los
que afirman que la deuda pública de EEUU es un problema ignoran que lo que hace
problemática una deuda no es tanto su tamaño, sino sus intereses –España tiene
una deuda relativamente baja (más baja, 69,3% en 2011, que la del Gobierno
alemán, 80,6%)-, pero sin embargo tiene un problema grave con la deuda debido a
la elevada prima de riesgo. Ahí reside su problema.
¿Dónde está, pues, el problema? ¿De dónde sale la demanda de que se baje
la deuda? La respuesta es que lo que desea la Banca y las compañías de seguros
son los recortes de gasto público y la privatización de los servicios y
transferencias públicas incluidas las de la Seguridad Social. Ahí está la causa
de su demanda.
En realidad, la deuda pública de EEUU no es un problema. Las cantidades en
términos absolutos parecen muy impresionantes. Se habla de unos 16 billones de
dólares (16 trillones americanos) de deuda pública. Pero esta cifra representa
una cantidad manejable para la economía estadounidense y que tiene unos
intereses menores de un 1%, lo cual, en lugar de un problema, es una
oportunidad. El Gobierno federal puede conseguir dinero sólo a un 1% de
intereses. Imaginemos qué ocurriría en España si ello fuera así.
Y una cosa que el Gobierno federal de EEUU debería hacer es pedir prestado
más dinero para invertirlo en crear empleo y con ello estimular la economía. El
mayor problema económico continúa siendo el desempleo que, aún siendo menor que
el existente en Europa, es mucho más alto de lo que EEUU ha tenido. Hoy en EEUU
hay 22 millones de personas que están desempleadas o subempleadas, de los
cuales un porcentaje elevado ha estado desempleado por más de 27 semanas. De
ahí que se requiere un aumento, no un descenso, del gasto público para crear
empleo, estimular la economía y así reducir el déficit.
Una última observación. Una de las razones que los talibanes anti-déficit
aducen es que el crecimiento de la deuda pública se hace a costa del capital
privado. Asumen que hay una cantidad fija de capital, y si éste va al sector
público quiere decir que queda menos para el privado. El error de este supuesto
es que no hay falta de capital en EEUU (o en la UE). En realidad, la economía
esta funcionando muy por debajo de sus posibilidades. De ahí que exista un
enorme vacío, resultado de la escasa demanda, que tiene que llenarlo el sector
público. De ahí la necesidad, no de disminuir, sino de aumentar el gasto
público. Una de las razones por las que a pesar de su lento crecimiento, EEUU
tiene una mayor tasa de crecimiento que la Eurozona, se debe a que el déficit
público del Estado ha pasado de ser un 3% del PIB a un 10%, mientras que en
Alemania ha pasado de ser un 0% a un 1%. Ahí está el problema de la Eurozona.
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