RamonFD /29/03/2013
El término trampa de la liquidez es empleado en la teoría económica para describir una situación en la que los tipos de interés se encuentran muy bajos, próximos a cero. En este caso, se ha sostenido que el aumento de dinero en circulación no tiene ningún efecto sobre la producción o los precios, en contraste con la sugerencia derivada de la teoría cuantitativa del dinero, que sostiene que los precios y la producción son, en términos generales, proporcionales a la cantidad de dinero. La trampa de la liquidez es originalmente una propuesta keynesiana.
La curva de preferencia de liquidez se hace infinitamente elástica, debido a la esperanza unánime, por parte de los inversionistas, de que el tipo de interés no puede bajar más, el precio de los títulos valores son tan altos que nadie confía en que sigan subiendo. Como consecuencia de ello, todo el mundo prefiere poseer dinero ocioso y la política monetaria no sirve para nada.Esto se produce cuando los tipos de interés son tan bajos que los agentes sólo pueden esperar que suban en el futuro. El bajo nivel de los tipos hace que retener activos líquidos en vez de invertirlos tenga un bajo coste. Por otra parte, no sería cauto invertir en bonos, pues su precio es ya muy elevado debido a la caída de tipos, y la previsible subida de éstos en el futuro haría perder valor a la cartera del inversor. Como consecuencia, las inyecciones de liquidez se atesoran(no circulan) en vez de destinarse a la inversión productiva.
En otras palabra, se postula que en estas situaciones la política monetaria se vuelve inservible para estimular la actividad económica.
La existencia de la trampa de liquidez fue postulada por el economista John Maynard Keynes en su obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero . Fue retomada por John Hicks en el marco del modelo IS-LM, donde el tipo de interés posee una tasa mínima por debajo de la cual ya no puede descender, ya que en este punto las expectativa de los inversores es que el precio de los títulos es tan alto que nadie espera que pueda aumentar más, por lo que los inversionistas prefirieren de forma unánime mantener el dinero ocioso en forma de efectivo y la política monetaria deja de funcionar.
Es necesario señalar que el propio Keynes consideraba esta posibilidad como una curiosidad teórica de poca importancia y aunque él sugería la ineficacia de la política monetaria, esto guardaba más relación con la baja elasticidad de la función de inversión ante las variaciones del tipo de interés y no por los efectos propios de la trampa de la liquidez.
A través del tiempo se continuó enseñando la trampa de la liquidez como una curiosidad intelectual que no había sido observada en ninguna situación. Su existencia no ha sido admitida por todos los economistas, en especial los pertenecientes a la Escuela monetarista que la han considerado incompatible con la teoría cuantitativa del dinero y consideran que el modelo de la trampa de liquidez ignora algunos de los mecanismos de transmisión que conllevan la modificación de la base monetaria y es muy restrictivo al contemplar sólo la variación de una tasa de interés dejando fuera los ajustes provocados en un gran conjunto de activos y únicamente en el caso de que todos estos activos fueran sustituibles perdería eficacia los aumentos de la oferta monetaria.
Por el contrario, ciertos economistas neokeynesianos como Paul Krugman postulan que la denominada “década perdida” de Japón, en el transcurso de los años 1990, es una situación muy similar a la descrita por Keynes, en la que los tipos de interés nominales se situaron cercanos a cero, pero la política monetaria se mostraba incapaz de reactivar la situación recesiva que sufría el país.
Hoy día hay más motivos aún por los que los agentes económicos pueden optar por mantener activos líquidos(dinero):
1º_La falta de solvencia del sistema económico en general:ni la banca,ni el Estado,ni la empresa privada, e incluso ni las familias tienen una posición solvente,lo cual hace que los riesgos de impago sean muy altos en relación a los rendimientos prometidos.El control por parte de las autoridades monetarias de los tipos de interés nos ha llevado a una situación irracional de tipos de interés bajos y al mismo tiempo con un alto riesgo de impago.Se ha abusado de la política monetaria hasta un nivel en el que pierde toda eficacia para crear empleo.
2º-La falta de garantía de los depósitos bancarios superiores a 100000€(caso Chipre)hace que las grandes fortunas líquidas tiendan a atesorar ese dinero en casa en caja fuerte.
En el fondo lo que se ha producido es que la facilidad de endeudamiento nos ha llevado a un exceso del mismo que ha generado un riesgo generalizado claro de insolvencia.
Si la política monetaria no es eficaz para crear empleo, sólo nos queda la política fiscal como instrumento de reactivación económica.
¿Pero qué problema plantea hoy la política fiscal?Claramente su financiación.
-No tenemos ahorros(sino deuda próxima a 100% del PIB).
-Poner más impuestos en una economía paralizada genera más paro y economía sumergida.
-Endeudarse aún más supone un intento de salida hacia adelante(pagar deuda e intereses con más deuda=sistema “ponzi”)que nos llevará irremediablemente a “quita” de la misma.
En resumidas cuentas:si la política monetaria no es eficaz y la fiscal lleva a una quiebra del Estado, está claro que los políticos tienen poco que hacer para sacarnos de esta crisis.
Serán los empresarios y trabajadores los que solucionen esta crisis, básicamente trabajando más y aprovechando el talento disponible para conseguir una economía más eficiente y sostenible.
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