lunes, 12 de diciembre de 2011

El movimiento radical “Ocupemos Oakland” en Estados Unidos

Del movimiento okupa anarcopunk a la descolonización de Oakland: El movimiento radical “Ocupemos Oakland” en Estados Hundidos

Edgar Rodríguez Cimé


Entre el fuerte oleaje de las innumerables experiencias del movimiento “Occupy Wall Street” (Ocupemos Wall Street) en el mismo corazón del “Monstruo Neoliberal”, Estados Hundidos, sobresale uno por su “esencia revolucionaria”: En el caso de “Ocupemos Oakland” (California), con espíritu anticapitalista y anticolonial se propuso desde los primeros días radicalizar la protesta social con una demanda de mayor fondo: “Descolonicemos Oakland”.

De este modo, a la conocida estrategia de lucha ejercida como parte del movimiento Ocupemos Wall Street, en las ciudades donde se expresa esta protesta social que como “fantasma rebelde” recorre las ciudades norteamericanas de costa a costa, coinciden tres elementos incendiarios:


Primero, el “movimiento Okupa”: Ocupación de viviendas desocupadas para darles un uso social, como “acto político”, ejercida por jóvenes anarco punks ingleses en los años 70 del siglo XX, como continuación de la añeja tradición de los anarquistas españoles después de la Guerra Civil al darle un uso público a locales comerciales abandonados.

Segundo: Las reminiscencias del radicalismo político del “movimiento de los Black Panthers” (Partido de los Panteras Negras, comandadas por Huey P, Newton y Bobby Seale, influidos por el activista negro Malcolm X) entre los negros de Oakland, con sus políticas de “acción directa”: Autodefensa armada del barrio, y servicios comunitarios autónomos.



Tercera: El “movimiento de libre expresión” en la politizada Universidad de California, en Berkeley, también en los 70, que nació como apoyo estudiantil a la valerosa comunidad negra de la ciudad de Oakland, llegando a constituirse en uno de los movimientos estudiantiles más importantes en la Unión Americana.

Estos fueron los condimentos que dieron como resultado un “guiso explosivo” en Oakland, pues desde el primer día de acampada se propuso un nombre más radical: “Descolonicemos Oakland”, para que semanas después la Asamblea General aprobara un Memorándum en Solidaridad con los Pueblos Originarios, donde “como una señal al movimiento nacional Occupy Wall Street y a los pueblos indígenas aquí y allá excluidos por el lenguaje colonialista de ´ocupación´ con el cual se ha nombrado este movimiento, se declara que Occupy Oakland aspira a “Descolonizar Oakland”.

Antecedentes inmediatos: El 1 de enero de 2009, la policía mató a un joven negro en el Metro de Oakland. En las semanas siguientes, estallaron enfrentamientos entre los jóvenes y la policía, dando como resultado el encarcelamiento del policía responsable. Nueve meses después, en la Universidad de California, Berkeley, los estudiantes inician una serie de “ocupaciones” contra el aumento de las inscripciones de más del 30 por ciento, junto con la acelerada privatización de la educación pública.

Hoy coinciden en Ocupemos Oakland estos dos momentos históricos en una nueva praxis de resistencia popular. Del movimiento estudiantil se recupera la táctica de Ocupar; y del movimiento contra la policía se rescata la hostilidad activa contra las fuerzas represivas. Esto dio una muestra de las nuevas relaciones entre el pueblo con el movimiento: Para apoyar al nuevo campamento de “Occupy” de los estudiantes de Berkeley, Ocupemos Oakland realizó la primera marcha desde Oakland hacia esa ciudad, anunciando su entrada al campus al grito de: “¡Aquí viene Oakland!”. Allí se evidenció la extensión de la lucha desde el pueblo hacia los estudiantes.

Pero la lucha no ha sido fácil. La comunidad autogestiva alimentada en Occupy Oakland fue desalojada por primera vez el 25 de octubre. Después, miles marcharon en protesta, y la policía los reprimió con armas químicas y bombas flash-bang. Al día siguiente, 2,000 personas aprobaron una huelga general para el 2 de noviembre. Fue un enorme éxito pues participaron más de 50,000 personas bloqueando el puerto de Oakland. La policía desalojo el campamento dos veces más: el 15 y el 19 de noviembre, sólo para que el pueblo respondiera con manifestaciones masivas. Ahora, se busca acampar de nuevo, a la vez de preparar un bloqueo de todos los puertos de la costa oeste.

Lo que está en juego en Oakland, como aclaran Alí Bektash y Magalí Rabasa, estudiantes doctorales de la Universidad de California, no es simplemente una ocupación como en las demás ciudades, sino “la recuperación del espacio y de la política en la construcción de una nueva sociabilidad”; lo que Angela Davis, “pantera negra”, llamó “una comunidad de resistencia…que se imagina desde el inicio como… lo más amplio posible”.

Colectivo “Felipa Poot Tzuc”

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