Por Lourdes Pérez Navarro
La Habana, 31 dic (PL)
La Habana, 31 dic (PL)
Algunos analistas y medios de comunicación sostienen que en Latinoamérica y el Caribe corren tiempos de bonanza económica en medio de una persistente crisis mundial, pero ¿es tan así?
En opinión del especialista de América Latina y el Caribe del Centro cubano de Investigaciones de la Economía Mundial, José Ángel Pérez García, la crisis sí está instalada en la región, aunque con particularidades.
"Incluso aprecio que se está creando una especie de estereotipo acerca de que Latinoamérica está bien frente a la crisis y eso no es tan así", afirmó en entrevista exclusiva con Prensa Latina el máster en Relaciones Económicas Internacionales.
Si bien, añadió, hay que reconocer que en esta ocasión no ha sido tan golpeada como en las crisis de los años 30, 70 u 80 del siglo pasado, y que por su crecimiento económico vive cierta "bonanza" comparándola con lo que está pasando en el mundo.En opinión del especialista de América Latina y el Caribe del Centro cubano de Investigaciones de la Economía Mundial, José Ángel Pérez García, la crisis sí está instalada en la región, aunque con particularidades.
"Incluso aprecio que se está creando una especie de estereotipo acerca de que Latinoamérica está bien frente a la crisis y eso no es tan así", afirmó en entrevista exclusiva con Prensa Latina el máster en Relaciones Económicas Internacionales.
La crisis, dijo, se transmite hacia nuestra área por diferentes canales, entre ellos, la contracción de la demanda en los grandes mercados globales hacia los cuales América Latina exporta.
"Otras vías son cierta depresión de la inversión extranjera directa, la contracción de la remesas y del turismo, lo cual ha llevado a algunos países a tasas de crecimiento muy bajas", añadió.
Sin embargo, añadió, ha habido un cambio en la inserción económica internacional de Latinoamérica, y China se ha convertido en el segundo socio comercial de la región como promedio (después de Estados Unidos), incluso en el primero para Brasil y Chile.
Hay que reconocer, anotó, que esta crisis sorprende a la zona con una favorable dotación de reservas financieras internacionales, de más de 500 mil millones de dólares en 2009 y que hoy supera los 700 mil millones, algo que nunca antes tuvo.
Esta favorable dotación de reservas, los altos precios de alimentos, energía y minerales en el mercado, además de los cuantiosos recursos naturales que posee, le brindan potencialidades para enfrentar la crisis en condiciones menos duras, pero continúa siendo vulnerable, sentenció el economista.
Entre las fragilidades señaló que América Latina no ha logrado abandonar la primarización de su economía, pues sigue exportando productos básicos con bajísimos niveles de valor agregado y de intensidad tecnológica.
Se está insertando en el mercado mundial del siglo XXI â�öque se avizora muy duroâ�ö con un patrón económico del siglo XIX, porque no avanzó en materia de intensidad tecnológica y de conocimiento humano en sus exportaciones, sentenció. Elementos como estos, apuntó, nos permiten afirmar que esa bonanza es coyuntural, no estructural.
"Está perdiendo la enorme oportunidad que le da esta bonanza para tomar medidas endógenas en materia de acumulación, de modelo económico, de mayor control de sus recursos naturales, para poder administrarlos mejor y fortalecer su estructura económica en medio de un siglo XXI muy complicado", acotó. A su juicio dentro de las cosas que debería hacer Latinoamérica y el Caribe estaría nacionalizar o controlar mejor sus recursos naturales y aprovechar esas reservas financieras internacionales para mejorar la distribución del ingreso.
Puso como ejemplo la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que reúne hoy a casi una decena de países, y ha instrumentado mecanismos de integración económica y financiera cuyos resultados hoy ya se palpan.
ft/lpn
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