Isabel Font /30/05/2012
Los mercados siguen
penalizando la falta de soluciones definitivas para la crisis bancaria
española. La prima de riesgo, exceso de rendimiento que los inversores exigen
al bono español a 10 años frente al equivalente alemán, ha alcanzado los 540
puntos básicos, un nuevo máximo histórico de esta medida de la solvencia de la
deuda soberana española desde que existe el euro. Hay que remontarse a 1993
para encontrar niveles de riesgo país similares. El tipo de interés del citado
bono ha llegado a tocar el 6,703% (próximo al 6,781%, registro máximo en
Bloomberg desde que existe en euro), pero está lejos aún de los niveles que
desencadenaron los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia.
Los inversores han vuelto a demostrar sus dudas ante la capacidad del Gobierno español de afrontar el saneamiento de la banca española, a pesar del balón de oxígeno que ha supuesto hoy el respaldo de la Comisión Europea a un rescate directo de las entidades por parte del fondo de rescate europeo. Además, Bruselas ha concedido una prórroga de un año para que España alcance el objetivo de déficit del 3%, que deberá lograrse en 2014.
Los inversores han vuelto a demostrar sus dudas ante la capacidad del Gobierno español de afrontar el saneamiento de la banca española, a pesar del balón de oxígeno que ha supuesto hoy el respaldo de la Comisión Europea a un rescate directo de las entidades por parte del fondo de rescate europeo. Además, Bruselas ha concedido una prórroga de un año para que España alcance el objetivo de déficit del 3%, que deberá lograrse en 2014.
La escalada se ha iniciado en
una tensa mañana que amanecía con una noticia publicada en el Financial
Times sobre el rechazo del Banco Central Europeo (BCE) a una posible
capitalización de Bankia con deuda pública -un planteamiento valorado por el
Gobierno español- y continuaba con confusos desmentidos por parte del ministro
de Economía Luis de Guindos y el emisor europeo. La prima de riesgo ha marcado
entonces un primer récord histórico en 539 puntos básicos.
El doble salvavidas lanzado
desde la capital comunitaria ha favorecido una relajación inicial de la prima
hasta los 506 puntos. Pero las dificultades técnicas que plantea el acceso de
los bancos a la financiación del MEDE (habría que modificar el tratado que lo
fundó), la conocida oposición de Alemania a esta vía y la dilación que, en
cualquier caso, presentaría esta medida (el fondo entra en vigor el 1 de julio),
ha desinflado las expectativas inciales.
El comisario de Asuntos
Económicos, Oli Rehn, se ha encargado de moderar el entusiasmo: "Los
desembolsos directos a los bancos no están previstos como tales en el tratado
y, por tando, no es una opción disponible... en términos de capitalización
directa", ha asegurado.
La tensión amainó hacia las
13.00, tras hacerse público el respaldo de la Comisión Europea a una capitalización
directa de los bancos europeos con recursos del fondo de rescate europeo que
entrará en vigor el próximo julio, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Se trataría de un gran paso adelante que podría desencallar los problemas de
las entidades españolas necesitadas de capital, puesto que evitaría al Estado
español el recurso a un mercado que le exige rendimientos prohibitivos. Hasta
ahora solo estaba previsto el recurso de los países al MEDE.
En la Bolsa, el Ibex también
invirtió momentáneamente su tendencia bajista de la mañana -había llegado a
perder un 2,65%- y tras la noticia ha asomado la cabeza en la zona de
ganancias. Pero el repunte ha sido breve y ha terminado la sesión con una caída
del 2,58% que lo ha colocado en 6.090,4 puntos, siempre en mínimos desde 2003.
Bankia, como viene siendo la
tónica desde su nacionalización, ha sido siendo uno de los valores más
castigados y ha llegado a caer hasta 0,95 euros durante la jornada, aunque
luego ha recortado las pérdidas y ha terminado el día en 1,041 euros, tras un
descenso del 8,6%. Ha protagonizado el segundo mayor descenso del Ibex, tras
Sacyr Vallehermoso (-11,18%). Los demás bancos cotizado, salvo Caixabank (que
ha finalizado con un avance del 0,82%), también han terminado a la baja: BBVA
ha cedido un 1,42%, Santander un 1,16%, Sabadell un 0,97% y Popular un 0,72%.
La tensión se ha dejado sentir
también en los mercados europeos. La falta de confianza se ha mostrado hoy en
la subasta del Tesoro italiano, que ha colocado 5.730 millones de euros en
bonos a cinco y diez años, por debajo del máximo volumen fijado (6.250 millones
de euros). La demanda ha superado en 1,4 veces la oferta. Los inversores han
pedido un interés del 6,03% por los títulos a 10 años (un 5,84% de la subasta
previa) y un 5,66% a cinco años (un 4,86% en la emisión del mes pasado).
Además, los últimos sondeos en
Grecia muestran, cara a las elecciones del próximo 17 de junio, un avance de
los partidos contrarios a las medidas de austeridad que condicionan el rescate
del país.
La vulnerabilidad de la
eurozona se está reflejando en la cotización de la moneda común, que ha caído
hasta 1,2386 dólares, mínimo cambio desde el 1 de julio de 2010.
Los inversores huyen hacia
activos que consideran más seguros y por ello cada vez exigen menos rendimiento
a los bonos alemanes: el de los títulos alemanes a dos años ha llegado hoy al
0%, mientras el tipo de la deuda a diez años ha tocado un nuevo mínimo al
llegar al 1,268%.
Las Bolsas europeas también
han participado del clima de desconfianza: Londres ha perdido un 1,74%, París
un 2,24%, Fráncfort un 1,81% y Milán un 1,79%.
Según aseguraba el Financial Times, citando
fuentes oficiales europeas, el BCE rechaza "categóricamente" el plan
del Gobierno según el cual, en lugar de capitalizar el banco nacionalizado con
efectivo, se le inyectaríannuevos
títulos de deuda pública que la entidad podría usar después como
garantía en operaciones de financiación ante el Banco Central Europeo (BCE),
con lo que sería el emisor europeo, en última instancia,el proveedor de la liquidez que necesita Bankia.
El BCE ha asegurado que "en contra de las
informaciones publicadas hoy, el BCE no ha sido consultado y no ha expresado
una posición sobre los planes de las autoridades españolas para recapitalizar
un gran banco español [en referencia a Bankia]. El BCE está listo para asesorar
sobre la evolución de esos planes", según señala en un mensaje de
Twitter.
El BCE, sin embargo, confirmaba en esa misma nota
que "debe tomarse en cuenta, sin embargo, que los fondos necesarios para
asegurar que los bancos cumplen los requerimientos de capital no pueden ser
proporcionados por el Eurosistema". Esa segunda parte era la confirmación
en toda regla de que el BCE rechaza la idea del Gobierno, ya fuera una decisión
tomada, un plan en marcha o una alternativa en estudio. El BCE, sin embargo, ha
señalado después que esa era una versión errónea del comunicado y ha suprimido
ese segundo párrafo que dejaba en evidencia la posición española.
Ese plan fue publicado por EL PAÍS este domingo, y luego fuentes
del Gobierno admitieron, con distintos matices, que se trabajaba con esa idea a medios internacionales, a las principales agencias de noticias financieras y a las agencias españolas.
Ahora, según fuentes europeas citadas por el Financial
Times, el BCE ha transmitido a España que Bankia precisa una verdadera
inyección de capital y que esa posibilidad de financiación indirecta podría
incumplir la normativa de la Unión Europea que no permite la "financiación
monetaria", es decir, que el banco central aporte fondos a los Estados.
Fuentes de Economía aseguran que España no ha
hecho propuesta alguna al BCE sobre la financiación del plan de Bankia,
"luego difícilmente este puede pronunciarse", según la versión
oficial. El Gobierno mantiene ahora el discurso de que la primera opción es
acudir al mercado a través de los mecanismos habituales del Tesoro para
recapitalizar la entidad.
En esa misma línea se ha pronunciado el ministro
de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso, al señalar que el BCE no ha
rechazado ningún plan para la recapitalización de Bankia, porque el
Gobierno "no ha presentado ningún plan" ante la autoridad monetaria.
"Hagan más caso al Gobierno y menos al Financial Times", ha
señalado.
La posibilidad de inyectar deuda de modo directo
en las entidades estaba en los planes del Gobierno, que incluso modificó este
mismo mes por decreto la ley del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria,
de modo que esas inyecciones directas fueran posible no solo para entidades
individuales sino también para el caso de fusiones, como la anunciada ayer por Liberbank, Ibercaja y Caja3, que
requerirá fondos públicos en forma de bonos contingentes convertibles,
conocidos comococos.
El rechazo del BCE, añade el Financial
Times, parece reforzar la insistencia del Ejecutivo de Mariano Rajoy
en que la única solución a la crisis, que está disparando el coste de
financiación de la deuda soberana española hasta límites insostenibles, es que
el BCE se convierta en un prestamista de último recurso de los bancos
españoles. También señala que el Gobierno español no está dispuesto a aceptar
una intervención similar a la de Portugal, Grecia e Irlanda porque esos
rescates han sido "catastróficos".
Grecia pidió el rescate el 23
de abril de 2010, con una prima de riesgo en 559 puntos básicos en las jornadas
previas y el tipo de su bono a 10 años en el 8,83%. Irlanda pidió ayuda el 22
noviembre de hace dos años: diez días antes su prima de riesgo alcanzó los 646
puntos, con la rentabilidad del bono en el 8,89%. A Portugal le bastó rebasar
los 500 puntos a principios de abril para, en el plazo de cinco días, pedir el
rescate. Los inversores exigían un 8,76% a sus bonos a 10 años.
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