VERACRUZ, México (AP) — Un lustro después de que el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzara una ofensiva contra los que eran los cinco grandes carteles de drogas, el país está dominado ahora por dos poderosas organizaciones que parecen estar listas para una batalla por el control del mercado de las drogas y las rutas del narcotráfico.
El éxito del gobierno en dar de baja o arrestar a algunos de los líderes de los carteles ha fracturado a muchas de estas organizaciones, al punto de que se han transformado en bandas criminales que luchan entre sí, o se han visto obligadas a operar como subsidiarias de los dos grandes carteles.
Ello ha significado una expansión en el control del territorio y en oportunidades de crecimiento de su negocio ilegal para el violento grupo de Los Zetas y el cartel de Joaquín "El Chapo" Guzmán, considerado el jefe del cartel de Sinaloa.
"(Son) los dos carteles más exitosos, por lo menos que han podido expandirse en los últimos años", dijo a The Associated Press Jorge Chabat, experto en seguridad y narcotráfico.
"Hay dos (carteles) que se están imponiendo a los demás, pero hay un montón de chiquitos, porque se están fragmentando, pero hay dos que han sobrevivido a esta fragmentación y que de alguna manera están tomando ventaja de esta fragmentación", agregó.
Autoridades federales mexicanas, no autorizadas a ser identificadas por razones de seguridad, dijeron a la AP que el Cartel de Sinaloa y Los Zetas son los dos grupos de narcotráfico dominantes en el país. Uno u otro están presente en casi todo México. Las autoridades se están preparando para lo peor en una guerra que ya ha cobrado la vida de entre 35.000 a 40.000 vidas desde diciembre de 2006. Las señales no son las mejores.
La semana pasada, 35 cuerpos con signos de tortura fueron arrojados en la calle principal del puerto de Veracruz durante la hora pico. Los asesinos presuntamente tienen vínculos con el Cartel de Sinaloa y las víctimas con Los Zetas, que se apropiaron del puerto en 2010.
En un enfrentamiento en mayo, más de dos docenas de personas, en su mayoría Zetas, fueron asesinados cuando intentaban infiltrarse en territorio del Cartel de Sinaloa en el estado de Nayarit, en la costa del Pacífico.
A su llegada al poder, en diciembre de 2006, el presidente Felipe Calderón dijo que los carteles querían tomarse el país y lanzó una inédita ofensiva nacional contra ellos y ordenó el despliegue de miles de soldados por varias zonas del país que desde antes de su llegada al Ejecutivo, ya padecían una espiral de violencia del crimen organizado.
Entonces, los Zetas no era un cartel sino el brazo armado del Cartel del Golfo, cuando en la década de los 90 fueron reclutados de una unidad de fuerzas especiales del Ejército mexicano. Pero en 2010, el Cartel del Golfo y Los Zetas rompieron su alianza y comenzaron una disputa violenta en el noreste del país, en una de las más sangrientas batallas de la historia de la guerra de las drogas del país. En menos de dos años, Los Zetas han tomado control de ese puerto y la mayoría del territorio que era del Cartel del Golfo.
De acuerdo con el experto Chabat, estos dos grupos han sobrevivido a la ofensiva gubernamental porque tienen muchas más habilidades que sus contrapartes, que han sido más débiles. Este reacomodo, dice Chabat, hace más fácil que el gobierno luche contra ellos, en vez de tener a media docena de carteles.
"Aquí la pregunta es si el cartel de Sinaloa y el de Los Zetas se van a fragmentar en algún momento o no", dijo. "En este momento son prácticamente muy fuertes, pero si en dos o tres años estos carteles se pulverizan, podrán decir (las autoridades) que fue un éxito (la estrategia)".
Ambos mega carteles quieren controlar los puertos para asegurar el transporte de drogas desde Centro y Sudamérica y de las ciudades fronterizas para introducir su producto a su vecino del norte.
El Cartel de Sinaloa ha estado basado en el costa del noroeste del país e incursionaba ocasionalmente en el este, a lo largo de la frontera. En los últimos años, se ha extendido tanto al este como al sur de México hasta Centroamérica.
Los Zetas, que alguna vez estuvieron confinados a una parte del norte del Golfo de México, han crecido más y ahora se han expandido a zonas del centro y sur del país. Su alcance llega hasta Guatemala.
Las estrategias de ambos carteles son distintas. Mientras Sinaloa es conocido por establecer alianzas temporales, funcionarios públicos que trabajan en seguridad han dicho que Los Zetas prefieren el control directo del territorio.
Aparentemente, no hay muchas posibilidades de que ambas organizaciones lleguen a un acuerdo amigable para repartirse las zonas en disputa. Por el contrario, parece que México va rumbo a un batalla entre los dos carteles, ambos buscando exterminar el uno al otro.
"Veo a la Federación de Sinaloa y a Los Zetas como las dos fuerzas polarizantes en el sistema criminal mexicano... y entre los dos, una variedad de otros pequeños grupos alineados con uno u otro", dijo a la AP Samuel Logan, director de Southern Pulse, una firma de consultoría en seguridad.
La manera de operar de cada uno son distintos. Los Zetas están involucrados en el tráfico humano y otras actividades ilegales así como en el tráfico de drogas.. Han cometido algunas de las peores masacres en la historia de la guerra contra las drogas en México y sus actos de violencia son tan brutales que las autoridades creen que es un cartel "irracional".
Los sicarios del Cartel de Sinaloa, suelen estar más enfocados al tráfico de drogas y realizan menos actos violentos al azar.
Los Zetas frecuentemente visten de camuflado y han construido campos militares de entrenamiento. Los sicarios de Sinaloa, como otros narcotraficantes, son mucho más discretos. Generalmente usan trajes negros y pasamontañas.
"Sinaloa ha hecho bien volando bajo el radar. Es, comparativamente, menos violento, aunque tampoco son unos santos", dijo a la AP Andrew Seele, director del Instituto México en el Wilson Center de Washington. "Los Zetas sin duda han crecido desde su ruptura con el Golfo, pero no es tan claro si eso equivale a que tengan la habilidad de controlar y defender en el largo plazo los territorios dónde tienen presencia. En realidad, son mucho más endebles, mientras que Sinaloa es jerárquico y compacto".
Ambos carteles son conocidos por realizar ataques aleatorios, con el propósito de crear problemas en los territorios de sus oponentes, pese a que hay pocas oportunidades de que puedan ganar control sobre el mismo. A veces realizan ataques contra la población civil en territorio enemigo para que sean culpados por ello.
En la mitad de estos dos gigantes, pequeños grupos fragmentados que han sobrevivido a sus propias guerras internas pelean por el mercado.
En las afueras de la ciudad de México, por ejemplo, el Cartel de Los Caballeros Templarios aparentemente está luchando contra lo que queda del Cartel de los Beltrán Leyva, que a su vez pelean el control del puerto de Acapulco.
La guerra entre los dos carteles resulta visible en ciudades como Monterrey donde el cartel del Golfo pelea contra Los Zetas.
Pero el experto Selee dice que la lucha por Veracruz tal vez represente una nueva etapa en la que las dos grandes organizaciones criminales se atacaron de frente, uno contra el otro, para adentrarse y controlar el territorio.
La batalla parece haber empezado en mayo cuando los Zetas, aparentemente, enviaron un grupo de criminales en el estado de Nayarit, en la costa Pacífica mexicana y que es territorio del Cartel de Sinaloa.
Pese a la sangrienta reputación de los Zetas —conocidos por masacrar a las familias de los policías y los soldados que los combaten— en esa incursión en Nayarit les fue mal: 28 presuntos miembros de esa organización fueron encontrados muertos a un lado de la autopista.
Poco después, en julio, dos docenas de hombres armados subieron un vídeo a internet, identificándose como los "Mata Zetas", y dijeron que era un grupo aliado al Cartel de Sinaloa dedicado a cazar Zetas.
Un oficial de las fuerzas armadas, que no puede ser identificado por razones de seguridad, dice que fuera de los detalles de la batalla entre ambos grupos en Veracruz, el Cartel de Sinaloa tal vez pueda querer controlar el puerto para que le sirva de enlace para recibir los envíos de droga de Centroamérica.
Pero el experto Logan ve otra razón para que un grupo alineado con el Cartel de Sinaloa para atacar muy adentro de territorio Zeta, como lo es Veracruz: para distraerlos de su siguiente objetivo: Guadalajara.
Esta ciudad, la segunda más grande de México, ha visto un alza en la violencia contra las drogas en el último año. Por mucho tiempo fue el hogar del grupo armado del tráfico de mentanfetaminas que dirigía el teniente Ignacio "Nacho" Coronel, quien fue dado de baja en un tiroteo con la policía federal en julio de 2010.
Desde entonces, facciones que hacían parte de la operación de Coronel han estado luchando por el control de la operación, incluyendo grupos como Nueva Generación y otro grupo conocido como La Resistencia.
Los Zetas se tomaron el estado de Zacatecas en su conquista de territorios hacia el oeste y están considerando a Guadalajara por su potencial para traficar con metanfetaminas y realizar extorsiones.
"Los Zetas no son buenos para hacer negocios", dijo un funcionario de procuración de justicia estadounidense que trabaja en México, que no puede ser identificado por razones de seguridad. "Ellos hacen lo que tengan que hacer porque no tienen la red de distribución que tiene (el Cartel del) Golfo o (el cartel de) Sinaloa. Así que tienen que diversificarse y dedicarse al secuestro y la extorsión".
Logan dice que hay rumores de que algunas facciones están luchando contra Nueva Generación están listos para unirse a Los Zetas.
"Eso debe preocupar 'El Chapo' (líder del Cartel de Sinaloa)", dice Logan. "Guadalajara ha constituido gran parte del tráfico de mentanfetaminas por años, que es la esencia del negocio de 'El Chapo'. Si Los Zetas se toman eso no va a ser bueno para 'El Chapo'''.
Ambos carteles están tratando de cubrir sus acciones con campañas de relaciones públicas, que ahora se han vuelto costumbre. Los Zetas cuelgan enormes pancartas en varias ciudades del estado de Veracruz, acusando de abusos de los derechos humanos a los militares y de estar favoreciendo al Cartel de Sinaloa.
Los Mata Zetas colgaron otro vídeo la semana pasada en el que decían que se habían trasladado a Veracruz para proteger a las personas de los secuestros y extorsiones de Los Zetas. El aspecto y lenguaje utilizado evoca a un estilo militar más que al de un miembro del narcotráfico, creando un ambiente de ofensiva paramilitar que el gobierno federal ya ha rechazado.
"La fuerza constituye el brazo armado del pueblo y para el pueblo", dijo un hombre con el rostro cubierto con un pasamontañas, y que aparece en el video sentado detrás de una mesa junto con otros cuatro hombres enmascarados mientras lee un documento previamente redactado. "Nosotros somos guerreros anónimos, sin rostro, pero orgullosamente mexicanos".
Associated Press
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