El experto señala que es el mejor momento para cambiar nuestro modelo de acumulación de capital, y que debe existir una alianza más fuerte con América Latina.
Richard Manrique.
En su libro “Transfondo estructural y sociopolítico de la crisis estadounidense” afirma que la crisis no se explica en los problemas del sector financiero-hipotecario ni en el déficit fiscal. ¿Cuál es su análisis?
En mi opinión, la crisis surge a partir de los años 1970, como consecuencia de una nueva división internacional del trabajo. A partir de esa época, se generan una serie procesos estructurales y sociopolíticos a nivel mundial y a nivel de los Estados Unidos (EEUU), que a mi juicio son los únicos que permiten entender la crisis y, por ende, hay que entenderlos para resolverlos. Porque ahora lo que se está haciendo son placebos: todas las políticas de expansión monetaria, de liberación de deuda, de salvataje de bancos, son cuestiones que van a llegar a un fiasco.
¿Cuál es el problema central?
Mi tesis fundamental es que no hay bases para la acumulación de capital, para que el capital sea rentable. ¿Por qué? No hay revoluciones tecnológicas schumpeterianas, como lo fue la revolución industrial de comienzos del siglo XIX, la revolución de los barcos a vapores, el ferrocarril, la revolución del automóvil, etc.
Son las que dieron paso a las ondas largas del capitalismo, como lo llama en su libro.
Sí. Lo que tenemos son ciclos largos, llamados ciclos de Kondratieff, que duran entre 50 y 60 años. Ahora estamos en la quinta onda larga. En la mitad de ese ciclo las economías crecen y la tasa de ganancia sube, pero en la otra mitad del ciclo, al agotarse la innovación tecnológica, las economías comienzan a entrar en proceso de recesión. Y en esta última fase es cuando el capital financiero toma el control de las economías. En cambio, en la fase de auge es el sector productivo el que domina. Entonces, la cuestión es que hasta que no se dé una revolución tecnológica, no se va a recuperar Estados Unidos ni Europa.
¿Y el Internet?
Esa era nuestra esperanza. En los años noventa, hubo lo que llamamos la “Nueva economía”, que se iba a basar en la revolución de las telecomunicaciones, la informática y la robótica. Pero fracasó con la reventazón de la burbuja tecnológica del “dot.com”, que se pinchó en el año 2001, entonces todo se fue al agua. Eso generó que, para recuperar la economía, comenzaran a bajar la tasa de interés y dar créditos muy baratos, lo que agravó la llamada Gran Recesión 2008-2009. No basta un IPad, o lo que fuera, esos son innovaciones pequeñísimas: necesitamos una gran revolución que transforme el aparato productivo.
Usted señala que es una crisis del subconsumo y de la sobreproducción. ¿Cómo lo explica?
El subconsumo deriva de la distribución regresiva de la riqueza. Es decir, los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. El 10% más rico de EEUU se lleva el 50% de los ingresos. Entonces, se recorta la posibilidad que los consumidores incrementen su demanda, porque han reducido su participación. Ahora, la sobreproducción viene de la nueva división internacional del trabajo, que comienza a partir de la década de los 70´s, cuando comienzan a ingresar a la globalización gigantes como Rusia, China, India, así como todos los países del subeste asiático. ¿Y eso qué significó en la práctica? que se duplique la fuerza de trabajo a nivel mundial, de 1500 millones a 3 mil millones de trabajadores. Consecuencias: caída drástica de los salarios y producción espectacular por parte de los países BRICS: China, India, Rusia, Brasil, etc.
¿EEUU perdió poder?.
Estados Unidos no podía competir con esa masa de bienes que venía del este europeo y los países del este asiático, porque tenía baja productividad. Había caído la tasa de ganancia y los salarios se habían mantenido constantes. Por eso es contradictorio, hay economistas que dicen que es una crisis del subconsumo y otros que es una crisis de la sobreproducción. Yo considero que son ambas cosas a la vez.
Hay demasiada oferta, pero no hay dinero para comprar y la gente de endeuda. Y se forma un circulo vicioso. ¿El crecimiento de EEUU es artificial?
Ese es el punto central. Es un crecimiento espurio, basado en políticas monetarias expansivas que no estaban sustentadas en fundamentos en el sector productivo, sobre todo el sector manufacturero: antes representaba un tercio del producto de EEUU y ahora a caído a 10%. En consecuencia todo el crecimiento se basó en el sector servicios, y dentro de ello, el 70% es explicado por el sector financiero-hipotecario.
La oligarquía financiera.
La trenza financiera-hipotecaria esta volviendo a manejar la economía norteamericana. Imagínese, el sector financiero tiene 3 mil lobbies. Ellos, junto con el conglomerado industrial militar, son las dos grandes trabas para el futuro del desarrollo de EEUU, porque no les conviene que se usen algunas nuevas tecnologías ya listas.
Ud. anota que EEUU y Europa pasarán una “década perdida”.
Sin ninguna duda. En diez años los economistas van a hablar de la década perdida de los Estados Unidos, como la tuvo América Latina en los ochenta y Japón en los noventa.
¿El Perú cómo debe afrontar esta década perdida?
Es la oportunidad para cambiar nuestro modelo de acumulación de capital. Tener una alianza más fuerte con América Latina. Y, lo más importante: usar el aporte minero para lograr encadenamientos produtivos al interior del país, ya que seguimos exportamos piedras. Hay que desarrollar el mercado interno, que era la propuesta original del Plan de Gobierno de Humala “La Gran Transformación”, el cual fue malinterpretado.
Desarrollo del agro nos hará sostenible ante la crisis
¿Los TLC en el marco de la crisis beneficiaría al país?
Sólo está beneficiando a los países extranjeros, sobre todo a EEUU. Nos están invadiendo con maquinarias, equipos, etc. Sacan algunas migas para enfrentar su propia crisis. Hemos caído en la trampa al firmar un TLC con el que nos irá mal, no sólo comercialmente, sino también en las inversiones, cuidado del medio ambiente, y otras cuestiones.
¿Y con la década perdida de EEUU y Europa se acentuará?
Tratarán de invadir nuestros mercados y destruir lo poco que tenemos de infraestructura.
¿Qué soluciones prevé?
Tenemos que hacer un eje industrial integrado. Hoy sigo viendo un sesgo exagerado por atraer inversión extranjera sólo en minería e hidrocarburos, cuando se debe potenciar la agricultura. Sin agricultura no puede haber desarrollo. No hay ningún país que se haya desarrollo sin tener como base a la agricultura, porque te ofrece alimento barato y los insumos para el desarrollo industrial.
¿China podría ser nuestro refugio?
El 40% de la población china todavía espera ser incorporada al mercado. Y, ante la crisis, China se desarrollará hacia adentro. Entonces, va a tener que comprar los insumos, por eso está invirtiendo tanta plata en minería, petróleo y gas, tanto en África como en América Latina.
Jürgen Schuldtes economista e investigador de la Universidad del Pacífico.
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