miércoles, 30 de mayo de 2012

El tránsito del planeta Venus frente al disco solar: Un evento que no sucederá hasta el año 2117

Luis María Benitez 
30/05/2012

El próximo 5/6 de junio de 2012, Venus pasará delante del disco solar, produciendo una silueta que no volverá a ser vista hasta el año 2117.

Los tránsitos de Venus son muy raros, produciéndose en pares separados por más de cien años. Este tránsito de Venus, el final del par 2004-2012, no se repetirá hasta el año 2117. El evento podrá ser visto desde siete continentes, incuída una porción de la Antártida serán capaces de verlo.

Izquierda: Venus realizando un tránsito. Se puede ver la cromosfera solar refractada por la atmósfera de Venus. Crédito: Frans Snik, Dutch Open Telescope, La Palma Islas Canarias.

Visibilidad: El tránsito de casi 7 horas de duración comienza a las 22:09 UTC (18:09 hs. en Argentina) el próximo martes 5 de junio. El momento cuando ocurra el evento favorecerá a los observaodres en el Pacífico central donde el Sol estará casi en vertical cuando ocurra el tránsito. Desafortunadamente no será visible desde Argentina, ya que el Sol se pondrá a las 17:49 hs. Las áreas donde el evento no podrá verse están comprendidas entre parte central y este de América del Sur y el oeste de África (ver mapa). 

Consejos de observación: No mirar directamente al Sol, ya que Venus cubre una parte muy pequeña del disco solar. Lo conveniente es usar un un filtro solar, pero no las placas de radiografías porque no son muy seguras, ya que parte de la radiación puede atravesarlas. Una técnica para observar el Sol es usar un telescopio o binoculares y proyectar la imagen que se ve desde el ocular, sobre un un papel u otra superficie blanca y lisa.

Los tránsitos de Venus llamaron la atención mundial en el siglo XVIII. En aquellos días, el tamaño del Sistema Solar era uno de los más grandes misterios de la ciencia. La distancia relativa de los planetas era conocida, pero no sus distancias absolutas.

Arriba: Mapa de visibilidad del tránsito de Venus para el 5 de junio de 2012. Crédito: Steven M. van Roode (Transitofvenus.org)/Espacio Sur (edición).


Venus fue la clave, de acuerdo al astrónomo Sir Edmund Halley. Él se dio cuenta que al observar los tránsitos desde ubicaciones separadas a gran distancia en la Tierra sería posible triangular la distancia a Venus usando el principio de paralaje.


La idea fue difundida entre los científicos, que comenzaron a realizar expediciones en todo el mundo para observar un par de tránsitos de Venus en la década de 1760. El gran explorador James Cook fue enviado a observar un tránsito desde Taití. Algunos historiadores denominaron al esfuerzo internacional "el programa Apolo del siglo XVIII".

En aquel momento, el mal tiempo la óptica primitiva y la naturaleza poco nítida de la atmósfera de Venus evitó que los primeros observadores obtuvieran los datos que necesitaban. La medición correcta de un tránsito de Venus tendría que esperar al invento de la fotografía. Hacia finales del siglo XIX, los astrónomos equipados con cámaras finalmente midieron el tamaño del Sistema Solar como lo había sugerido Edmund Halley.

El Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por sus siglas en inglés) de la NASA producirá imágenes de calidad como el Telescopio Espacial Hubble.

¿Venus es el único planeta que realiza tránsitos?


No, además de Venus, Mercurio también transita el disco solar. De hecho podemos ver los tránsitos de Mercurio con mayor frecuencia, con un promedio de 13 tránsitos por siglo, en intervalos de 3, 7, 10 y 13 años. El último ocurrió el 6 de noviembre de 2006 y el próximo ocurrirá el 9 de mayo de 2016.

¿Los tránsitos de planetas tienen alguna implicación climática sobre la Tierra? 

No, en absoluto. Eventos astronómicos como las alineaciones de planetas, eclipses solares y lunares como así también los tránsitos planetarios no tienen ningún efecto sobre el clima ni la geología terrestre. Estos eventos ocurren siempre desde la formación del Sistema Solar, pese a que son utilizados para propósitos meramente comerciales y religiosos, en todos los casos, carente de fundamentación científica.

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