domingo, 7 de agosto de 2011

BCE protegerá la deuda de Italia y España de la especulación


El Banco Central Europeo termina su teleconferencia anunciando que "actuará firmemente" para calmar los mercados
Salgado señala que el Banco Central Europeo "debe hacer su tarea y ayudar a la estabilidad de los mercados" hasta que se ejecuten los acuerdos del 21 de julio. Francia y Alemania también urgen a sus socios a aplicar de forma "rápida y completa" las medidas de ajuste
El Banco Central Europeo y las entidades que integran el sistema de bancos centrales han decidido intervenir en los mercados de deuda, lo que implica que comprarán bonos de Italia y de España, si fuera necesario, para proteger a estos países de los ataques de los especuladores. La institución adoptó este acuerdo en el transcurso de la reunión que mediante videoconferencia celebró su consejo, con carácter extraordinario, en un domingo de agosto y consciente de la gravedad de la situación.



La fuerte tensión ya manifestada la pasada semana podría acrecentarse en los mercados este lunes, porque a la crisis de la deuda soberana europea se ha sumado la incertidumbre generada al otro lado del Atlántico, con la rebaja de la calificación de la solvencia de Estados Unidos por parte de Standard and Poor´s. Simultáneamente, dirigentes económicos y financieros de todo el mundo se movilizaron durante el fin de semana con la idea de mandar un mensaje de tranquilidad a los inversores y de impedir un desplome de las Bolsas y los mercados de deuda en la apertura del lunes.
 
El Banco Central Europeo no se podía permitir otro error de comunicación. En la conferencia de prensa que siguió a la reunión de su consejo el pasado jueves, las explicaciones de Jean Claude Trichet se cruzaron con las noticias de que la institución estaba comprando deuda de Portugal e Irlanda, dos países en fase de rescate cuyos bonos ya no precisan de esta medida de apoyo, mientras Italia y eventualmente España seguían totalmente expuestos a los ataques de los especuladores. Después se supo que la ayuda a Italia estaba condicionada a nuevos compromisos, pero la confusión ya se había propagado, y tuvo efectos demoledores en los mercados de valores y de deuda pública. La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, ha pedido "que el Banco Central Europeo haga su tarea y ayude a la estabilidad de los mercados de deuda"


Jean Claude Trichet, el presidente del BCE ha sido el personajes más cuestionados
durante la última semana.

En paralelo a la cita del BCE, dirigentes políticos y bancarios de las principales economías del mundo trabajaron durante todo el domingo para encontrar una solución consensuada que impida un nuevo derrumbe de las bolsas mundiales. El G7 y el G20 multiplicaron sus contactos y conferencias telefónicas de urgencia, sabedores del efecto que, en plena crisis de la deuda soberana europea, puede causar la convulsión provocada por la degradación de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Standard and Poor´s.

Italia y España


Los mensajes de tranquilidad de los mandatarios no estaban exentos de segundas intenciones. Así, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel, manifestaron en un comunicado conjunto su percepción "favorable" de las decisiones adoptadas por Italia y España para la consolidación de sus cuentas públicas, pero también consideraron "fundamental" para restaurar la confianza de los mercados una aplicación "rápida y completa" de las medidas anunciadas. Es lo mismo que, con otras palabras, han recomendado los portavoces de la Comisión Europea.


Francia y Alemania reiteraron su compromiso de aplicar "plenamente" las medidas del acuerdo sobre el euro concluido en Bruselas el 21 de julio, e invitaron al conjunto de los países europeos a acelerar los trámites necesarios para sacarlo adelante.


Los llamamientos a la urgencia del comisario Olli Rehn empiezan a surtir efecto: el Parlamento de Bélgica será convocado para reanudar sus sesiones con seis semanas de adelanto con el fin de aprobar las nuevas medidas de rescate de la Eurozona vitales para el futuro del euro, anunció el domingo el primer ministro Yves Leterme ."La credibilidad de la zona euro requiere que este trabajo se haga lo antes posible", reconoció.


Pero el comunicado franco-alemán no alude, ni siquiera de forma indirecta, a la posibilidad de ampliar el fondo de rescate europeo planteada por el presidente de la Comisión, Durao Barroso, en la carta dirigida a finales de semana a los dirigentes. La tesis de sacar adelante, con toda su complejidad, los acuerdos del Consejo Europeo, antes de fijarse mayores metas, gana adeptos.


Crecer es lo que importa


Mientras tanto, la agencia Standard & Poor´s, promotora del último episodio de las turbulencias financieras con su rebaja de la calificación a la deuda de Estados Unidos, ha intentado restar importancia a su decisión. "Los mercados ya se lo esperaban", declaró el domingo el economista jefe para Europa de S&P, Jean-Michel Six, en una justificación del modo de actuar de la agencia. En su opinión, las inquietudes de los mercados "tienen que ver mucho más con la fuerza de la reactivación económica, que con una y otra nota en concreto". Lo que no es obstáculo para que el director gerente de la agencia, John Chambers, estime que hay "una posibilidad entre tres" de que la deuda de EE UU se vea degradada de nuevo en un plazo "de seis meses a dos años" si no se demuestra verdadero consenso entre republicanos y demócratas.


En este contexto, muchos expertos temen que los mercados se desplomen el lunes. El ex presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Alan Greenspan, aseguró que el descenso de los mercados seguiría "un tiempo", aunque consideró que es "difícil decir" si el lunes habrá una debacle en las bolsas mundiales.


Para evitarla, dirigentes europeos y estadounidenses, incapaces hasta ahora de frenar la espiral de descenso de las bolsas mundiales, llevaron a cabo durante el fin de semana numerosos contactos cuyo contenido concreto no ha trascendido. Los ministros de Economía y presidentes de los países del G7 -formado por Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Italia y Gran Bretaña- multiplicaron este fin de semana las comunicaciones telefónicas de cara a diseñar una estrategia común.

El grupo de los G-7 efectuó una reunión de emergencia

También los países del G20, que reúne a las principales economías del planeta, mantuvieron el domingo una conferencia telefónica de urgencia sobre las crisis de la deuda y la degradación de la nota de Estados Unidos. La conversación se llevó a cabo varias horas después de que los titulares de Economía del G7 y sus consejeros mantuvieran una teleconferencia durante la noche del sábado, rodeada del máximo secretismo. Otra teleconferencia entre los ministros de Finanzas y los principales banqueros del G7 tuvo lugar este domingo.

El temor de los expertos está más que justificado. La pasada semana, la Bolsa de Fráncfort perdió el 13%, la de Londres cerca de 10%, la de París casi el 11%, la de Milán más del 12% y la de Madrid el 10%. Sin olvidar que, en ese mismo plazo, las primas de riesgo de España e Italia alcanzaron máximos superiores a los 400 puntos porcentuales.

El G20 quiere calmar a los mercados

El G20 estudia emitir una declaración conjunta para tratar de disminuir el impacto en los mercados de la rebaja de la nota de la deuda estadounidense, ha asegurado hoy el Ministerio de Finanzas surcoreano. El viceministro de esta Cartera surcoreana, Choi Jong-ku, ha sido uno de los participantes de la teleconferencia urgente celebrada a las 07.30 hora local en la que se ha debatido la elaboración del documento.

"Aunque aún no está confirmado, (los países del G20) están estudiando la divulgación de una declaración conjunta antes de la apertura de los mercados financieros asiáticos", ha dicho un funcionario del Ministerio de Estrategia y Finanzas surcoreano a la agencia local Yonhap. "Si la declaración se emite de manera que aumente la confianza de los inversores hacia los bonos estadounidenses, eso podría contribuir a la estabilización del mercado", ha agregado

"La credibilidad de la zona euro requiere que este trabajo se haga lo antes posible"

G7 busca una respuesta para
evitar derrumbe bursátil


Brigitte Hagemann, Afp / París, Francia
Publicado el 07 Agosto 2011

El grupo de los países más industrializados, el G7, estaba bajo presión este domingo para intentar coordinar una respuesta a la crisis de la deuda de la Eurozona y la degradación de la nota crediticia de Estados Unidos para evitar un nuevo derrumbe de las bolsas mundiales el lunes.

Como primer indicador de la situación en los mercados después de la catarsis provocada por la degradación de la nota crediticia de Estados Unidos, la bolsa de Tel Aviv, una de las pocas que abre el domingo, cayó más de un 6%.

El sábado, la primera plaza bursátil en operar tras la noticia, la Bolsa de Riad, la más importante de los países árabes, cayó un 5,46%.

Standard & Poor's (S&P) retiró el viernes a la primera potencia mundial la prestigiosa nota “AAA”, característica de los emisores de obligaciones más fiables.

S&P bajó la nota de Estados Unidos a “AA+”, una sanción inédita desde la creación de la agencia en 1941, debido a los “riesgos políticos” relacionados con la enorme deuda pública estadounidense, que supera los 14,5 billones de dólares.

El Tesoro de Estados Unidos cuestionó la decisión, poniendo en duda la “integridad” de la agencia. Según la institución, S&P cometió un “error de dos billones de dólares” en las proyecciones de déficit presupuestario hasta 2021.

“Los mercados ya se lo esperaban”, explicó el domingo el economista jefe para Europa de S&P, Jean-Michel Six, para quien la preocupación de los mercados “tiene que ver mucho más con la reactivación, con la fuerza de la reactivación económica, que con una y otra nota en concreto”.

Sin embargo, muchos expertos temen que los mercados se desplomen el lunes.

“El hecho de que Standard & Poor's haya finalmente apretado el gatillo (...) hará sin ninguna duda que los mercados financieros se derrumben en la apertura del lunes”, aseguró Paul Dale, analista de Capital Economics, con base en Estados Unidos.

La sanción infligida a la primera economía del mundo hace que todavía sea más urgente una respuesta coordinada de los dirigentes europeos y estadounidenses, incapaces hasta ahora de frenar la espiral de descenso de las bolsas mundiales.

Los ministros de Economía y presidentes de los países del G7 -formado por Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Italia y Gran Bretaña- multiplicaron este fin de semana los contactos telefónicos para poder elaborar una estrategia común.

Los países del G20, que reúne a las principales economías del planeta, mantuvieron el domingo una conferencia telefónica de urgencia sobre las crisis de la deuda y la degradación de la nota de Estados Unidos, informó el viceministro surcoreano de Economía, Choi Jong-Ku.

La conversación se llevó a cabo varias horas después de que los titulares de Economía del G7 y sus consejeros mantuvieran una teleconferencia durante la noche del sábado, rodeada del máximo secretismo.

Otra teleconferencia entre los ministros de Finanzas y los principales banqueros del G7 está prevista antes de que abran los parqués asiáticos el lunes, según medios japoneses, quienes hablan de una posible declaración conjunta para calmar a los mercados.

El Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) también tenía previsto reunirse por videoconferencia hacia las 16H00 GMT del domingo, según fuentes cercanas a la institución citadas por la agencia financiera Dow Jones Newswires.

Entre las medidas que se estudiarán está la posible intervención del BCE, que desde el lunes podría comprar obligaciones de Italia. Este proyecto fue anunciado por el ministro italiano de Reformas Institucionales, Umberto Bossi, pero no fue confirmado por la institución europea.

Los mercados habían reclamado una intervención de este tipo. Pero el discurso del pasado jueves del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que prometió nuevas compras en el mercado de la deuda, no tuvo efecto en los inversores.

Éstos esperaban que la compra fuera dirigida principalmente a España e Italia, pero Trichet no dijo nada sobre esta cuestión.

Como consecuencia, las primas de riesgo de estos dos país en los mercados de la deuda frente a Alemania, país de referencia de la zona euro, alcanzaron nuevos récords.

La decisión de S&P “provocará un efecto rebote en España e Italia y pondrá a Francia bajo presión”, estimó Charles Wyplosz, profesor de Economía de la universidad de Estudios Superiores de Ginebra.

“La zona euro baja al infierno”, alertó. 

Mercados de Australia y Nueva Zelanda caen
tras rebaja de EEUU


SYDNEY (AP) — Los mercados de Australia y Nueva Zelanda abrieron el lunes a la baja como reacción después de que la agencia Standard and Poor's rebajó en un escalón la calificación de crédito del gobierno de Estados Unidos, desde el nivel AAA al AA+.

Estas bolsas estaban entre las primeras en abrir el lunes tras la histórica noticia, que se conoció la noche del viernes.

El índice de referencia S&P/ASX-200 australiano cayó un 2,2% a 4.015 puntos, mientras que el más amplio índice All Ordinaries retrocedió un 2,3% a 4.076.

La caída fue más pronunciada en la vecina Nueva Zelanda, donde el índice de referencia NZX 50 retrocedía un 3,2% a 3.171. El pequeño mercado de valores experimentó una oleada de interés a medida que la gente miraba a Nueva Zelanda como un indicador temprano de la reacción a la rebaja en la calificación crediticia de Estados Unidos.

Funcionarios de finanzas del Grupo de los Siete países industrializados, o G7, emitieron una declaración conjunta la noche del domingo en la que prometían una mayor cooperación para atacar los problemas económicos y tomar todas las medidas necesarias para apoyar la estabilidad financiera y el crecimiento.

La declaración del G7 llegó después de que el grupo celebró una teleconferencia de emergencia para discutir la crisis de la deuda en Europa y las perspectivas del mercado tras el anuncio de la rebaja por primera vez de la nota crediticia estadounidense.

El Banco Central Europeo también dijo que "implementará activamente" un programa de compra de bonos que podría impulsar los títulos soberanos de España e Italia, y provocar una baja en el rendimiento de los bonos que amenaza a esos países con problemas financieros.

El anuncio se dio mientras funcionarios financieros de diversos países discutían maneras de prevenir mayor inestabilidad frente a la apertura de los mercados el lunes.

El G7 está integrado por Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Estados Unidos, en tanto que el G20 incluye todas estas naciones, que son las más desarrolladas del mundo, más economías emergentes de gran tamaño como China, Brasil, Rusia e India.

La intensa actividad para un fin de semana de agosto pone de relieve el nerviosismo de los mercados financieros ante las enormes deudas de Estados unidos y Europa, y atiza los temores de que se frustre la recuperación tras la crisis financiera de 2007-2009.

Los mercados del Medio Oriente, que funcionan de domingo a jueves, fueron los primeros en reaccionar a la rebaja a la calificación de la deuda estadounidense. El índice de referencia EGX30 de Egipto cayó más de 4%, y otras bolsas del Golfo Pérsico también cerraron con bajas marcadas. El índice bursátil de referencia en Israel, el TA-25, se desplomó 7% y cerró en 1.074 puntos.

Los mercados en Estados Unidos y otras partes del mundo abren el lunes, pero han tenido sesiones difíciles en fechas recientes. El promedio industrial Dow Jones bajó el jueves 512 puntos, su peor desempeño desde la crisis financiera de 2008, y el viernes recuperó apenas algo de ese retroceso.


Mari Yamaguchi informó desde Tokio. Kelly Olsen en Seúl, Corea del Sur; Adam Schreck, en Dubai; y Christopher Bodeen en Beijing contribuyeron a este despacho.

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