Marco Antonio Moreno /9 de julio de 2012
A una semana del término de la
19a Cumbre Europea presentada como la gran solución para desactivar los
problemas inmersos en la crisis financiera que sufre Europa, toda la euforia
inicial se ha desvanecido indicando que en vez de avanzar se retrocede. Y que
se retrocede en grande. Todo vuelve al principio pero en un nivel más
paupérrimo que el de hace cinco años, lo que da cuenta que a este ritmo la
crisis se puede prolongar por otros diez años más. Y no es broma.
Los vítores iniciales que
impulsaron a las bolsas a subir hasta un 5% en una sola jornada, fueron
barridos con caídas generalizadas en todas las bolsas europeas y, lo que es
peor, con un incremento sostenido en el costo de la deuda soberana de España e
Italia. A fines de la semana pasada el costo de la deuda pública española
escaló al 7 por ciento (ver gráfica), mientras el de la deuda pública italiana
lo hacía sobre el 6 por ciento. Cruel paradoja para dos países que hace solo
una semana se presentaban como los grandes ganadores de la 19a cumbre. Una vez
más, vemos que todo no ha sido más que una farsa, o sainete, en la larga
comedia de equivocaciones de los líderes europeos.
Nuevamente, lo que está en el
fondo de todo es la negación. Así como se negó la crisis, así como se negaron
las consecuencias que la crisis tendría para el empleo y la demanda, se niega
hoy que países como España e Italia están en la quiebra y que nadie podrá
hacerse cargo de este cadáver. La insolvencia de la banca y del gobierno
potenciada por la masiva fuga de capitales y por la recesión instalada en toda
Europa, nos da cuenta que la actual crisis financiera está muy lejos de
resolverse, y que todos los comunicados alegres de la UE y las millonarias
inyecciones a una banca famélica tienen a Europa, y a España en primer lugar,
al borde del abismo.
Si a esto añadimos las
rencillas internas de los países de la UE que, como Finlandia, amenazan con
abandonar la moneda única si se les exige pagar las deudas de otros, vemos que
el incumplimiento soberano está a la vuelta de la esquina. Incumplimientos que
esta vez serán encabezados por España e Italia, la tercera y cuarta mayores
economías de la zona euro.
A nivel europeo los
incumplimiento soberanos se han producido en países más pequeños como Islandia
(2008), Irlanda (2010), Grecia y Portugal (2011). Pero como España e Italia son
países mucho más grandes, esta vez su incumplimiento puede arrastrar a toda
Europa en la caída. El gran error de la UE ha sido privilegiar la salud de la
banca por sobre la salud de la economía real, que es la que genera empleo y
riqueza. Ha sido la mantención de los privilegios a la especulación financiera
y el abandono de la economía productiva, la que está potenciando el hundimiento
generalizado.
El presidente del BCE, Mario
Draghi, confirmó que la economía europea se está deteriorando rápidamente, y
que hay una desaceleración en el crecimiento en la zona del euro, incluso en
países donde esto no era el caso anteriormente. El FMI se sumó a esta linea
rectificando nuevamente a la baja las perspectivas para este año. El
crecimiento económico se ha estancado, con un desempleo creciente y un aumento
de la incertidumbre que profundizarán la recesión que ya viven España, Italia y
Portugal, dando lugar a nuevas desviaciones presupuestarias. Portugal reconoció
que su déficit presupuestario se encamina al 7,6 por ciento del PIB, muy por
encima del compromiso del 4,5 por ciento planteado como meta para este año. Es
la misma situación que enfrenta España e Italia, dado que los recortes y planes
de austeridad nunca han sido eficaces en los períodos de crisis.
Aún así, los recortes presupuestarios
siguen a la orden del día y el gobierno de Mariano Rajoy presentará esta semana
un nuevo plan de austeridad por 30 mil millones de euros que se suman a los 48
mil millones de euros ya planeados. Ademas, anticipa un aumento en el IVA, un
nuevo impuesto sobre la energía, nuevos peajes en las carreteras, mientras que
una nueva reforma de las pensiones se puso en marcha, acompañada de una
disminución de los salarios del servicio público.
Así y todo, el presupuesto del
gobierno deberá seguir tratando de rescatar a la banca, lejos de lo que lo que
el gobierno pretendió tras la cumbre del 28 de junio. La Comisión Europea dio a
conocer que no se podrá acceder directamente al Fondo Europeo de Estabilidad
Financiera hasta el próximo año. Mientras tanto, el BCE ha decidido limitar el
acceso a sus acuerdos de liquidez para los bancos españoles, incluyendo
limitación de los depósitos de los préstamos bancarios con garantía estatal. La
crisis retorna a sus orígenes pero en una situación global mucho más debilitada,
y esto mismo es lo que hace que cada día sea más difícil de resolver.
El Blog Salmón
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