domingo, 12 de agosto de 2012

La Deuda Americana: una bomba de tiempo dormida

Blink! La Deuda de EE.UU. simplemente creció en u$s 11 billones

Por Laurence Kotlikoff y Scott Burns, 08 de agosto 2012 / Bloomberg

Republicanos y Demócratas pasaron el último verano luchando por la mejor manera de ahorrar u$s 2,1 billones para la próxima década. Están pasando este verano luchando por la mejor forma de no ahorrar u$s 2,1 billones para la próxima década.

En el curso de ese año, la brecha fiscal del gobierno de EE.UU. - la verdadera medida del endeudamiento de la nación - se elevó en u$s 11 billones de dólares.


La brecha fiscal es la diferencia en valor presente entre el gasto futuro proyectado y los ingresos. Abarca todos los pasivos del gobierno, ya sean obligaciones oficiales de servir  bonos del Tesoro o compromisos no oficiales, tales como el pago de cupones de alimentos o la compra de aviones no tripulados.

Algunos se preguntan si los compromisos de gasto "oficiales" y "no oficiales" se pueden sumar. Pero denominar "oficiales" a determinadas obligaciones no las hace económicamente más importantes. De hecho, el gobierno dejaría de cumplir más pronto con las tenencias chinas de títulos del Tesoro de Estados Unidos que con la recaudación de la Seguridad Social de los estadounidenses, sobre todo porque EE.UU. puede imprimir dinero y servir sus bonos con  dólares diluidos.

Por su parte, la teoría económica ve a través de las etiquetas y ve la deuda oficial de un país por lo que es: una construcción lingüística carente de contenido económico real. En contraste, la brecha fiscal está teóricamente bien definida e independiente de la elección de  etiquetas. Cada elección de etiquetas cambia la mezcla de obligaciones entre oficiales y no oficiales, pero deja el total sin cambios.

Crecimiento peligroso

La brecha fiscal de EE.UU., calculada (por nosotros) usando el pronóstico presupuestario realista a largo plazo de la Oficina de Presupuesto del Congreso - El Escenario Fiscal Alternativo - es ahora de u$s 222 billones. El año pasado, era de u$s 211 billones. La diferencia de u$s 11 billones - el verdadero déficit federal de este año - es 10 veces mayor que el déficit oficial y más o menos tan grande como todo el stock de deuda oficial en manos públicas.

Este crecimiento fantástico y peligroso del déficit fiscal no es nuevo. En 2003 y 2004, los economistas Alan Auerbach y Gale William extendieron el pronóstico a corto plazo del CBO y midieron brechas fiscales de u$s 60 billones y u$s 86 billones, respectivamente. En 2007, el primer año que la CBO producía el Escenario Fiscal Alternativo (EFA), la brecha, según nuestros cálculos, se encontraba en u$s 175 billones de dólares. Para 2009, cuando el CBO comenzó a informar el EFA anualmente, la diferencia fue de u$s 184 billones. En 2010, fue de u$s 202 billones de dólares, seguido por $ 211 billones de dólares en 2011 y u$s 222 billones en 2012.

Parte del crecimiento de la brecha fiscal refleja los cambios en la política, como los recortes impositivos de Bush y de Obama, la introducción de la Parte D del Medicare, y la expansión de los gastos de defensa. Parte refleja el crecimiento "natural" de los programas existentes, incluyendo el crecimiento en las tasas de reembolso de Medicare y Medicaid. Y parte refleja la bomba de tiempo demográfica que los políticos estadounidenses están ignorando alegremente.

Cuando estén completamente retirados, los 78 millones de baby boomers recogerán, en promedio, más del 85 por ciento del producto interno bruto per cápita (u$s 40.000 en dólares de hoy) en  Seguridad Social, beneficios de Medicare y Medicaid. Cada año que pasa trae estos gastos un año más cerca, lo que aumenta su valor actual.

Los gobiernos, como los hogares, no pueden gastar indefinidamente más allá de sus medios. Deben cumplir lo que los economistas llaman su "restricción presupuestaria intertemporal." La brecha fiscal simplemente mide el grado en que se viola esta restricción y nos dice lo que se necesita para equilibrar el presupuesto intertemporal del gobierno.

La respuesta para EE.UU. no es buena. Cerrar la brecha usando impuestos requiere de un aumento inmediato y permanente del 64 por ciento en todos los impuestos federales. Por otra parte, EE.UU. necesita recortar de manera inmediata y permanente, todas las compras y transferencias de pagos federales, incluyendo el Seguro Social y los beneficios de Medicare, en un 40 por ciento. O puede mezclar estas terribles medicinas fiscales con miel, es decir, con reformas fiscales radicales que hagan una economía mucho más justa y más fuerte. Lo que el gobierno no puede hacer es pagar sus cuentas gastando más y gravando menos. Los niños de Estados Unidos, cuyos futuros están siendo destruidos rápidamente, son lo suficientemente inteligentes como para decirnos esto.

(Laurence Kotlikoff, un economista de la Universidad de Boston, y Scott Burns, un columnista sindicado, son co-autores de "El Choque de Generaciones". Las opiniones expresadas son suyas.)


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