miércoles, 19 de octubre de 2011

La bomba de la deuda europea y las dudas por cortar el cable correcto


Marco Antonio Moreno 

Como en esas películas de suspenso donde al final de una larga jornada el protagonista encuentra el detonador de la bomba y debe escoger entre cortar el cable rojo o el cable blanco, la crisis financiera ha llegado a ese momento decisivo en el cual hay que saber qué cable cortar para que la bomba no explote en las manos. Los anuncios de Wolfgang Schäuble de recortar la deuda griega en al menos un 50%, y con cargo a la banca y no a los gobiernos, han alterado a los mercados con sus acostumbrados espasmos de volatilidad. A su vez, las agencias de calificación no han trepidado en castigar nuevamente a la deuda española e italiana. Moody’s bajó anoche en dos escalones la calidad de la deuda de España, y Fitch castigó duramente a 20 bancos italianos, tal como advertimos en este post.

La situación va de mal en peor y aunque Francia declara que defenderá su triple A, las agencias de calificación ya tienen a sus bancos y a su gobierno en la mira con un calendario que cumplen con rigurosa precisión. Con eso consiguen trasladar las decisiones al campo de su interés, en el cual privilegian la banca de Estados Unidos. ¿Actúan con el mismo rigor estas agencias frente a un país que tiene una deuda superior al PIB y a su banca seriamente comprometida con los activos tóxicos?

Como cortar el cable rojo obligaría a la banca a hacer la pérdida por la deuda griega, este camino arrastraría a un rápido colapso del sistema financiero estadounidense. Por eso las agencias de calificación, guardianes de esa gran banca, presionan para que se corte el cable blanco que obligaría a asumir la deuda a los gobiernos, es decir los contribuyentes. El tema ha sido analizado desde múltiples frentes pero se escamotea el concepto de Deuda Odiosa, que a estas alturas es considerado casi un tema tabú.

El rescate a la banca europea implica la inyección simultánea de 400 mil millones de euros, con la promesa de inyectar posteriormente 600 mil millones de euros adicionales. Los cálculos son de Nouriel Roubini en un meritorio esfuerzo por rescatar la banca zombi y cargar la deuda a las próximas generaciones. Pero no se toma en cuenta que hay un gran problema de crecimiento global gatillado por un gran desempleo global.

Schäuble advirtió el domingo que se desconocen las verdaderas dimensiones de la crisis financiera, y que por eso muchos lideres europeos siguen proponiendo soluciones de parche. El castigo para los bancos alemanes y franceses que prestaron más dinero de la cuenta a Grecia es una solución radical para Europa. Ahora, ¿a título de qué Estados Unidos sigue vendiendo armas a Grecia, como el informe de la venta de 400 tanques M1A1 dado a conocer el 7 de octubre?. Como vemos, los jerarcas europeos han hecho caso omiso a los reclamos de Daniel Cohn-Bendit sobre la necesidad de reinstaurar los principios éticos en el corazón de la UE.

Deuda US

Esta gráfica para el endeudamiento y los déficit de Estados Unidos a lo largo de los últimos 80 años, demuestra por qué las agencias de calificación (en su mayoría estadounidenses o aliadas con el Reino Unido) presionan tanto a la Eurozona para recapitalizar su banca. Lo que no se toma en cuenta, es que la deuda llegó a un punto en que es matemáticamente imposible de pagar, y ante una economía global en declive, lo único que sigue creciendo es precisamente esa deuda por la vía de los intereses.

El actual sistema monetario está en un punto crítico y el gran peso y volumen de la burbuja financiera tiene en estado de coma a las economías avanzadas. Se ha negado el choque con el iceberg, pese a que el agua está entrando rápidamente y amenaza con llegar al corazón de la UE. Es esa gran falla sistémica, que viene desde 1971 cuando Richard Nixon canceló la convertibilidad del dolar en oro, y que se amplificó cuando diez años más tarde Ronald Reagan afirmó que “los déficit no importan”, la que tiene al sistema financiero convertido en una bomba de tiempo. Cortar el cable correcto significará un fuerte golpe al sistema financiero y por eso Schäuble ya ha dicho que muchos bancos deberán ser nacionalizados. Pero, como la gangrena, esta enfermedad de la crisis hay que extirparla antes que siga carcomiendo la vida y el futuro del 99% de los ciudadanos.

El Blog Salmon

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