Raquel Benito /29/07/2012
De un día para otro y sin
previo aviso. Así es cómo nos enteraríamos los españoles de la vuelta a la
peseta. En el actual escenario de crisis económica, donde la sombra del rescate
total es cada vez más alargada, la posibilidad de que España abandone
la moneda única coge fuerza en todos los sectores.
Si en la calle muchos no han
dejado de pensar en rubias, ahora es en los despachos de políticos
y economistas donde circulan los informes sobre el impacto de un retorno a la
antigua moneda.
Uno de estos estudios es el BBVA Research que, según los
economistas que han tenido acceso a él, augura una caída del PIB “brutal”. En
cualquier caso, los expertos coinciden en una idea sobre la vuelta a la peseta: “No
es probable ni recomendable, pero no hay nada imposible”.
“La salida del euro sería una
medida in extremis”, apunta Alexis Ortega de
Finagentes Gestión. El Gobierno lo anunciaría repentinamente. No hay otra
opción. De anunciarse con antelación se produciría una fuga masiva de
capitales que provocaría el colapso inmediato del sistema financiero
español.
Además, la noticia llegaría
acompañada de una limitación temporal de las transferencias
al extranjero, así como de “una restricción de la libre disposición de
dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros, es
decir, de un corralito”.
¿Cuánto valdría la peseta?
A juicio de los analistas del
banco de inversión japonés Nomura, la peseta se depreciaría un 35,5%.
Es decir, un euro valdría 257 pesetas. Sin embargo, no todos los analistas
coinciden en estas cifras: UBS, Citigroup y Rabobank elevan las cifras de
depreciación a entre un 40% y un 60% frente al euro (Ver gráfico de arriba).
No obstante, todos los
informes señalan las enormes complicaciones legales que implicaría salir del
euro. "Nuestra unión con el euro es como un matrimonio católico
apostólico romano, más complicado de deshacer que cuando solo estás conviviendo
con tu pareja". Con esta metáfora explica el analista de Finagentes
Gestión la complejidad de abandonar la moneda única.
Ganar competitividad a un
alto coste
Con la vuelta a la peseta “se
liberaría tensión y ganaríamos competitividad”. Estas son las dos ventajas que
los expertos encuentran a esta medida. Con la antigua divisa las
exportaciones españolas serían más baratas y, por tanto, aumentarían y
se ganarían posiciones frente a Alemania y Francia.
El turismo sería
uno de los grandes beneficiados, ya que España sería un destino igual de
atractivo y más barato que en la actualidad. Además, “recuperaríamos el control
sobre la política monetaria, es decir, decidiríamos qué niveles de
inflación y qué tipos de interés son más convenientes y, dispondríamos de un cortafuegos propio
contra ataques especulativos”.
Sin embargo, la vuelta a la
peseta y su devaluación “no resolvería el problema, solo actuaría como un
parche. Se frenaría la sangría económica que sufrimos ahora de un modo
rápido, pero a medio plazo se volvería a abrir la herida”, explica Ortega.
“Lo que se necesitan son ajustes,
acabar con los privilegios de la oligarquía y no volver a la peseta, que sería
una operación con un enorme coste financiero, económico y social”, sentencian
los expertos.
¿Cómo se podrían proteger los
ahorradores? “Existen alternativas que van desde abrirse una cuenta en el
extranjero hasta invertir en un fondo de inversión extranjero”, señala Ortega.
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