Martes 14 de agosto del 2012
En el marco de la apertura del Congreso Internacional sobre las Crisis de Deuda organizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA orientada al análisis sobre 'políticas económicas para superar el endeudamiento' y el problema de la deuda en el contexto de la crisis global, el laureado economista y premio Nobel del 2001 Joseph Stiglitz ha realizado una disertación conjunta con la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner abordando tópicos de palpitante actualidad, entre los que destacan la recesión económica mundial, las políticas de austeridad en la crisis de la eurozona, el sobreendeudamiento argentino previo a la implosión y corralito financiero del 2001, la posterior política de reestructuración de deuda y el modelo argentino de disparidad con el dólar para superar el endeudamiento.
Así de manera general ambos coincidieron en que estas crisis podrían ser “resueltas desde la política, ya que el problema radica desde allí”. Recordemos que la última visita de Joseph Stiglitz a la Argentina se realizó en diciembre del 2011.
Así de manera general ambos coincidieron en que estas crisis podrían ser “resueltas desde la política, ya que el problema radica desde allí”. Recordemos que la última visita de Joseph Stiglitz a la Argentina se realizó en diciembre del 2011.
Entre otros temas Stiglitz criticó las políticas de austeridad aplicadas para resolver
la crisis en Europa: "Los dirigentes europeos están confundidos con las causas de la
crisis, y explicó que la situación que vive
Europa "es más que una simple crisis de deuda". Además aseveró qué: "Los banqueros
han usado en Estados Unidos en 2008 y actualmente en Europa tácticas de miedo,
diciendo que si los gobiernos no hacen lo que ellos quieren se acaba el mundo". Por ello insistió en que la dirigencia cree que la deuda es el resultado de gastar
demasiado, y entonces la lógica es gastar menos y para ello adoptan medidas de
austeridad. "La crisis europea es, en parte, de deuda, pero en gran medida
causada por una estructura económica con fallas fundamentales".
El reconocido economista también elogió el proceso de desendeudamiento argentino: "Argentina supo redistribuir beneficios de exportadores
y utilizarlos para el bienestar de los más perjudicados por la crisis del
2001". Así mismo remarcó que los países que "se han
sobreendeudado, como España y Grecia, estudian lo sucedido con la última gran
reestructuración de deuda soberana y ahí aparece el caso argentino". Opinó por ejemplo que los problemas económicos en "España e Irlanda son mucho más profundos que un tema de deuda, de hecho estamos hablando de dos países que hasta hace poco tenían superávit, entonces no fue un gasto excesivo lo que provocó la actual situación". Para el Premio Nobel de Economía, "un pacto fiscal no va a curar la crisis, es un mal diagnóstico, y reducir el gasto podría exacerbar el problema subyacente".
Trayendo al debate la experiencia argentina agregó: "Recuerdo que en la
década del noventa, como economista jefe del Banco Mundial, seguí con
atención la evolución de las variables argentinas y la conclusión no era otra
que generar un cambio para evitar seguir profundizando el desempleo". Stiglitz remarcó que "la
Argentina enfrentó dos problemas difíciles: la reestructuración de la deuda y
el ajuste del tipo de cambio, y creo que es un logro que lo hayan manejado de
la forma en que lo hicieron, fue un éxito total". En tal sentido, subrayó que
"el manejo de una reestructuración de deuda no es algo fácil, no tenemos
un marco al cual sujetarnos y en Europa los problemas son aún más complejos,
pero vale la pena pensar en la experiencia argentina para tomar
conciencia". Dijo además que "cada préstamo
es un contrato y si pasa algo la culpa es de ambos, aunque los prestamistas se
protegen del riesgo, aún previendo el escenario de la cesación de pagos".
Sobre los mercados financieros indicó que éstos: "nunca se preocuparon por los pobres, y cuando hacen alguna mención explícita es porque tienen algún objetivo en mente". El acceso a los mercados internacionales y la inflación, a juicio del premio nobel, son "dos variables intermedias, importantes, pero no de preocupación directa". "Cuando nos dicen que la inflación es el impuesto más cruel, sospechemos, ya que sólo cuando es muy alta puede afectar el crecimiento de un país", concluyó.
Sobre los mercados financieros indicó que éstos: "nunca se preocuparon por los pobres, y cuando hacen alguna mención explícita es porque tienen algún objetivo en mente". El acceso a los mercados internacionales y la inflación, a juicio del premio nobel, son "dos variables intermedias, importantes, pero no de preocupación directa". "Cuando nos dicen que la inflación es el impuesto más cruel, sospechemos, ya que sólo cuando es muy alta puede afectar el crecimiento de un país", concluyó.
Por su parte la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner señaló que las economías emergentes son las responsables
de la estabilización económica mundial y en ese sentido llamó a los países de
la región a “profundizar la integración de América del Sur”. A esto añadió: “Los datos de China y Estados Unidos no son alentadores, fuimos las economías emergentes las sostenedoras de la economía global. Lo importante es aplicar toda nuestra energía y fuerza” para poder lograr los objetivos planteados". De esa manera expresó "como los países del cono sur deben unir esfuerzos
para robustecer la economía de la región para hacer frente a las crisis,
fortaleciendo así la economía mundial"...“El gran problema de la crisis
económica mundial es la falta de liderazgo político. Si las decisiones no las
toman los hombres y mujeres que están sentados en los sillones de los
presidentes, lo hacen los mercados y los directivos de los bancos. Siempre
alguien decide”, manifestó la presidenta para
redondear el análisis económico del Premio Nobel Joseph Stiglitz.
CFK se refirió al "capitalismo de casino" que gobierna las finanzas actuales y la economía global. Afirmó que la Argentina se
mantendrá al margen de los mercados de capitales en las condiciones actuales,
de altas tasas de interés para la economía nacional, y que sólo emitiría deuda
para financiar “proyectos de infraestructura”. “Yo creo que este capitalismo no
es un verdadero capitalismo, es un capitalismo de casino. Es casi un suicidio
colectivo. En realidad, los que más deberían estar preocupados por sostener la
actividad económica son los bancos”. Uno de los temas que abordó el
Nobel y luego CFK retomó y amplió fue la salida a la crisis financiera que
encontró Estados Unidos a comienzos de la década del ’80. Mediante un proceso
de “contabilidad creativa”, impidieron que los bancos acreedores de los países
de América latina quebraran. Luego el FMI coordinó la acción conjunta e impidió
que los países deudores se abroquelaran, lo que en Argentina frustró a la
gestión de Bernardo Grinspun en el gobierno de Alfonsín. “Estados Unidos fue
bien inteligente en solucionar su propio problema bancario: se lo cargó a
América latina y así crearon la década perdida.” CFK recordó que el
posterior ahogo fiscal en los ’80 se generó porque en 1982 la dictadura
militar, con Domingo Cavallo en la presidencia del Banco Central, estatizó la
deuda privada. “Es para que lo escuche la gilada. Lo dice un Premio Nobel”.
Otro pasaje del Nobel que
aprovechó CFK fue la “táctica del miedo” que el estadounidense atribuyó al
sector financiero. “Como les gusta endeudar, a esa gente les llamamos el club
del endeudamiento. Pero no nos vamos a endeudar, sólo lo haremos en la medida
en que las tasas sean convenientes y para proyectos de infraestructura. Sólo
desde la locura o desde el mero interés especulativo se puede afirmar que la
deuda argentina es más riesgosa que la española. Habría que abordar con mayor
profundidad el tema de las calificadoras de riesgo”, indicó para cuestionar la
alta prima de riesgo con la que los mercados castigan a la Argentina, que
encarece el costo del crédito por encima del que pagan economías en una
situación macroeconómica muy frágil. En tanto volvió a remarcar sobre la importancia de la voluntad política de los gobiernos en la actual crisis. “El problema lo tenemos desde
la política. No se le encuentra un marco teórico al posneoliberalismo. Yo lo
veo desde adentro del G-20 y puedo dar fe de ello. Hoy formamos parte del G-20,
aunque en realidad podría llamarse G-2”, dijo la Presidenta, en relación con el
poder de decisión de Estados Unidos y China en ese ámbito.
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