martes, 25 de septiembre de 2012

La coyuntura internacional actual y la causa de la crisis

Félix Jiménez /23/09/2012

Dos hechos recientes caracterizan la coyuntura internacional actual. La Reserva Federal (FED) anunció que mantendría la tasa de interés --que hoy se encuentra entre 0% y 0.25%-- hasta mediados de 2015 y que compraría mensualmente hasta US$ 40 000 millones en títulos hipotecarios hasta que la tasa de desempleo --que hoy supera el 8%-- se reduzca de modo significativo. Hay que recordar que la tasa de inflación en USA es relativamente baja.  

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) anunció un programa «ilimitado» de compra de bonos soberanos para los países de la eurozona con problemas de financiación bajo «petición y estricta condicionalidad». Este programa es la continuación de las dos inyecciones de liquidez que hizo el BCE en diciembre y febrero últimos. La canciller alemana Ángela Merkel mostró su acuerdo con este programa, al mismo tiempo defendió el derecho del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, a expresar su oposición al anuncio del BCE. Lo hizo inmediatamente después que su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijera que «los comentarios de Weidmann podrían tener un efecto dañino»

¿Con más inyección de liquidez se superará la crisis internacional actual?

Algunos escribidores locales creen que con estos anuncios hechos por los presidentes Bernanke  (de la FED) y Dragui (del BCE) se remontaría la actual crisis internacional. Estos mismos escribidores, seguros de su aserto, se han adelantado a recomendar al Banco Central de Reserva del Perú a elevar su tasa de interés de referencia y al MEF a continuar con su actual política contractiva. Estos escribidores creen que la crisis internacional actual es solo financiera y que, por lo tanto, se expresa únicamente en un problema de liquidez. Están en línea con aquellos economistas del resto del mundo que, apoyándose en Minsky –ese gran economista postkeynesiano autor de «Stabilizing an Unstable Economy (1986)»--, dicen que los significativos apoyos a la banca mediante inyección de liquidez son la clave para salir del atolladero actual.

El razonamiento de Minsky es como sigue. El creciente endeudamiento (o euforia) en relación a los ingresos o activos, continúa mientras la economía en su conjunto está funcionando relativamente bien. Si no hay nada que indique lo contrario, seguir prestando no le parece riesgoso a los bancos. Así, los niveles de endeudamiento llegan a un nivel tan alto que cualquier cosa puede desencadenar el denominado momento Minskyiano. Este no es otra cosa que el estallido de la burbuja de los préstamos y el inicio de la recesión. Para Krugman la causa inmediata poco importa, lo importante es que los prestamistas redescubren los riesgos de la deuda y termina la euforia. Los bancos ya no prestan, sus activos (papeles) pierden valor y estos comienzan a enfrentar problemas crecientes de liquidez: Simultáneamente los consumidores e inversionistas ya no se endeudan porque aumenta la carga de su deuda y, consecuentemente, ya no gastan en bienes de consumo e inversión, con lo cual se acentúa la recesión.

La verdadera causa de la crisis

Las inyecciones de liquidez al sistema financiero son importantes y necesarias. Pero Minsky, que era un Keynesiano, sabía que «se puede llevar al caballo al lago, pero no se le puede obligar a tomar el agua». Es decir, la política monetaria orientada a la reducción de las tasas de interés y a la provisión de liquidez al sistema financiero (el Banco Central es un prestamista de última instancia), no es suficiente para estimular la demanda agregada (el gasto en consumo e inversión).

La euforia crediticia tuvo su origen en una insuficiencia de demanda efectiva creada por el modelo neoliberal que se impuso en el mundo con el ascenso al poder de Margaret Thatcher en Inglaterra (1979) y de Ronald Reagan en Estados Unidos (1981). Este tema fue tratado en mi artículo «La crisis global y el colapso del modelo liberal», que publiqué en abril de 2009 (ver mi blog).  A esta altura ya nadie puede ignorar que la creciente desigualdad en la distribución del ingreso  generada por estas las políticas, impactaron e impactan negativamente en la demanda agregada.

La causa de la crisis financiera está relacionada entonces con la situación económica y el estilo de crecimiento creados por las políticas neoliberales. Minsky se dedicó al estudio de la evolución de la urdimbre financiera de las economías capitalistas. Él sabía, por lo tanto, que desde el año 1980 se inició «el relajamiento de las restricciones sobre los tipos de préstamos que los bancos podían realizar». Es su libro «End this depression now», Krugman dice que la desregulación empieza con la aprobación, por Carter en 1980, de la Ley de Control Monetario «que puso fin a las regulaciones que impedían a los bancos a pagar intereses sobre muchos tipos de depósitos».

Las desregulaciones y las rebajas sustanciales de impuestos a los que más tienen, se imponen mediante una crítica intensa a las políticas keynesianas que acompañaron al crecimiento económico de postguerra. Pero en la base del estilo de crecimiento del modelo neoliberal, está la ruptura del pacto social entre el capital y el trabajo, es decir, el fin del «Golden Age» del «capitalismo cooperativo» de post guerra –que es como lo denomina Krugman. Con salarios estancados y que ya no siguen a la evolución de la productividad, aumenta la desigualdad y se acrecienta la insuficiencia de demanda efectiva.

A modo de conclusión

Los que no entienden el origen de la crisis seguro que adhieren a las políticas de austeridad que serán sin duda, parte de la estricta condicionalidad de las compras de bonos anunciada por el BCE. Y, con esa misma falta de información, se atreven a proponer políticas, monetaria y fiscal, contractivas para nuestro país.

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