martes, 28 de julio de 2020

El problema educativo en el contexto de la pandemia (Parte I)


Bryan Serrano

17/07/2020

Parte I

Propósito del conversatorio: La educación en debate: Retos por delante se plantearon tres preguntas cruciales en torno al problema educativo: ¿Cuáles son los principales problemas de la educación? ¿Cómo la pandemia ha profundizado las desigualdades educativas? ¿Es posible pensar hoy en la reforma educativa, que ejes tendrían?

I) Situación de la educación

Se podría decir que antes de la pandemia el mundo ya atravesaba por una crisis educativa de gran magnitud. El neoliberalismo no sólo agravó los indicadores socio-económicos sino también los estándares educativos. El indicador del Banco Mundial -pobreza de aprendizajes- que consiste en el porcentaje de niños que a los 10 años no pueden leer ni comprender un texto corto reportó un porcentaje del 53% a nivel mundial en los países con ingresos medios y bajos, un 48% para América Latina y un 90% para África.

 A diferencia de otras crisis que paralizaban las actividades educativas, como las huelgas docentes o los desastres naturales, con la pandemia, la educación ha sufrido una especie de doble shock: al cierre de escuelas y universidades se le ha unido una  de las crisis económicas más profundas del capitalismo en los últimos 100 años. Si a esto le sumamos el enfoque del financiamiento, podríamos hablar de un impacto triple debido a que la crisis afecta al presupuesto del Estado y al presupuesto de las familias las cuáles se verán imposibilitadas de pagar las pensiones de sus hijos, para los colegios, institutos y universidades. Una vez que hayamos regresado a la “nueva normalidad” la deserción escolar afectara a 7 millones de niños que no podrán regresar a la escuela.

Con la expansión del coronavirus alrededor de 16 millones de niños fueron confinados para recibir una educación a distancia produciéndose instantáneamente una enorme heterogeneidad en el acceso a las plataformas virtuales, poniendo en evidencia un sistema educativo altamente excluyente y desigual. Por si fuera poco la nutrición de 350 millones de niños depende su asistencia la escuela dónde reciben sus principales alimentos. Con la llegada de la pandemia estas brechas digitales se potenciaron y manifestaron de forma más agresiva. No se trataba solo de un problema de conectividad y acceso a internet,  sino de una realidad más compleja que comprometía la infraestructura y entorno social del estudiante  desplegando los recursos y  herramientas necesarias para asegurar una enseñanza virtual (equipos electrónicos, hardware, Software y  plataforma virtual) sin excluir las condiciones familiares, económicas y sociales de los alumnos.

En el Perú a consecuencia de la cuarentena cada joven  perderá 16 mil dólares (55 mil soles) en valor presente neto de sus ingresos futuros desperdiciando 2 años de ingresos laborales y viéndose obligados a hacerse cargo del endeudamiento del país para financiar los programas de ayuda del gobierno . Se está perdiendo así un enorme capital humano para el futuro del país. Además existe la llamada paradoja de educación sobre los ingresos , que consiste en que a pesar de que la cobertura educativa aumenta año tras año no sólo en Lima, sino también en las regiones, la brecha de desigualdad en la distribución de los ingresos también aumenta; es decir, un aumento de la expansión educativa no trae necesariamente una disminución de la pobreza ya que el nivel de ingresos no sólo dependerá del nivel educativo alcanzado, sino de factores culturales, sociales y hasta étnicos-raciales en forma de “dotaciones” al individuo desde su nacimiento.

II) La pandemia ha profundizado las desigualdades de una educación en crisis 


La situación de la juventud venía agravándose a paso acelerado en los meses previos del estado de emergencia. Cada vez un mayor número de estudiantes de la educación superior pública y privada ingresaban a la categoría de subempleados viéndose forzados a tomar el camino de la deserción estudiantil.



Comparando el primer trimestre móvil del 2019 con el del 2020 vemos como en Lima Metropolitana el subempleo (llamado también subempleo invisible) se incrementó en casi todos los niveles educativos, pero particularmente en el nivel educativo superior, ahí observamos un aumento de un 41,8% (66mil 800 personas). Y considerando el nivel de educación secundaria se registra un aumento del 9% (9 mil 500 personas).



En términos porcentuales, en los primeros tres meses antes de la pandemia, la mayor proporción de la población subempleada por nivel educativo formaba parte de la educación secundaria secundario (43%) seguido del nivel superior universitario (32.2%)



A todo ello, particularmente la situación de la educación superior no universitaria se ha visto agravada a niveles nunca antes visto. El año pasado hubo 465 mil matriculados en más de 850 institutos de los cuales 487 centros privados representaban el 70% y  377 centros públicos representaban el 30%. Existe entonces una mayoría de población estudiantil que paga por su educación y consiguientemente sufre más los estragos de la crisis ya que gran parte de ellos procede del sector de servicios, uno de los sectores más golpeado por la crisis. Al tratarse de empresas pequeñas, medianas y grandes según el número de estudiantes y docentes a su cargo estas instituciones que ofertan educación se han acogido a la política de suspensión perfecta de labores dada por el Ministerio de Trabajo poniendo en riesgo la situación laboral de aproximadamente 30 mil docentes y 10 mil trabajadores administrativos. Posiblemente para el mes de septiembre casi el 50% de institutos se vean obligados al cierre .

Por el lado de las universidades públicas la pandemia delató la enorme desigualdad en el acceso digital a la educación virtual, pues si bien el nivel de conexión en general tuvo niveles estándares de aceptación, la profunda desigualdad en relación a la clase social y la ubicación geográfica hacían que estos niveles de acceso sean similares a las de algunas ciudades europeas ( si tomamos en cuenta  solamente la ciudad de Lima) como también al de algunas zonas de África en dónde prácticamente el acceso es nulo (si consideramos la conectividad de las comunidades amazónicas y andinas). A esta problemática se han sumado las movilizaciones estudiantiles denunciando presuntos actos de corrupción en las adquisiciones de dispositivos electrónicos -como parte de las trasferencias del MINEDU equivalentes a 140 millones de soles- para la entrega a supuestos empadronados o beneficiarios. Compras directas sin opacidad y transparencia  avaladas por Decretos de Urgencia en el marco del estado de emergencia que no sólo implica grandes riesgos de corrupción, sino también retrasa aún más la incorporación de los estudiantes a las plataformas de enseñanza virtual.
  
Sólo un pequeño grupo de universidades han podido contribuir en la invención de materiales y tecnología para contrarrestar los efectos de la pandemia en materia de salud y detección del virus. Pero representan menos del 5% del total. Entonces nos hacemos la pregunta ¿qué sentido tiene mantener una estructura educativa y una política educativa que se muestran incapaces de resolver los problemas que plantea la emergencia nacional y por el contrario, se convierten en parte del problema generando mayor desempleo y  mayor deserción estudiantil debido a la naturaleza de su “oferta educativa” basada en el lucro y el beneficio empresarial? Por todo esto tenemos la convicción de desarrollar el debate en torno a una profunda reforma educativa que embista los nefastos efectos del neoliberalismo en lo económico, político y  social colocando  en el centro de la política nacional a la educación pública como parte del programa de cambio social.

Notas:
1) Ponencia guía para el conversatorio virtual organizado por la juventud del Partido Socialista el 13 de julio del 2020 de la cual tomó parte la Secretaría de juventudes del Movimiento Nacional RENOVEMOS.
2) Webinar GRADE: “La educación en tiempos de pandemia” .
3) Figueroa, A (2010) ¿Mejora la distribución del ingreso con la educación?
4) INEI: Informe Técnico. Situación del mercado laboral en Lima Metropolitana
5) Julio Cárdenas, Asociación de Institutos Superiores Tecnológicos y Escuelas Superiores (Asiste Perú).


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