martes, 28 de julio de 2020

La misión del Premier Cateriano

Charles Jaime Lastra Domínguez
22/07/2020

Por primera vez se ha visto juramentar a ministros con una mascarilla que les cubría casi todo el rostro. La excepción fueron dos ministras que lo hicieron en forma virtual; incluso, una de ellas juramentó en un estilo cuasi militar. Sin embargo, la mascarilla no puede tapar la política liberaloide del nuevo gabinete; tampoco la misión que tienen de fortalecerla para aplicar el modelo neoliberal capitalista con mayor eficacia, logrando imponer, con alguna mayor fuerza, la ofensiva burguesa de mayor saqueo de los recursos naturales (extractivismo), sobreexplotación laboral (productividad-competitividad) y depredación del medio ambiente (flexibilidad de licencias). Y todo ello le es necesario para darse continuidad en el control del gobierno, y con mayor razón al cumplirse el bicentenario de la república liberal.

PPK y Vizcarra no vinieron para acabar con el neoliberalismo capitalista, sino para imponer una mayor ofensiva contra el pueblo. Consiguientemente, los seis gabinetes ministeriales (dos del primero y cuatro del segundo) siempre han tenido la misión de imponer a sangre y fuego el modelo neoliberal capitalista. Cada Premier impulsó la ofensiva neoliberal, acorde a la coyuntura que le tocó asumir. Recordando los rostros de Fernando Zavala, Mercedes Araoz, César Villanueva, Salvador del Solar y Vicente Zeballos recordamos que a cada uno de ellos tuvo una misión específica que cumplir. Pedro Cateriano también tiene la suya.

Cuál será la misión del actual Premier. Vizcarra y Cateriano han declarado al unísono tres objetivos que pretenden lograr durante el año que les queda de gobierno:

1. “Lucha contra la pandemia”… Contener la enfermedad… Fortalecer y construir un verdadero  sistema de salud al servicio de todos los peruanos”. 

2. “Recuperación económica…devolver al Perú a la senda del crecimiento. Generar las condiciones en forma progresiva para la reapertura económica, cuidando la salud de los peruanos, para que la economía crezca, generando más inversión, más trabajo y posibilidades para todos. Cierre de brechas…mejor atención en salud y una educación inclusiva”.

3. “Mejorar la calidad institucional y fortalecer la democracia en función de las elecciones generales del 2021”.
En todos los tonos de la hipocresía política, nos dicen que vienen con una “Energía renovada” y que: “haremos lo que no se hizo en décadas”. La demagogia y la manipulación son incorregibles en los políticos burgueses. Y la desfachatez con que la presentan es imperdonable y escandalosa, porque aparecen como si fuesen realmente sinceros, como si su gobierno estaría demostrando alta eficiencia en servir al pueblo, como si su práctica de gobierno y de personas convencería que quieren otro modelo que no sea el neoliberalismo.

Hay que traducir los tres objetivos de la misión Cateriano. Ya César Hildebrant, periodista muy agudo y bien informado, resaltaba que la clase empresarial y sus corifeos intelectuales han saludado la decisión de Vizcarra de nombrar a Cateriano. Y que toda la gran prensa mercenaria, en variadas formas y tonos, lanza loas y le concede grandes expectativas, logrando embaucar a gran parte de la ciudadanía. El nuevo gabinete cae como anillo al dedo para llevar adelante la ofensiva neoliberal bajo la “nueva normalidad”. 

Imposible creer que acabarán con el virus. Toda su política de emergencia sanitaria se reduce a descargar la crisis pandémica y la económica sobre las espaldas del pueblo. No se puede democratizar la salud, hacerla universal y realmente integrada en un solo sistema al servicio de todos sin excepciones ni discriminaciones, si no se acaba con el modelo neoliberal. Sin democratizar la economía, sometidos por la magia todopoderosa del mercado omnipresente, es imposible garantizar la realización del derecho a una salud universal y gratuita. Así que la estadística burguesa seguirá contando muertos y más muertos, no solo por covid-19, sino también por otras causas, que igual son productos de una salud pública totalmente colapsada. La horrorosa violencia del opresor se manifiesta en toda su crudeza en cómo ha estrangulado y minimizado el neoliberalismo la función de servicio del Estado burgués, para usarlo casi exclusivamente cono órgano de dominación que en esencia es.

Reactivar la economía y abrirla a mayor inversión será el eje prioritario, súper central, en lo que queda de este gobierno. Ahora se profundizará, con mayor descaro, haciendo “respetar la ley”. No hay que ser adivinos ni agudos analistas para darse cuenta de esto. Los 60,000 millones de soles, a casi un interés cero, otorgado a las grandes empresas capitalistas, mientras que a todo el sector informal y al mundo empresarial mype los dejaron con la soga al cuello. Esto ha sido el indicativo que ya sentaron las bases que la “nueva normalidad”, que será de mayor saqueo y explotación; donde usarán la pandemia como sombrilla que justifique una reactivación económica totalmente a favor de la clase burguesa.

El gabinete Cateriano promete elecciones libres y democráticas en el año del bicentenario de la república burguesa. Una frase para cubrir lo que siempre han sido las elecciones bajo el régimen de la burguesía: un mecanismo de continuidad de la dominación de los explotadores sobre la masa trabajadora explotada. Más ese mecanismo liberal se ve amenazado por dos fuerzas contradictorias y antagónicas: la fuerza reaccionaria fascista y la fuerza revolucionaria del pueblo. Frente a estas dos fuerzas tendrá que comparecer el gabinete Cateriano. Por eso, su misión política es que en el relevo del gobierno continué la gestión liberal, evitando la posibilidad de un gobierno democrático revolucionario, razón por la cual se verá obligado a transar con la facción fascista en el usufructo de las utilidades del poder. El fujiaprismo le viene concediendo una “oposición razonable”, siempre a la espera del momento en que la función liberal no pueda contener la irrupción popular, y llegado su hora entrar en acción para frenar o aplastar el avance del pueblo contra neoliberalismo capitalista.


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