viernes, 28 de octubre de 2011

Italia pone en evidencia el acuerdo de la UE al pagar un precio récord por su deuda

El Tesoro italiano ha conseguido hoy colocar 2.979 millones de euros en bonos a 10 años, con un interés que superó la barrera psicológica del 6%, lo que supone un récord desde la creación del euro. Este fuerte incremento en los intereses que los inversores exigen por la deuda italiana ha tenido lugar tras el esperado acuerdo de la UE para superar la crisis, lo que pone de relieve que la solución definitiva para dejar atrás los problemas de los países periféricos en los mercados de financiación aún no se ha logrado.

Junto a la recapitalización del sector financiero, los líderes europeos cerraron el miércoles un acuerdo para aliviar la situación de Grecia con una quita de su deuda del 50% -pendiente en cualquier caso de la banca- y, lo que es más relevante para Italia, con un refuerzo del fondo de rescate, que ahora superará el billón de euros. Este mecanismo de emergencia podrá, a partir de ahora, acudir en ayuda de los países bajo presión garantizando hasta un cuarto de sus emisiones de deuda, lo que permitiría reducir el coste de financiarse. Italia es el país que está más cerca está de estrenar las nuevas funciones del fondo.
El resultado de la subasta, además, ha reavivado las ventas de los bonos italianos ya emitidos que se intercambian en el mercado secundario, donde se calcula la prima de riesgo. Este indicador, el mejor para evaluar la confianza de los inversores en las finanzas de un país y que equivale al sobreprecio exigido a sus títulos a 10 años frente a los alemanes, ha subido hoy con fuerza. Así, tras mejorar ayer en unos 20 puntos básicos, hoy ha vuelto a subir en 16. Tras este repunte y con la rentabilidad solicitada para entrar en sus bonos en este mercado también sobre el 6%, la prima de riesgo de Italia volvía a superar los 380 puntos básicos.

Según ha informado el Banco de Italia en un comunicado, Roma adjudicó además este viernes bonos a 3 años y a 7 años en una subasta en la que, en total, consiguió recaudar unos 7.930 millones de euros en financiación, ante una demanda muy próxima al máximo de títulos de deuda ofrecidos. El país, que por detrás de Grecia es el socio del euro con más deuda pública (120% del PIB), afronta durante este último tramo del año un exigente calendario de vencimientos, lo que le obliga a aceptar los altos intereses que le piden los inversores para superar sus crecientes dudas si quiere seguir con la máquina en marcha.

El rendimiento más alto se alcanzó en la subasta de los bonos a 10 años, con un plazo que expira en marzo de 2022, de los que el Tesoro italiano colocó 2.979 millones de euros a una rentabilidad del 6,06%, 0,20 puntos porcentuales superior a la de la última oferta del 29 de septiembre. La demanda, por su parte, no fue excesivamente fuerte ya que se situó en 3.792 millones de euros, mientras que la cantidad que esperaba adjudicar se situaba entre un mínimo de 2.000 millones y un máximo de 3.000 millones de euros.

El repunte en los intereses por encima de la cota psicológica del 6% supone a su vez una señal de alarma para el país, ya que dado su elevado volumen de deuda, es más vulnerable al alza en los tipos que, por ejemplo, España, que mantiene su deuda por debajo del 70% del PIB. Esta es una de las razones, junto a la debilidad mostrada por el Gobierno de Silvio Berlusconi para sacar adelante las reformas y ajustes, que ha colocado a Italia en el centro de la diana de las sospechas de los mercados.

Junto a estos bonos, Italia adjudicó 810 millones en otros títulos a 10 años pero que ya estaban en circulación (vencen en septiembre de 2019) a un 5,81%. Junto a la deuda a largo plazo, Italia también ha emitido títulos a tres años, con los que ha colocado 3.083 millones de euros a un interés del 4,93%, superior en 0,24 puntos porcentuales al registrado en la última oferta el pasado 29 de septiembre. La demanda de este tipo de títulos fue de 4.177 millones de euros, frente a un mínimo ofrecido de 2.250 millones y un máximo de 3.250 millones de euros. Por último, vendió 1.000 millones a 7 años a un 5,59%. En este caso, la demanda se quedó a muy pocos millones de duplicar la oferta.

Con esta subasta, Italia, que ha vivido una semana complicada en términos económicos y políticos ante las exigencias de la Unión Europea (UE) de nuevas reformas al Gobierno de Silvio Berlusconi, cierra la tanda de tres jornadas de oferta de títulos, en la que ha conseguido recaudar unos 19.180 millones de euros. En todas ellas se ha visto obligado a subir el interés para seguir atrayendo a los inversores.

El BCE mantuvo la compra de bonos de los países bajo presión durante la semana

El Banco Central Europeo (BCE) ha adelantado esta semana tras los acuerdos de la UE la publicación de las operaciones de compra de bonos que realiza para ayudar a los países de la periferia del euro bajo sospecha, algo que normalmente hacía cada lunes. No obstante, como el martes es fiesta, la ha dado a conocer hoy. Así, del miércoles 19 hasta ayer, día 26, se hizo con títulos de deuda soberana de estos Estados-principalmente de Italia, pero también de España- por valor de 4.000 millones de euros, prácticamente como la semana anterior (4.490 millones de euros).

El BCE había reducido durante cuatro semanas consecutivas la cantidad de deuda soberana adquirida, que incluye sobre todo bonos españoles e italianos según los operadores del mercado, pero en las últimas dos semanas ha intervenido de nuevo de un modo un poco más agresivo. La entidad monetaria europea lleva actuando en el mercado secundario de deuda desde principios de agosto.

Ante el retraso de la UE y de los líderes de los países socios a la hora de aprobar las soluciones a la crisis y evitar el contagio de los problemas de Grecia al resto de la periferia, el BCE, que ha sido el gran olvidado en los acuerdos de esta semana en Bruselas, ha pasado a ejercer de verdadero salvavidas de los países bajo sospecha. Con vistas al futuro se prevé que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) le sustituya. Sin embargo, en los pactos no se exime explícitamente al BCE de que siga sacando la chequera en un futuro pese al rechazo explícito de Alemania a esta posibilidad.

El Pais

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