La rentabilidad exigida a los bonos italianos a 10 años se acerca peligrosamente al 7% tras la votación favorable al primer ministro y su prima de riesgo supera sus récords previos. -Las Bolsas moderan las subidas tras una mañana de euforia
08/11/2011
Silvio Berlusconi ha logrado superar la votación clave de hoy en el Parlamento sobre las cuentas de 2010 gracias a la abstención de la oposición. La aprobación presupuestaria, algo que siempre es bien recibido por los mercados financieros, ha tenido en esta ocasión, sin embargo, el desenlace opuesto. La paradoja se explica porque, pese a que el primer ministro ha salvado los muebles, ha quedado en evidencia la debilidad de su Ejecutivo. Así, si antes de la votación la Bolsa italiana prorrogaba el rebote de la víspera con subidas superiores al 2%, tras conocerse el desenlace ha echado el freno y, al cierre, las ganancias se han diluido hasta el 0,78%. En la deuda, la desconfianza de los inversores ha quedado más patente con el regreso a terreno negativo de los bonos italianos y el ascenso a máximos, por segundo día consecutivo, de su prima de riesgo.
En concreto, la rentabilidad exigida a los bonos italianos a 10 años volvía a subir con fuerza por la tarde tras la sesión en la Cámara y tocaba los 6,76%. Este nivel supone un récord desde que el país entró en el euro en 1999. De seguir así, el interés al que se intercambian los títulos a 10 años de deuda italiana podría rebasar en un futuro próximo la cota psicológica del 7% que, en el caso de Grecia, Irlanda y Portugal acabó suponiendo su rescate. En este caso, sin embargo, el tamaño de la economía italiana y su imponente deuda (1,8 billones, el equivalente al 120% de su PIB) es demasiado grande como para ser rescatada, según ha admitido hoy mismo la ministra austriaca de Economía, María Fekter.
Este repunte de los intereses reclamados por la deuda italiana ha provocado a su vez un ascenso de la prima de riesgo, que es el diferencial que mantienen frente a los títulos alemanes al mismo plazo. Este indicador, que es el considerado como el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un país, ha tocado por la mañana los 496 puntos básicos y repetía por la tarde en este nivel, desconocido a lo largo de la era euro. Por culpa de este ascenso, la distancia que separa a Italia de España en términos de prima de riesgo ha alcanzado máximo sobre los 100 puntos básicos. En este sentido, si el Estado italiano veía hoy subir el sobreprecio exigido a sus bonos, en el caso de España bajaba a 380 (4 puntos básicos menos).
En opinión de los inversores, la falta de apoyo de Berlusconi pone en duda la capacidad de su Ejecutivo para sacar adelante las ambiciosas reformas y duros ajustes para reducir el déficit que Berlusconi ha comprometido ante Bruselas. Y sin estas medidas diseñadas para devolver la sostenibilidad fiscal a la tercera economía del euro, el Banco Central Europeo, convertido en el salvavidas de los periféricosdel euro con su programa de compra de bonos, ya ha advertido de que más pronto que tarde cancelará esta ayuda. El viernes, Berlusconi afronta otra sesión clave en el Parlamento con una moción de confianza mientras las peticiones de dimisión ya llegan incluso desde sus socios de la Liga Norte.
En las Bolsas, además del frenazo en Milán, el principal selectivo de la Bolsa española, el Ibex 35, ha pasado de subir cerca de un 2% a cerrar con un leve repunte del 0,50%, suficiente para volver a situarse sobre los 8.500 puntos tras perderse ayer el rebote generalizado en las plazas de referencia internacionales. En el resto de Europa, París se ha situado al frente de las subidas con un alza del 1,28%. Por detrás, Londres ha remontado un 1,03% y Fráncfort un 0,58%. Al acabar la jornada en Europa, Wall Street caía un 0,28%. En el mercado de divisas, el euro ha recuperado los 1,38 dólares.
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