Marco Antonio Moreno /25 de julio del 2012
La caída del PMI de
Alemania a su mínimo de 37 meses no hace más que confirmar lo que hemos
señalado aquí y aquí:
las políticas de los líderes europeos no han podido revertir el derrotero de la
crisis y ahora es Alemania la que es espoleada con los magros datos de
su producción manufacturera y la amenaza de recibir una perspectiva negativa ya
anunciada por Moody’s.
El índice
flash Markit del PMI compuesto bajó a 47,3 puntos en julio
desde los 48,1 de junio, completando seis meses de descenso continuo y
ubicándose en su menor nivel en 37 meses; el área de servicios descendió a 49,7
puntos desde los 49,9 del mes anterior completando diez meses de descenso
continuo. Mucho más acentuada fue la caída del índice manufacturero, que
descendió a 43,3 puntos desde los 45 puntos de junio, situándose en su menor
nivel en 37 meses.
La caída en la producción
manufacturera de Alemania demuestra que Europa ha ingresado a una
fuerte recesión dado que a cuatro años del estallido de la crisis
ninguno de los grandes temas de la unión monetaria ha sido resuelto y el
deterioro de la zonaeuro se ha potenciado brutalmente con los planes de
austeridad. Al mismo tiempo, los recortes aplicados a mansalva han precipitado
la destrucción de lo poco que quedaba en pie tras cuatro largos años de crisis.
En todo este tiempo, solo se han inyectado billones de euros a la banca que
lejos de ingresar a la economía real han sido licuados hacia
los paraísos fiscales vía evasión fiscal y fuga de capitales.
Con estas acciones no hay modo
de cercar el círculo de acresión de la crisis que cada día empuja hacia un
cráter más ancho y profundo. Esta vez, la caída de Alemania amenaza con hundir
a toda Europa, y en su arrastre lastrará también a las economías asiáticas dado
que el temblor europeo ha comenzado a cerrar fábricas en estos países.
Aunque las simulitudes y
simetrías con lo ocurrido el año 2008 son bastante abundantes (la quiebra de
Lehman Brothers de 2008 podemos compararla ahora con el “derrumbe controlado”
del sistema bancario mundial), también existen diferencias cuantiosas y es que
esta vez no habrá refuerzos ni planes de estímulo como los de entoces. Hoy la
economía mundial se encuentra totalmente debilitada para enfrentar una nueva
recesión, y se ha abandonado la esperanza de ver la luz al final del túnel en
un tiempo corto. Ahora estamos dentro del túnel, a ciegas, y con las luces
apagadas.
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