Más de 4.000 de los que han salido fuera del país ante la falta de expectativas laborales se suman a la consigna 'No nos vamos, nos echan'. Movimiento que denuncia a la élite burócrata-financiera, llama a la resistencia y esclarece del porqué (al tratarse de un mal endémico del sistema) su suerte no será muy distinta en otros lugares.
Luis Giménez San Miguel /03/03/2013
Daniel Hernando es un joven de 22 años que vive en la ciudad de Linyi,
en China. Estuvo buscando trabajo año y medio tras acabar su carrera de
magisterio. Acudió a todos los centros privados y concertados del País Vasco y
Navarra a dejar su currículum pero nunca le llamaron. La enseñanza en el sector
público estaba completamente cerrada por lo que la única opción real que le
quedaba era emigrar. Hizo las maletas y se fue a vivir a China, pues allí tenía
la oportunidad de optar a un trabajo más digno que en el lugar donde nació.
"No me agrada tener que estar a medio mundo de distancia de mi hogar, pero
es la mejor opción que tengo. Si pudiera volver y tener un trabajo de maestro,
volvería. Pero eso es inimaginable ahora mismo".
Otro caso es el de Juan José, un ingeniero técnico en informática de
gestión de 26 años que se fue a Alemania porque "¿para qué quedarse en
España? ¿Para ganar una miseria de prácticas en Madrid o Barcelona y trabajar
jornadas interminables en una cárnica?". O el de Rosa Díaz, de 24, que se
fue Francia a buscar trabajo de profesora y sigue parada. Son sólo algunos de
los más de los 4.000 puntos que aparecen contando su historia en el mapa web de nonosvamosnosechan.net y que han
ido rellenando jóvenes esta semana después de que el colectivo Juventud Sin
Futuro lanzara esta iniciativa a través de las redes sociales "que
denuncia la situación de exilio
forzoso de la juventud precaria".
El número de españoles que residen en el extranjero, como ellos mismos
recogen, ha crecido un 5,5% desde el inicio de la crisis económica en 2008.
Según datos del INE, en 2012, han sido 302.623 los jóvenes (entre 15 y 29 años)
con nacionalidad española que residen en otros países, mientras que en 2009
eran 242.154, sin contar a los emigrados que no se apuntan en los consulados,
que son la mayoría en el caso de los jóvenes. Se estima que cada semana emigran
varios miles. Aunque los datos se riñen en la actualidad, la realidad es que
hay una generación que creció en los tiempos de bonanza económica, los del
"ladrillazo" y las hipotecas, y a los que se les prometió un futuro
prometedor. Pero cuando han crecido se han encontrado que lo que les aguardaba
eran trabajos precarios o paro.
Pero hay algunos de estos jóvenes que no se resignan y, con el impulso
de las movilizaciones contra los recortes y las políticas de austeridad del
Gobierno de Rajoy, quieren que también se oiga su voz. Por eso, desde el
colectivo Juventud Sin Futuro, que se dio a conocer en abril de 2011 con una manifestación bajo el lema "sin
casa, sin curro, sin pensión, sin miedo" y que posteriormente fue impulsora del
15-M junto a Democracia Real Ya, han decidido sacar esta campaña a través de
las redes sociales para visibilizar el drama de estos miles de jóvenes que se
han marchado a trabajar a otros países bajo el lema No nos vamos, nos echan. Es lo que denominan el "exilio". En muchos casos, para
trabajar también en precario.
Lo que quieren es "desmentir el discurso que nos ofrece el
gobierno, de que es nuestro espíritu aventurero el que nos hace marcharnos en
búsqueda de un futuro mejor, no nos vamos, nos están echando. Vemos cómo éste
no es país para jóvenes, con la tasa de paro juvenil más alta de toda la Unión
Europea y dónde la única alternativa que nos proponen es poder encadenar
contratos en práctica ya sin límite". Así lo explica Andrea Raboso, una de
las organizadoras de la campaña. Más indignados que hace dos años, pues han
sufrido una reforma laboral y el paro juvenil ha aumentado desde que salieron
por primera vez a la calle, han
vuelto a convocar una manifestación en
la misma fecha, el 7 de abril.
Como venimos denunciando desde hace mucho tiempo, este no es país para
jóvenes: su austeridad, sus políticas y su crisis nos obligan a irnos, cada día
de una forma más evidente. Vuelven inaccesible la educación para miles de jóvenes
y convierten el transporte público en un lujo para muchas inalcanzable",
como explica el colectivo en el comunicado colgado en su página web. Añaden
además que en el extranjero no está el paraíso laboral, pues "la
precariedad es un mal endémico en toda Europa, se sufre igual en inglés, alemán
y francés que en castellano".
De momento, la campaña ha tenido "muy buena acogida en las redes
sociales", pues en tan sólo dos días hen recibido más de 4.500 historias
diferentes y más de 150.000 visitas en la página, como explica Raboso, pues han
recibido mails de apoyo a la iniciativa de prácticamente todos los lugares del
mundo. De cara a la manifestación, esperan contar con el apoyo de los jóvenes,
ya sean trabajadoras, desempleadas o estudiantes, pero también del resto de la
sociedad porque están convencidos de que es un problema "que afecta a todos".
Además, se están organizando con aquéllos que les han escrito desde el
extranjero para que haya acciones de protesta en muchos países más. Frente a
las medidas de austeridad, lo que estos jóvenes están pidiendo son
"alternativas para un futuro, acceso universal a la vivienda y un empleo
digno".
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