domingo, 15 de septiembre de 2013

Economía sin política: un síntoma catastrófico del abandono de la lucha entre burguesía y clase obrera

Gracias al blog CAMBIAR EL MUNDO accedimos al presente artículo de actualidad en dónde se plantea sumariamente los problemas fundamentales de la economía capitalista resaltando el caso español y desmitificando el divorcio entre Política y Economía que caracteriza a la economía burguesa.

Jesús M. Rodriguez Mesas /15 de junio del 2013

Sí, la volatilidad ha vuelto a las divisas y parece que esta vez ha vuelto para quedarse y, todo ello, porque el mundo de la inversión, ha tenido un momento de inspiración: en una época de divisas sin  ningún respaldo y con una demanda debilitada, el país que más devalúe su moneda será el rey.


Con la llegada al gobierno en Japón el pasado mes de diciembre del Partido Liberal Demócrata (LDP) arrancaron las guerras de divisas en todo el mundo...¿Alguien puede permitirse quedarse fuera?


Esta introducción que tomo del blog  Crisis del XXI, un muy buen blog, bien presentado y lleno de interesantes artículos me espolea a tomar posición sobre un tema, que con mayor o menor acierto es recurrente en mis apuntes, porque salvo algún artículo de algún economista, difícilmente se encontrará alguno que abiertamente tome posición contra el sistema, porque, genéricamente, todos eluden reconocer que el sistema ya no es el soporte material que impulsa al conjunto de la sociedad, sino que beneficia solo a un exclusivo y reducido grupo de burgueses, el capital financiero internacional, ese escaso uno por ciento global que posee y se reparte la propiedad del planeta, ante el silencio cómplice de todos los que abandonaron los principios para tener cabida en el sistema, por eso es importante volver a la senda de los principio, para dejar claro que no habrá progresión para la sociedad sin enfrentarse a la agonía de un sistema que solo se sostiene porque aquellos que tienen los conocimientos capaces de transformar a las huestes doloridas en la fuerza creadora, se arrugan  empequeñeciéndose por el colosal desafío que supondría la deconstrucción del sistema. Nótese  que hablo de deconstrucción, desmontar el sistema, porque al igual que el artificiero que se enfrenta a la tarea de desactivar una bomba, la infraestructura social y productiva que le da soporte, ha de ser desactivada con el conocimiento y la inteligencia necesaria para salvaguardarla para el disfrute social.

La propia descripción hecha por el bloguero la reduce a la competencia devaluadora, en la que no se tiene en cuenta que la devalución la soporta, en primer término la fuerza de trabajo, y en términos generales, el conjunto de la sociedad a la que empobrece, pero el ejemplo más claro de esto que digo lo representa y expresa magistralmente la ofensiva del capital financiero internacional contra el euro, el cual no se devalúa sino que lo que se devalúa directamente es la fuerza de trabajo de la ciudadanía-trabajadora en su conjunto, -recortes sin límites- porque de este modo el mensaje que se emite es el sutil mensaje de quienes son los que mandan: el superimperialismo, ese conjunto de 147 empresas en las que están todos los grandes bancos del mundo interconectados a través de la participación accionarial, revelando así un poder de configuración de la economía mundial incontestable, razón por la cual entrar en una espiral de competitividad para facilitar la exportaciones es hacerles el juego a los mercados, que de ese modo siguen imponiendo la norma, y que dada la calidad del blog, al que supongo un ánimo militante, simplemente comenta el hecho sin entrar en precisiones.

El sistema está agotado

¿Qué quiero decir conque el sistema está agotado? El modo de producción de mercancías ha tenido un largo recorrido histórico durante el cual, ha impulsado el desarrollo de las fuerza productivas, que a partir del comienzo del siglo xx ha sido de una progresión creciente. En ciento trece años, vistos en conjunto, la sociedad ha dado un salto enorme, como nunca antes se vio en la historia humana. La aplicación de la ciencia a la producción y a los procesos de producción ha sido de tal magnitud que las fuerzas productivas, en este proceso, se han convertido en antítesis adquiriendo el poder de destruir varias veces el conjunto de la vida en el planeta, porque la gran industria que es la principal industria en la que tiene cabida la aplicación de la ciencia y la tecnología de vanguardia a la producción, está controlada por ese grupo que es el complejo militar-industrial-internacional, y que se asegura de ese modo el control de la producción, apartando, separando la capacidad de las fuerzas productivas de generar utilidad para el conjunto social.  

Tal desvirtuación del objetivo del modo de producción -impulsar el desarrollo y crecimiento de las fuerzas productivas- es lo que dispara las contradicciones sociales haciendo que estas entre en conflicto de modo que exacerba la hostilidad entre expropiadores y expropiados, y este enfrentamiento ya no se puede cerrar con los instrumentos que la sociedad se dotó -la superestructura  jurídica y política- porque hacerlo aceptando unas normas reveladas como claramente injustas, torcidas en favor de la clase de los propietarios, dejaría abiertamente sin valor el principio sobre el  cual se eleva la sociedad de nuestros días: el poder reside en el conjunto de la sociedad, y no en una clase social, por lo tanto, la fuerza legitimadora queda desvirtuada.

Esta desvirtuación estaría en la base teórico-política que conforma el sentido del modo de producción, pero el asunto es más complejo de lo que aparenta porque la demostración exigiría de pruebas que van más allá de las que se pueden expresar en un apunte, y que de parte de la clase desposeída podrían ejercer los sindicatos disponiendo de una base de datos que no se elabora porque se volvería contra las mismas direcciones que compadrean con los expropiadores, negociando las migajas, siendo por esto, por lo que la economía aparenta una desconexión de la política, aparentando objetividad.

Más sin embargo, sería relativamente fácil de comprobar.  Según investigaciones sin contrastar, pero perfectamente posible de evaluar su trazabilidad, el conjunto de la economía actual se desglosa en un 70 por ciento de especulación y un 30 por ciento de economía productiva. Solo el mercado de divisas mueve diariamente entre 3 y 4 billones de dolares, algo perfectamente posible de comprobar estadísticamente, por lo tanto con una trazabilidad, mientras que el mercado de mercancías -bienes y servicios- de uso cotidiano estaría muy lejos de esa cifra (30 000 000 000 al año), por eso cuando he dicho en algún apunte que el sistema se ha especializado en la fabricación de la mercancía dinero mediante la especulación financiera, que únicamente puede utilizar, como valor de uso, la burguesía, -corporate class- mientras que la sociedad solo puede utilizar el dinero como valor de cambio, significa que de este modo, los expropiadores controlan al conjunto de la sociedad, sin que desde ningún lugar salga una reflexión sobre el sentido de mantener un sistema que pudre, vicia, envicia la convivencia de los seres humanos, en los grupos humanos, legales y/o ilegales pretenden remedar al sistema, porque de ese modo se aseguran su dominio, solo en su exclusivo beneficio.

El lado que muestra la cara más canalla de la finalidad del sistema, el enriquecimiento, la ganancia como meta y objetivo, se expande así, con la proliferación de los paraísos fiscales, pero el dato que quiero destacar no es este, el dato que considero sintomático es la proliferación, en todo el mundo, de bancos y personajes de control de las finanzas implicados en delitos financieros -Goldman Sachs, HSBC, Deutsche Bank, Lagarde (la lista no pretende ser exhaustiva, solamente indicar)-, en otros términos, las propias normas, que revestían de honestidad al sistema, ante unas relaciones de producción nuevas y superiores, se convierten en un corsé asfixiante, que impele a los implicados a eludir la norma. Este conjunto de datos es lo que viene a indicar que el sistema, históricamente está acabado, y solamente falta que la intelligentsia global, haga del concepto bandera de combate.

El expediente España

No sería posible hablar de normas que se eluden sin mencionar a España, puesto que en los últimos meses y semanas, el desvelamiento de casos de corrupción que una sociedad perpleja, empieza a conocer, solo tiene de novedoso el hecho de ser casos tan antiguos que la ley los considera fuera de plazos para ser juzgados, quedando, de este modo, sobreseídos, sin embargo, y precisamente por la veteranía de corruptores y corruptos de la clase dirigente, y porque el proceso continua vivo, con casos recientes, que afecta a la propia cabeza del Estado, que ni la propia oposición es capaz de situar correctamente, en el plano sociológico, y por tanto, sin política alternativa, porque un largo ejercicio de economía sin política ha demostrado así, que cualquier reforma que no sea la reconversión estructural del Estado, no será otra cosa que cosmética para el disimulo, porque la reforma estructural del Estado trastocaría la relación de fuerzas en un ámbito que traspasa las propias fronteras, que España se convierte -¿Tal vez como en otra época?-, en piedra angular de la situación política europea, revelando de este modo la globalidad del sistema.

Política y Economía: ¿Qué hacer?

El deterioro económico general que sufre la sociedad actual, salvando las diferencias entre las diferentes nacionalidades, es tan profundo como en otras épocas, que dieron lugar a conflictos bélicos, sin embargo existen diferencias notables que suponen un salto cualitativo respecto de otras épocas anteriores.

Los conflictos bélicos han sido, cuando el ámbito ha traspasado el área de influencia de las grandes potencias, el motivo para deshacerse mediante la destrucción del material sobrante, buscando en la lucha definir los límites de los respectivos mercados, dando al mismo tiempo un impulso a la aparición de nuevas fuerzas productivas, sin embargo, ante la crisis actual, no menos profunda que la del 29, del pasado siglo xx, pero más silenciada y menos aireada que aquella, el material sobrante, parece más útil reciclarlo, que buscar achatarrarlo en el proceso bélico, mucho más caro y costoso, y aunque siempre, en una situación como la presente, hay que estar vigilantes porque conflictos bélicos localizados, pueden ser una salida buscada por el superimperialismo de las 147 empresas, para distraer a la ciudadanía, toda vez que el mercado ya está definido y aceptado y los ajustes quedarían muy limitados sin aportar cambios esenciales, no obstante, el efecto bélico es muy fácil de manipular para apartar la mirada del foco principal. Esta sería la característica más importante: el mercado ya está configurado, aceptado y definidoque se complementa con esta otra.

La novedad intrínseca de esta crisis sistémica estriba en que desde el comienzo se planteó como la defensa mundial de la banca frente a la sociedad, y que en frase de sincero temor hizo exclamar al personaje asombrado aquello de reinventar el capitalismo que francamente y a su pesar, probablemente, situó la dimensión del problema en su término exacto y concreto, razón por la cual, sino se aborda con este criterio, no se hará otra cosa que seguir pudriendo una situación sin posibilidades de mejoras, porque para que estas se produzcan hay que poner en primer término la defensa de la sociedad y en función de esta, la economía, pero, ¿Qué economía?

La sociedad y el individuo colectivo

La sociedad es la clave para entender que clase de política demanda una nueva etapa en el avance de la historia humana, y el hecho de que la sociedad esté presente a lo largo de todo el proceso sin tener voz propia hace que sea subestimada, incluso por los que se reclaman socialistas, por eso es clave, para lograr una transformación profunda poner en valor a la propia sociedad, porque esta es creadora de valor, un valor ella misma, pero elevar este concepto a la altura de bandera de combate que es lo que significa poner el modo de producción al servicio de la sociedad, y no del mercado ha de concretarse en qué economía queremos que se inviertan los billones de dolares ocultos en los paraísos fiscales, que solo sirven para corromper y pudrir a los gobiernos y disparar la especulación, que eso es lo que significa hacer del dinero valor de uso, y esa economía receptora de capital fijo, que no se recuperará a corto plazo, es la obra pública creadora de la infraestructura necesaria para evitar que las crecidas que inundan y destruyen medios de vida, sobre todo, de la población más expuesta; tal cosa no es otra que la canalización, depuración y depósito de las avenidas, combinándolas procesos hidroeléctricos para obtener energías limpias, algo perfectamente posible pero, desde el concepto de economía sin política, economía objetiva, prohibitivo, sin embargo este tipo de infraestructuras para disponer de energías que hagan de la convivencia ciudadana un proceso de armonía, rompería la entente cordiale entre las burocracias sindicales y políticas de los que abandonaron los principio porque eran un obstáculo  para llegar a acuerdos concretos.
    
Es ocioso decir que este cambio de chip no lo harán las viejas direcciones socialdemócratas, ni los viejos sindicalistas acomodados a los procesos de negociación, ni siquiera los comunistas hundidos con su ilusión de la coexistencia pacífica y del socialismo en un solo país, ni siquiera yo, que soy un viejo atípico, un bicho raro, lo harán las jóvenes generaciones, preparadas pero sin futuro, que dominan idiomas, que utilizan la red, que entienden que lo legal es compartir, colaborar, apoyarse, serán ellos, y habrán de dotarse de los instrumentos políticos necesarios para hacerlo, y si en este proceso los partidos políticos de la izquierda no son capaces de ver que será de este modo, porque los acontecimientos les están pasando, y ellos los partidos y sindicatos de clase se dejan arrastrar por los acontecimientos sin ser capaces de darles expresión y sentido, por doloroso que sea la reliquia, estará bien que la corriente se la lleve.

Europa                                                                          

El gobierno de hecho, en el mundo son las 147 grandes empresas. Este entramado económico que configura el conjunto de la economía, sabe que su sistema es inviable para dominar al conjunto humano, pero a diferencia de épocas pasadas, no puede acudir a la guerra, primero porque el mercado está configurado, delimitado y aceptado, es el conjunto del mundo, por eso su opción es el empobrecimiento, algo también previsto por Marx, pero, deliberadamente olvidado, porque el empobrecimiento es buscado a conciencia, y segundo, es imprescindible el divide et impera romano, esto es la ficción nacional, el mantener las nacionalidades, cuanto más hostil sea la relación más seguridad para el conjunto del capital financiero, por eso, se instituyo el euro al margen de un gobierno central, porque un gobierno central europeo hubiese tenido que responder ante los europeos, pero eso suponía un serio peligro para el sistema.

El gobierno de hecho, en el mundo son las 147 grandes empresas, un buen porcentaje de ellas europeas, muchas de ellas, con sede en Europa, pero el gobierno de hecho, en el mundo, se hace desde Washintong DC, por eso, podemos ser espiados, los ciudadanos del mundo, y por eso Europa se encuentra indefensa frente a las prácticas fisgonas de Estados Unidos, no menos que los propios estadounidenses, porque esta Europa es una ficción, sin embargo, y dado que el gobierno de hecho del mundo no tiene interés en ser gobierno de derecho, para eso tiene sus peones, sus gobiernos nacionales, yo llamo a luchar por los Estados Unidos de Europa. Me parece muy positivo el paso dado por el Front de Gauche, Syriza, El Bloco, Izquierda Unida, etc., pero su acción es lenta, como digo más arriba, los acontecimientos los arrastran, no van por delante, como mucho van con la corriente.

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