EEUU no se beneficia ni perjudica a China politizando el cambio del yuan
Shi Jianxun
Según se aproximan los comicios presidenciales de EEUU, algunos políticos estadounidenses han retomado el tema del tipo cambiario de la moneda china para ganar espacio electoral. El 3 de octubre, el Senado estadounidense aprobó una votación de procedimiento para impulsar la Ley de Reforma para la Supervisión del Tipo de Cambio Monetario de 2011, según la cual el Gobierno estadounidense estará autorizado para instar a China a revaluar su moneda, el renminbi o yuan chino, y poner en marcha un proceso que conduzca a la imposición de aranceles punitivos a las importaciones de China, si ésta rehusa la petición estadounidense. Este proyecto de ley hegemonista ha despertado una enérgica oposición en China, además de que sectores políticos, comerciales y de prensa estadounidenses han expresado dudas, e incluso desaprobación, al respecto.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó en una rueda de prensa sus "preocupaciones" por que la controvertida iniciativa no se corresponda con las obligaciones comerciales internacionales de EEUU, ni logre el apoyo de la OMC. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se pronunció en contra de la iniciativa, ya que "resulta bastante peligroso impulsar una legislación en el Congreso de Estados Unidos que fuerza a alguien a abordar el valor de su moneda" y "esto va más allá de lo que el Congreso debería hacer”. Rick Perry, gobernador de Texas y candidato a las primarias republicanas, también se declaró en contra de la iniciativa. The New York Times comenta en una nota que la ley traerá mayor perjuicio a la economía estadounidense y nuevos conflictos a las relaciones con China. The Washington Post publicó un artículo bajo el título de “Castigo a China: lo ganado no compensa lo perdido para EEUU”. Más de 50 empresas industriales y comerciales estadounidenses se han declarado opuestas a la iniciativa de ley.
Es bien sabido que la actual situación comercial chino-estadounidense es el resultado de los ajustes de la división y estructura industriales del mundo. El comercio de servicios es rentable para EEUU, y una considerable parte de los déficits del comercio de mercancías de EEUU con respecto a China proviene de la transferencia comercial de otros países del Este Asiático. Las restricciones estadounideses a la exportación de productos de alta tecnología a China también constituye otra importante causa. Es aún más absurdo el atribuir la alta tasa de desempleo estadounidense a China. Desde 2005, la moneda china se ha revalorizado en cerca del 30 por ciento con respecto al dólar, y la tasa de desempleo de EEUU en el mismo periodo se ha incrementado de 7 a más del 9 por ciento. Esto demuestra que una mayor revalorización del renminbi es incapaz de resolver el problema de desempleo de EEUU. La obligación de la revalorización de la moneda china es errónea y no propiciará ganancias para quienes la imponen, ni perjudicará a otros. Una nueva revalorización del yuan chino contribuiría a trasladar a otros países los déficits de EEUU en su comercio con China. Como consecuencia, EEUU se vería obligado a importar mercancías de más alto coste desde otros países manufactureros, lo que haría elevar el precio en EEUU, aumentaría la carga de los consumidores e impediría la recuperación económica de EEUU y el mejoramiento del bienestar de su pueblo.
Han pasado tres años desde el estallido de la crisis financiera provocada por los oligargas financieros estadounidenses, la economía del país norteamericano se ha venido recuperando lentamente y la tasa de desempleo se mantiene alta, lo que ha incrementado el descontento popular en el país. Las manifestaciones callejeras en Wall Street tienden a ampliarse, lo que demuestra la división social del país y refleja la indignación popular por la difícil situación económica y la caótica situación política de EEUU. Al recurrir al tema tema del tipo cambiario de la moneda china para desviar el descontento público, algunos políticos estadounidenses tratan de eludir su responsabilidad, trasladar las contradiciones internas y ganar las elecciones. Sus esfuerzos para hacer a otros pagar los platos rotos y politizar el problema económico no tendrán éxito, sino que agravarán los problemas políticos y economicos de EEUU.
Actualmente, la crisis de las deudas soberanas de EEUU y Europa va de mal en peor, y la economía mundial se encuentra en un momento crucial, complicado, sensible y cambiable, por lo cual se requiere que China y EEUU aúnen sus esfuerzos por la recuperación económica global. Las medidas punitivas unilaterales estadounideses sobre el tipo cambiario de la moneda china, que están en contra de los principios y los reglamentos de la OMC, harán más agudas las disputas comerciales y perjudicarán el comercio bilateral y la economía mundial. El autor de este artículo desea que el Gobierno, Congreso y personas clarividentes de EEUU tengan en consideración la situación general de cooperación económica y comercial entre ambos países y los intereses estadounidenses, abandonen el proteccionismo, dejen de tomar medidas legislativas para presionar a China, eviten una nueva escalada del problema del tipo cambiario y la extensión del proteccionismo comercial, que ambos lados mancomunen sus esfuerzos para mantener un satisfactorio desarrollo de las relaciones bilaterales y contribuyan a promover el crecimiento vertiginoso, equilibrado y sostenible de la economía global.
(El autor del artículo, Shi Jianxun, es comentarista del Diario del Pueblo, director del Instituto de Finanza y Mercado Bursátil y catedrático del Instituto de Economía y Administración de la Universidad Tongji)
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