Edmindo Fayanas Escuer 24/07/2012
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El economista neoliberal
Joseph Schumpeter decía “todo sufrimiento social cumple de algún modo un
objetivo económico necesario y que sería una equivocación mitigar ese
sufrimiento aunque solo sea ligeramente”.
Como dice Ignacio Ramonet “el capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con el objetivo claro de acabar con los programas sociales del estado del bienestar implementado después de la II Guerra Mundial y de la que Europa es el último santuario”.
Como dice Ignacio Ramonet “el capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con el objetivo claro de acabar con los programas sociales del estado del bienestar implementado después de la II Guerra Mundial y de la que Europa es el último santuario”.
Rajoy está aplicando políticas
salvajes de austeridad, que llega al sadismo social, sólo por sus criterios
políticos, que no económicos. Nos damos cuenta que a la crisis económica y
financiera se suma la carencia de un gobierno sin legitimidad alguna, en la que
la mentira se ha convertido en su leiv motiv.
Como dice el editor del
Financial Times Martin Wolf “el objetivo de estos recortes en España tiene poco
que ver con recuperar la economía española y sí con que se pague a los bancos
europeos”. Si hay alguna duda el consejero económico alemán Peter Boofinger
dice “las ayudas a la banca no tienen que ver con el intento de ayudar a tales
países en sus problemas, sino ayudar a nuestros bancos que tienen gran cantidad
de deuda de aquellos países”. Más claro agua,
Rajoy es responsable del
desastre actual. Destaca por su torpeza en la actuación en Bankia. Ha defendido
mal la situación española ante la Unión Europea, siendo amonestado por las
estupideces y mentiras en sus declaraciones. Ha realizado un necio negacionismo,
pretendiendo hacer pasar un rescate de gravísimas consecuencias para la
economía española como si fuera un crédito barato y sin condiciones. Rajoy
despachó el tema diciendo “lo que hay es una línea de crédito que no afecta al
déficit público”.
Siempre he sido un defensor
del proyecto europeo, pero muy critico con los gobernantes de la Unión Europea.
Fui contrario a la Constitución europea que nos proponían, como también me
opuse al Tratado de Maastrich. Ante la situación actual solo tenemos dos
alternativas: seguir en el euro hasta que nos maten, o salirse y volver a la
peseta. Veamos
¿Qué va a pasar si seguimos en
el euro?
La Unión Europea nos ha
señalado el camino al infierno. Grecia ya está en él y camino va Portugal.
Ahora nosotros empezamos a recorrerlo. Llevamos tres o cuatro recortes ya y
cada cual más irresponsable ¿Ha servido para algo?
Ahora nos aplican un nuevo
recorte salvaje de 56.000 millones de euros. En octubre como no valdrá este
recorte, nos vendrán con uno nuevo más duro, tocando las pensiones, bajando más
la cobertura del paro…… Este es el camino marcado cada vez con menos derechos y
dinero por nuestro trabajo. Se ve clarísimamente en Grecia y en Portugal ¿Les
sirve para algo? Sí, para estar cada vez peor. El euro está muerto y nos
quieren muertos con él.
Nuestro país debe
aproximadamente el 350% de su PIB, del cual el 75% es deuda pública con niveles
adecuados y menores que, por ejemplo Alemania, Francia e Italia. Por eso no
tenemos un problema de deuda pública que es lo que nos cuentan y sin embargo
tenemos un problemón con la deuda privada que es el 275% del PIB. Hay una
realidad incuestionable y es que España no puede pagar semejante deuda.
Como dice el economista Pedro
Montes “hay un momento en la vida de los deudores en que la deuda los devora.
Por elevada y costosa ya no pueden hacerla frente y esto vale para familias,
empresas, bancos, Estados y países. Nuestro país ya está devorado por la
deuda”. La realidad es que la economía española no es capaz de generar los
recursos para pagar la deuda privada. Las actuales políticas de reducción del
déficit, nunca serán suficientes para pagar lo que debemos.
Los países rescatados no se
liberan de sus deudas, sino que estas aumentan y se hacen cada vez más costosas
e insoportables, implicando una agonía sin fin. El euro en la actualidad es un
proyecto muerto, en su defunción nos lleva al infierno y en consecuencia a un
sufrimiento social inasumible. El euro ha sido el causante de que España se
haya desindustrializado y especializado en servicios y construcción. Cuanto más
tardemos en salirnos más difícil es la recuperación de nuestra economía
Debemos saber que a los que
planteemos salirnos del euro nos van a demonizar, Alemania en primer lugar, y
nos lloverán todo tipo de amenazas apocalípticas, como hemos visto
recientemente en las elecciones a Grecia. Dentro ya tendremos a los dóciles
PP/PSOE para hacerles el trabajo de provocar miedo, cuestión vital dentro del
esquema neoliberal de la UE. La realidad económica siempre acaba imponiéndose.
¿Qué pasa si nos salimos del
euro y volvemos a la peseta?
La única alternativa para
salvar algo de nuestros muebles es volver a la peseta ¿Qué pasaría si
volviéramos a la peseta? Veamos.
Actualmente hay un 30% de la
población española que quiere ya volver a la peseta. Si volvemos a ella, lo
primero que tenemos que hacer es declarar un default parcial, es decir,
diferenciar entre deuda legitima e ilegitima. Se calcula que la deuda legitima
rondaría el 45% del total de la deuda, mientras que la ilegitima que no se
pagaría rondaría el 55%. Este es el miedo de la Unión Europea y Alemania.
La segunda cuestión es ¿qué
valor debería tener la peseta? Actualmente debería tener una devaluación de un
25%, es decir un euro unas 225 ptas y un dólar unas 180 ptas.
Está devaluación haría muy
competitiva a nuestra economía, fundamentalmente al sector turístico y al
sector de la exportación que crecería un 20% y que dinamizaría mucho nuestro
mercado laboral, y el tejido industrial. Podríamos controlar nuestros tipos de
cambio, nuestra inflación y tendríamos un Banco de España que sí defendería
nuestra moneda y mejoraría la balanza comercial al vender más. Compraríamos
mucho menos al exterior. Éste ha sido uno de los grandes problemas económicos.
También tendría su lado
negativo, serían dos años muy duros y después veríamos el final del túnel como
sucedió con otros países y como hemos visto en Islandia. Por un lado se
encarecerían mucho las importaciones y aumentaría nuestra factura energética.
En un primer momento sería la situación difícil donde el cambio euro a peseta
se generaría un espacio temporal crítico a nivel financiero con restricciones
financieras para evitar las fugas de capitales y en general un empobrecimiento
del país, pero menor que el que nos genera el euro actual y lo que nos queda de
su camino por recorrer.
En la historia de España ya
hemos asistido a varios default. Varios países asiáticos hace diez años pasaron
por algo parecido y salieron, y si seguimos el camino de Islandia donde se negó
a pagar las deudas de sus bancos hace cuatro años vemos que ya está creciendo
al envidiable 2,5%, aunque pasaron dos años muy duros pero han recuperado su
libertad, la soberanía y los instrumentos de política económica.
Desde aquí quiero hacer un
llamamiento a Izquierda Unida para que al igual que se opuso al Tratado de
Maastrich, cambie y abandere la salida del euro y dé contenido político a ese
30% de la sociedad española que ya demanda la salida del euro. Los partidos
PP/PSOE/CIU seguirán con la cantinela de más Europa y más cesión de soberanía
económica y política ¿Para que más Europa? Para tomar mas aceite de ricino. Su
camino es claro, el infierno económico y social del país, donde solo interesan
los resultados de los bancos alemanes, franceses y holandeses.
Hay una gran cobardía en las
posiciones de estos partidos negándose a ver la realidad actual. Izquierda
Unida debe articular la salida del euro y llevar el debate a los progresistas y
a toda la sociedad y establecerr a su alrededor con una gran flexibilidad
organizativa a todos los que no queremos seguir en el euro.
Empecemos a analizar todo esto
y entre todos salgamos adelante.
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