Michael Roberts /10 de febrero del 2013
Es una historia de
nunca acabar. El sector bancario mundial sigue revolcándose en un lodo de
escándalos, corrupción y mala gestión. Y continua sin satisfacer su supuesto
objetivo, a saber, proporcionar liquidez y crédito a los hogares para comprar
artículos caros (o incluso cubrir sus gastos mensuales) y a las empresas para
que puedan pagar por el capital y la inversión que necesitan para crecer. Y sin
embargo, en 2012, los precios de las acciones de los bancos se han disparado
por encima del 25%, más que los índices de los mercados de valores en auge.
Durante el colapso
financiero de 2008, el sector bancario de los EE.UU. tuvo que descontar 600
mil millones de dólares en activos y su valor bursátil cayó en 1 billón de
dólares. Sin embargo, las autoridades (de la Reserva Federal y el Tesoro),
"en nombre de los contribuyentes, rescataron a estos bancos errantes con
dinero en efectivo, garantías y préstamos por valor de más de 3 billones de
dólares. Ahora, con la recuperación supuestamente en marcha, hay menos bancos,
pero son más grandes y vuelven a sus viejos trucos, igual que antes.
Ahí están los bancos
del Reino Unido: Barclays ha sido multado con 450 millones de dólares por su
participación en el llamado escándalo del Libor, en el que los corredores de
los bancos se pusieron de acuerdo para fijar el tipo de interés de los
préstamos interbancarios, que establece la base del coste de la mayoría de los
créditos en todo el mundo. Esta conspiración implica que autoridades locales,
organizaciones benéficas y empresas terminaron pagando más de lo debido por los
préstamos. HSBC fue acusado por el Congreso de los EE.UU. de lavar el dinero de
los carteles de la drogas mexicano y violar las sanciones contra Irán (al igual
que Standard Chartered). Lloyds Bank, junto con todos los otros bancos, ha
tenido que compensar a sus clientes por obligarles a contratar seguros de
accidentes personales por una suma de £ 5.300 millones de libras, dinero que
podría haber sido mejor utilizado para financiar la industria y abaratar los
créditos.
Y el RBS. Este banco
británico acabó de rodillas en el colapso financiero gracias a la gestión
liderada por (Sir) Reg Goodwin, nombrado caballero por sus servicios al sector
(¡!). Goodwin destacó por su matonería, su inclinación al riesgo y sus enormes
bonificaciones. Se fue, pero no sin una pensión escandalosa y muchos apretones
de manos de la junta del RBS, al igual que todos los altos ejecutivos de los
bancos cuando se les ha pedido que “se retiraran” después de un escándalo.
Nadie ha sido acusado o condenado por un tribunal penal por las operaciones de
estos bancos globales después de que estallaran los escándalos y se descubrieran
sus actividades ?(Ver mis notas 1 y 2)
Por el contrario, los
bancos han restado toda importancia a estos escándalos. JP Morgan mantuvo un
equipo de operaciones de alto riesgo en Londres dedicado a la comercialización
masiva de derivados, las mismas "armas financieras de destrucción
masiva" (para usar la terminología del mayor inversor del mundo, Warren
Buffet) que desencadenaron la crisis de 2008. La 'ballena de Londres', como se
le llamaba, hizo perder al banco ¡6 mil millones de dólares! Y hay que recordar
que eso ocurrió en 2012, no 2008. El corredor principal, Bruno Iksil, les dijo
a sus jefes ejecutivos que estaba preocupado por el tamaño “espantoso” de las
transacciones que operaba. Pero no le hicieron caso. Y los
supervisores en EE.UU. del banco, la Oficina del Interventor de la Moneda, que
supuestamente vigilaba muy de cerca a los bancos, tampoco hicieron nada. En
marzo de 2012, las pérdidas comerciales iban en aumento y fueron hechas
públicas, pero aún así el jefe ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon, afirmó que
el asunto sólo era "una tormenta en un vaso de agua".
Esta fue la respuesta
típica de los gerentes de los bancos. Bob Diamond -el ex presidente de
Barclays, que acabó finalmente destapando el escándalo del Libor, pero sólo
porque el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King le obligó-, tuvo que
reconocer que "para mí, la evidencia de que existe cultura es cómo se
comporta la gente cuando nadie la está mirando ". Exacto, y es evidente
cual es la cultura bancaria, es decir como se utiliza el dinero de los
clientes, los contribuyentes y los inversiones en bonos y acciones para tratar
de obtener grandes beneficios a través de fondos de riesgo y cobrar así unas
primas grotescas. Y nada ha cambiado realmente. Esta misma semana, el jefe del
departamento de gestión de patrimonios privados de Barclays fue despedido
por "deficiencias culturales" en su departamento. Al parecer, un
informe secreto había comprobado que el banco se dedicaba a buscar
"ingresos a toda costa" y utilizaba "la intimidación y el
chantaje" al personal para conseguirlo. Este informe ha sido hecho
desaparecer por el jefe de la división, que era un aliado cercano de Bob
Diamond.
Y con esto no acaba
todo. Ahora se ha sabido que durante el colapso financiero, cuando Barclays se
vio amenazado con una nacionalización parcial, la junta de Barclays prestó
dinero a Qatar para que invirtiera en acciones del propio banco por valor 12
mil millones de libras. De esta manera, el banco evitó controles del Estado
¡mediante la emisión de más préstamos! Todavía no está claro qué
"comisiones" se les pagaba a los inversores de Qatar. Dexia, el banco
belga, eventualmente forzado a la nacionalización, también intentó el mismo
truco en 2008 y también lo hizo el podrido banco de Islandia, Kaupthing, que
"prestó" dinero a un miembro de la familia real qatarí, que lo
reinvirtió en el banco. Los qataríes cobraban una "comisión" y si las
acciones no valían nada después, a ellos les daba igual. Simplemente aumentaban
las pérdidas del banco y el coste para el contribuyente en caso de rescate.
Y casi me olvido del Monte
dei Paschi di Siena. Se descubrió que este antiguo banco venerable del centro
de Italia utilizaba una doble contabilidad para ocultar el hecho de que su
división de derivados, fuera de control, había perdido más de 700 millones de
euros en diversas operaciones. Este viejísimo banco, con una supuesta tradición
de banca prudente se dedicaba igual que todos los demás a operaciones de alto.
Y de nuevo, los reguladores, en esta ocasión el Banco de Italia, dicen que no
sabían nada de ello hasta que el banco pidió ser rescatado con el dinero de los
contribuyentes para salvarse de la quiebra. El actual presidente del Banco
Central Europeo, Mario Draghi, era el presidente del Banco de Italia en esa
época.
Nadie ha sido acusado
por estas actividades inmorales y probablemente ilegales. En cambio, lo que ha
sucedido es que los trabajadores de los bancos, la mayoría de los cuales no han
tenido la menor participación en estos escándalos y operaciones de alto riesgo,
que solo trabajaban en oficinas de poca monta o en las ventanillas, han sido
despedidos por miles para reducir costes. Y cada mes se recortan más puestos de
trabajo.
El alcance y la
naturaleza de estos continuos escándalos han obligado incluso a los partidarios
del "libre mercado" y de la City de Londres, como el ex ministro de
finanzas thatcherista, Nigel Lawson, ¡a pedir la nacionalización completa del
RBS! El banco es ya propiedad de los contribuyentes en un 82%, pero eso no
significa nada porque los contribuyentes no tienen ni voz ni voto en la gestión
del banco, que primas se pagan y qué hace el banco con los depósitos, préstamos
e inversiones.
Y es así porque el
gobierno no "interfiere" y se mantiene fuera, esperando privatizar el
banco tan pronto como sea posible. No lo ha hecho, hasta el momento, porque las
acciones del RBS siguen siendo estando tan bajas que los contribuyentes
perderían algo así como 30 mil millones de libras en el valor de las acciones
de propiedad pública. Sin embargo, Lawson defiende que el banco, en vez de ser
privatizado, debe ser totalmente nacionalizado y el gobierno intervenir en su
gestión para "convertirlo en un instrumento para aumentar los créditos a
las empresas". Lawson ha llegado a decir que los bancos deben
"predicar con el ejemplo" y comportarse correctamente de ahora en
adelante, pero por detrás del escenario hacen una enorme presión para evitar
cualquier regulación adicional o aumentar las tasas de liquidez y control de
riesgos.
Como hemos visto, este
cabildeo ha funcionado, y el Consejo de Estabilidad Financiera del G-20 ha
cambiado de orientación, se ha relajado y pospuesto una regulación más estricta
(ver mi nota al respecto). Lawson comentó: "Yo no
creo que el gobierno tenga que temer a los bancos en lo más mínimo. De vez en
cuando se oyen amenazas de que se van a ir del Reino Unido, pero son solo
tonterías".
Tras los escándalos se
encuentran las preguntas más importantes de: ¿para qué sirven los bancos? y
¿qué valor añadido o que servicios contribuyen a la sociedad? Los comités de
dirección de los bancos ocultan estos temas tras una nube de complejidades.
Alegan que son instituciones tan complejas que sólo personas muy bien
remuneradas e inteligentes pueden dirigirlos. Pero al parecer, no lo han hecho
tan bien. Las cuentas de los bancos más importantes son, en palabras de uno de
los analistas financieros más importantes de todo el mundo, Meredith Whitney,
"increíblemente difíciles de leer". Y sin embargo, como Whitney dice,
en realidad no es tan difícil, "después de todo, los bancos ganan dinero mediante
la venta de productos y del margen que obtienen de esos productos, lo mismo que
cualquier otro negocio". Pero también sabemos que estos excesivamente
retribuidos ejecutivos bancarios no tienen ni idea de hasta que punto están
jugando con fuego cuando utilizan los activos de sus bancos para operar y
comprar productos de alto riesgo. Los reguladores financieros tratan de
encontrar la manera de medir el riesgo que supone acumular activos como
créditos, hipotecas, bonos y derivados de los mismos. Pero un nuevo informe de
los reguladores bancarios del mundo ha concluido que no solo la información no
es suficiente para juzgar si un banco ha acumulado demasiado "riesgo"
o no (ver aqui), sino que cree que las estimaciones
de riesgo de los bancos podrían ser en realidad ¡cinco veces superiores a las
confesadas! Que Dios nos ayude.
Recientemente ha tenido
lugar un debate entre los economistas ortodoxos sobre si el sector financiero
añade algún valor a la economía. En los EE.UU., el sector financiero
'contribuye' el 8% de todos los ingresos de la economía. En un nuevo estudio,
dos académicos trazan el crecimiento del sector financiero, que, sorpresa,
sorpresa, no es el resultado de conceder más préstamos a la industria o los
hogares, sino en la creación de activos respaldados en hipotecas y otros
instrumentos financieros exóticos para venderse basura tóxica entre sí (The Growth of Modern Finance). Lo que el
estudio demuestra es que gran parte de las operaciones de banca no ha sido para
ayudar a la industria y los hogares, sino para participar en 'tradings',
que básicamente significa, en palabras de Michael Lewis, autor del libro Poker
de mentirosos, "dejar sin blanca a los necios".
Los mercados
financieros son ineficientes en la asignación del crédito
y el ahorro y el sector financiero es inherentemente inestable y propenso a las
crisis (Minsky, Shiller, etc). Por encima de todo, lejos de añadir
"valor" a la economía, el sector reduce los recursos disponibles para
la inversión productiva (en el sentido capitalista) y en su lugar canaliza el
sobreproducto hacia capital ficticio que solo sirve para "destruir valor”.
El economista
neoclásico John Cochrane ha medio defendido que no hay nada de qué preocuparse
porque al final este tipo de inversiones son eliminadas por las fuerzas
racionales del mercado (tamaño del sector financiero). El problema es
que, incluso si el mercado puede asignar recursos de manera “eficiente” como
afirma la escuela neo-clásica, la experiencia del ascenso del sector financiero
en los últimos 30 años es que puede llevar un tiempo tremendamente largo
hacerlo. Y entonces sólo “racionaliza” estas inversiones ficticias "fuera
del mercado", mediante el colapso financiero y la destrucción “colateral”
de capital productivo y empleo.
Lo que demuestran los
continuos escándalos de la banca es que el sistema bancario global no ha
cambiado realmente ni su cultura ni su razón de ser y que tampoco puede
hacerlo. Que tiene que orientar la mayor parte de sus actividades hacia la
maximización de beneficios y eso significa hacia áreas que tienen mayor riesgo
y no hacia préstamos con “márgenes bajos” a la industria y los hogares. Y los
llamados reguladores no pueden cambiarlo. Han sido presionados y acosados por
los bancos para que no "limiten" sus actividades
"demasiado" o para que les obliguen a apartar demasiado dinero o
capital para cubrir posibles pérdidas, porque esto no es rentable. Y las
comisiones creadas para recomendar una drástica reestructuración del sector
bancario (Vickers en el Reino Unido, Volcker en los EE.UU.), obligándoles desde
arriba a dividirse para que no sean "demasiado grandes para
quebrar", o forzando a los bancos a elegir entre ser una banca minorista o
de inversión, han sido menospreciadas o ignoradas. La solución de Nigel Lawson
sigue siendo la única forma práctica y eficaz de transformar el sistema
bancario en un servicio a la sociedad no monstruo destructor de valor.
Consúltese el folleto del sindicato de bomberos del Reino Unido y
sus argumentos a favor de la propiedad pública de los bancos.
Anexo:
He aquí una gran cita
del economista novecentista Frederic Bastiat, cortesía del análisis devastador de Bill Black sobre
la corrupción de los banqueros durante la crisis: "Cuando el saqueo se
convierte en una forma de vida para un grupo de hombres que viven juntos en
sociedad, acaban creando para sí mismos en el transcurso del tiempo un sistema
legal que lo autoriza y un código moral que lo glorifica".
Y los Países Bajos acaban de nacionalizar SNS Reaal NV, el cuarto mayor banco en
importancia sistémica de los Países Bajos, con un coste para los contribuyentes
holandeses de 3.700 millones de euros, después de las pérdidas por
sus propiedades de bienes raíces, sobre todo de activos españoles. El Estado
inyectará 2.200 millones de euros en nuevo capital, perdonándole 800
millones de euros que el banco aún adeuda tras su rescate durante la crisis financiera . También cancelará 700
millones en el valor de los activos inmobiliarios del banco. Además, el
gobierno va a imponer un impuesto extraordinario de 1.000 millones a los bancos
holandeses en 2014, como una contribución para el restablecimiento de la salud
del sector financiero. Sin embargo, los tenedores de bonos estarán protegidos.
Hola Michael, ojalá puedas abundar un poco sobre el capitak ficticio y la necesidad de "cancelar valor" por la vía de ajuste contable. Felicidades, me resulta esclarecedora tu nota. CB
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