Un crudo despertar: El Crash del petróleo

Bryan Serrano /23/05/2012

“El petróleo es el excremento del diablo”, “el petróleo es la sangre de los dinosaurios”, “el petróleo es la corriente sanguínea de la economía global”. Estas son algunas frases que dan inicio al film dirigido por Basil Gelpke y Ray McCormack denominado A Crude Awakening: The Oil Crash (Un crudo despertar: El crash del petróleo) estrenado en 2006 pero con una extraordinaria vigencia. En él se ilustra la importancia gravitante de este recurso energético para modelar la moderna sociedad contemporánea. Entre otras cuestiones se plantean algunas de las más inquietantes preguntas respecto al presente y futuro de la civilización.
¿Qué sucederá en el mundo cuando se agoten las reservas de petróleo? ¿Cuál será el futuro del ser humano en una sociedad post-petróleo? ¿Habrá un mañana promisorio o sombrío?, ¿Hasta cuando podrá sostenerse la economía mundial en dónde la era del petróleo barato parece haber tocado a su fin?

Lo recursos energéticos han sido la piedra angular sobre la cuál se ha erigido el mundo tal como lo vemos. Y hoy nos encontramos en una etapa decisiva en la cual la escasez de estos recursos parece forzar a la humanidad hacia una transición estructural en el patrón de abastecimiento energético. Los recursos estratégicos y vitales como el petróleo y el gas siguen una curva de declive en sus niveles de extracción y producción, y sus precios continúan una escalada de máximos históricos provocando una crisis de proporciones épicas que a su vez ocasiona bancarrotas, desempleo, hambrunas y guerras. Nos estamos trasladando de una era de recursos abundantes y baratos, a una era de petróleo caro y escaso. La tasa de extracción de petróleo debería de haber llegado a su nivel máximo a finales de la década pasada y comienzos de la presente a partir del cuál su disminución será dramática. A partir de ello durante el siglo XX y XXI está surgiendo una nueva configuración mundial. 

La gráfica de abajo muestra el precio promedio anual del petróleo Brent, Dubai y WTI  en dólares por barril en el intervalo de 1980 hasta el 2012. Desde 1980, la tendencia en términos generales mostró una larga meseta de producción hasta el año 2000. A partir de allí el precio del crudo sufre una serie de saltos y caídas abruptas, con los precios rompiendo récords. Hasta mediados del 2006 aumenta hasta los 70 dólares el barril y luego cae a los 55 aproximadamente. Con el estallido de la crisis sub-prime sufre la mayor subida de la historia en julio de 2008 bordeando los 140 dólares, cayendo luego en un abismo hasta los 30 dólares aproximadamente. Después vuelve a subir hasta mantenerse en un precio oscilante a los 100 dólares.

La frase de que el petróleo mueve a la economía mundial no es una frase vacía sino todo lo contrario cae por su propio peso a través de las cifras. El desarrollo industrial, el crecimiento poblacional, el progreso en la construcción, etc. fueron impulsados bajo una economía sustentada en los recursos derivados del crudo. El 70% de un barril se convierte en refino para el transporte y el 98% de toda la energía para el transporte en aviones, automóviles, ferrocarriles y barcos proviene del petróleo. La construcción de un coche promedio consume la energía equivalente entre 27 a 54 barriles de petróleo. Un barril refinado de 42 galones de gasolina cuesta más de 100 dólares y producirá mucho mas trabajo que 12 obreros trabajando todo el año. Un hombre necesitaría trabajar 25000 horas para igualar la energía contenida por un barril. No obstante, el petróleo no es un capital renovable sino que requiere de capital intensivo en extremo, y probablemente sea el recurso natural más inviable que el hombre haya descubierto. En la segunda mitad del siglo XX, El petróleo impulsó la denominada Revolución Verde a través de la fertilización de la tierra con grandes cantidades de petroquímicos que dispararon la producción de alimentos. En los países industrializados, esto ocasionó en los últimos 50 años un cambio mucho mayor que en los últimos 1000 para la agricultura. Y en la economía doméstica todos los días utilizamos productos derivados del petróleo.

El declive mundial

Estados Unidos fue el mayor productor mundial de petróleo durante casi un siglo y nadie pensaba que su producción industrial tocaría el Cenit. Pero en los años 70 las investigaciones del profesor M.K. Hubbert acerca del pico de producción de EEUU echaron por tierra todas las ilusiones de superabundancia del oro negro en los campos petrolíferos norteamericanos. Hubbert pronosticó en 1956 que a comienzos de los 70 con una producción máxima de 10 millones de barriles diarios (mbd), Estados Unidos llegaría al punto "peak" de producción inaugurando con ello un período de largo declive. Esta hipótesis revolucionaria para su tiempo fue prácticamente desoída y Hubbert sufrió la burla, el desprecio y la indiferencia. Pero, efectivamente, en diciembre de 1970 la producción alcanzó su punto peak y sólo 10 años después se trabajaba sobre 4,5 veces menos la cantidad de pozos, y la producción de crudo en aguas de poca profundidad decaía de 10,2 a 6,9 mbd. El resto es historia. Estados Unidos se convirtió en el mayor importador de petróleo y ese fue el punto de inflexión para que la era del petróleo barato tocara a su fin. A partir de allí los precios comenzaron a mostrar una tendencia al alza; un indicio de lo que vendría después con los precios rompiendo records en las bolsa internacionales y que increíblemente precedieron el estallido de la crisis financiera.

Este mismo patrón se trasladó hacia el resto de países productores de petróleo en donde las graficas de descubrimiento de yacimientos y de producción respectivamente seguían curvas similares en forma de “campanas”. Uno de los casos más emblemático en la reproducción del pico de Hubbert fuera de EEUU, son los niveles de producción proyectados para oriente medio en la zona del golfo pérsico de las cuáles provienen las 2/3 partes de las reservas del mundo. La mayoría de países de la OPEP han declinado su producción pese a que en 2030 las previsiones de producción de la OPEP necesarias para abastecer la demanda mundial deberían ser de 50 mbd. En esta situación solo Arabia Saudita con sus reservas anunciadas oficialmente estaría en condiciones de suplir la demanda agregando 20 o 25 mbd, aunque actualmente su producción sea de 15 mbd, y en los últimos 40 años apenas ha realizado un descubrimiento de yacimiento petrolífero significativo. Como dijo Matt Simsons, inversor energético y autor de Crepúsculo en el desierto: El choque viene del petróleo saudí y la economía mundial: “En la escalada de precios hay dos pendientes para amortiguar la caída. Una puede ser una caída suave; la otra una caída abrupta y descontrolada. Y la caída abrupta es la que se refleja en el alza incontenible del precio del petróleo, lo que está causando un daño de proporciones aún desconocidas para la mayoría de la población.

Esta gráfica muestra las curvas de la declinación de la producción de petróleo según la teoría del pico de Hubbert para las principales regiones petrolíferas del mundo hasta el 2050. La capa rosada que representa la producción de la zona de Medio Oriente donde habría llegado a su punto “peak” a fines de la década pasada y comienzos de la ptresente.

La manipulación en los datos reales de las reservas petrolíferas ha sido el tradicional modus operandi de la OPEP para mantener constantes sus volúmenes de producción. El caso más emblemático es el de Arabia Saudita, quien según un cable de Wikileaks exageró sus reservas petroleras en un 40% (más de 300 000 mbd). Esta revelación se produjo en momentos en que el precio del crudo había superado los 100 dólares el barril debido al efecto combinado del aumento de la demanda global y las tensiones en Medio Oriente. Según Sadaal-Husseini, geólogo y ex jefe de exploraciones del monopolio saudí Aramco, la empresa no alcanzará la capacidad de 12,5 mbd necesaria para evitar que se disparasen los precios. Husseini explicó que Arabia Saudita podría llegar a los 12 mbd al cabo de diez años, pero antes, tal vez en 2012, la producción mundial de petróleo habría alcanzado su punto más alto. El monopolio saudí no estaría ya en condiciones de frenar el aumento de los precios mundiales del crudo porque el sector energético habría exagerado la magnitud de sus reservas para atraer las inversiones extranjeras. 

Como manifiesta Robert Ebel Former, un ex oficial de la  CIA y el gobierno de EEUU: “Los países de la OPEP producen una cierta cantidad, y en el mismo período, afirman poseer la misma cantidad de reservas a tal punto que en uno, cinco o diez años sus reservas nunca disminuyen, sino que, milagrosamente se mantienen constantes”. Aquí reside el secreto del cártel de la OPEP; el “plan” que usan para manipular los precios mundiales, atraer inversionistas, incrementar sus ganancias y boicotear la producción de crudo. 

Por ello el mundo se embarca hacia un boom de perforaciones petrolíferas de grandes proporciones. Mientras más rápido se extraiga crudo y con mayor tecnología, más rápido se agotará. Y cada vez aumentan los costos de extracción de crudo, ya que el proceso de extracción se realiza en terrenos y áreas mucho más hostiles, como por ejemplo el de las arenas asfálticas. Ello es consecuencia de que en el último medio siglo el mundo casi no ha conocido descubrimientos de yacimientos petrolíferos significativos. Un cálculo empírico indica que un incremento del 10% en el precio del crudo, eliminaría 0,2% del crecimiento global. Y por cada centavo de aumento en el precio del petróleo la economía mundial sufre un retroceso de 100 millones de dólares. En este contexto la hipótesis de que la crisis financiera fue en realidad precedida por una crisis más profunda, la crisis de los recursos energéticos está cobrando cada vez más fuerza. Ante esto, el economista James Hamilton anunció en 2009 que el incremento en el precio del petróleo contrajo la demanda y el consumo de otros bienes lo cuál provocó la disminución del ingreso disponible. Esto llevó a un impago masivo en los créditos hipotecarios haciendo estallar la burbuja financiera. Por ello, más que en los altos precios, el verdadero enfoque sobre la crisis petrolera se encuentra en la brusca contracción de la economía, en el punto en el cuál la demanda se va destruyendo mientras los precios van aumentando, al toparse con el cenit de producción.

El sistema financiero esta compuesto en gran parte por petrodólares, y si se quitaran, probablemente las bolsas colapsarían. En la década de 1970 un acuerdo del gobierno de EEUU estableció al dólar estadounidense como moneda única para el comercio de crudo. Así, el dólar estadounidense se convirtió gradualmente en la moneda de reserva del comercio mundial para la mayor parte de bienes y servicios. Este monopolio impulsó la demanda masiva de dólares estadounidenses disparando su valor. El petrodólar se convirtió en la piedra angular de la economíanorteamericana. De allí se entiende en gran parte el porqué la oligarquía financiera-corporativa de norteamérica y europea han protagonizado en los últimos años guerras de agresión principalmente en oriente medio. Como consecuencia directa de la guerra en Iraq, una guerra pura y exclusiva por el petróleo, los principales conglomerados energéticos occidentales intensificaron y proyectaron su control sobre los mayores campos petrolíferos del mundo. “El petróleo es el dios de la guerra”, pareció ser la consigna del imperialismo en su cruzada por someter a los pueblos extranjeros y en su empresa de modelar la sociedad capitalista a su imagen y semejanza a costa de derramamiento de sangre y vidas humanas.

¿Despertará el mundo a la cruda realidad del fin de la era petróleo? ¿Lograremos afrontar un proceso de transición hacia otras fuentes de energía menos inviables? ¿Colapsará la economía imponiéndose sobre ésta la sed de poder y ganancias de un puñado de empresas monopolistas sobre los intereses de la mayoría de la humanidad? Este film-documental de 120 minutos es un aporte enl a labor de concientizar a la gente sobre la posibilidad de enfrentar cualquier sombrío porvenir.


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