Inflación y crecimiento del
PNB de Gran bretaña en los años 80 hasta 1992 (fuente: economics.help.org).
Marc Garrigasait /Miércoles 23 de mayo del 2012
La historia nos enseña muchas
veces a entender el mundo y intentar predecirlo. Las devaluaciones de varias
divisas europeas por no poder mantener el ritmo económico alemán en los 90
podrían ser premonitorias en la complicada situación actual de la Zona Euro.
En la década de los años 70 y
principios de los 80, la crisis del petróleo desbocó los precios en los
principales países del mundo occidental. Las tasas de inflación alcanzaron
tasas por encima del 10%.
En Estados Unidos en 1981 superaron el 14%. En Japón en 1974, la inflación alcanzó en 25%. En Francia escaló hasta el 15% en 1974 y 13%-14% en el año 1981. En este entorno de altas tasas de inflación, los países europeos acordaron la creación de una zona monetaria estable. Para ello en marzo de 1979 se acordó constituir el Sistema Monetario Europeo (SME o ERM en inglés). El objetivo era reducir la alta volatilidad de los tipos de cambio de las divisas europeas entre si y crear, por tanto, una zona de estabilidad monetaria que ayudase a aumentar la integración económica europea, promoviendo un incremento de las transacciones comerciales. Este modelo fue el paso previo a la creación del Euro en 1999. El SME paso diversas crisis pero en conjunto pienso fue un acierto y la prueba es que se pudo crear el Euro en 1999, debido a una mayor convergencia en las economías europeas.
En Estados Unidos en 1981 superaron el 14%. En Japón en 1974, la inflación alcanzó en 25%. En Francia escaló hasta el 15% en 1974 y 13%-14% en el año 1981. En este entorno de altas tasas de inflación, los países europeos acordaron la creación de una zona monetaria estable. Para ello en marzo de 1979 se acordó constituir el Sistema Monetario Europeo (SME o ERM en inglés). El objetivo era reducir la alta volatilidad de los tipos de cambio de las divisas europeas entre si y crear, por tanto, una zona de estabilidad monetaria que ayudase a aumentar la integración económica europea, promoviendo un incremento de las transacciones comerciales. Este modelo fue el paso previo a la creación del Euro en 1999. El SME paso diversas crisis pero en conjunto pienso fue un acierto y la prueba es que se pudo crear el Euro en 1999, debido a una mayor convergencia en las economías europeas.
El modelo monetario del SME
era fijar unos tipos de cambio fijos entre países. Se fijó un margen de
variación de las divisas,unas bandas de fluctuación por arriba y por abajo.
Cada país debía defender estos tipos máximo y mínimos si su divisas las
alcanzaba. Por ejemplo si la Peseta, la Lira italiana y la Libra Esterlina se
depreciaban alcanzando el limite inferior, sus bancos centrales debían
intervenir en el mercado comprando pesetas, liras y libras vendiendo marcos
alemanes, la moneda mas fuerte de la época.
Esta estructura monetaria era
muy estable y por tanto muy bueno para la economía de sus países, excepto si
algún país sufría fuertes desequilibrios respecto a los países con menores
desequilibrios, normalmente Alemania.
Cuando se creo el SME en 1979,
Gran Bretaña declinó entrar, lo que creó un debate político en el país. Pero
cuando Nigel Lawson entró en el gobierno como ministro de economía, los
ingleses cambiaron de opinión. Lawson era un admirador de la estabilidad
monetaria alemana gracias la dura política económica aplicada por el
Bundesbank. En octubre de 1990, Gran Bretaña entró con su moneda, la
Libra esterlina en el SME con un tipo de cambio fijo de 2,95 versus el marco
alemán. Si en los mercados de divisas alcanzaba una cotización de 2,778, el
Banco de Inglaterra debía intervenir.
La inflación en Gran
Bretaña estaba desbocada y en 1989 y 1990 alcanzó una tasa de 7,8% y del 9,5% respectivamente.
Esta fue la motivación inglesa para entrar en el SME. Querían igualarse a una
inflación alemana, tres veces inferior.
La reunificación de Alemania
del Este obligó al Bundesbank a subir aun mas sus tipos de interés para evitar
un recalentamiento de sus economía. Recordad que el tipo de cambio fijado entre
el marco alemán con la divisa de Alemania del este fue muy generoso con lus
nuevos alemanes, lo que podía incrementar el consumo de estos al aumentar su
riqueza.
Con una economía como la
alemana tan sólida y estable, ofrecer al mercado unos altos tipos de interés,
no podía sino atraer a inversores de todo el mundo, incrementando la demanda de
marcos alemanes y apreciando su cotización. El marco alemán se situaba en el
límite por arriba del SME y los países que no seguían su estela por problemas
internos de competitividad caían al punto limite de la banda inferior.
Los bancos centrales de Gran
Bretaña, España e Italia defendían como podían un tipo de cambio inaguantable.
Quedaba claro que solo había una solución lógica y era reconocer que no era
posible mantener unos tipos de cambios europeos artificiales. Algunos
inversores con mucha visión vieron que aunque la libra, la lira o la peseta
estuviesen en el rango mínimo inferior, la realidad acabaría haciendo que
tuviesen que devaluar. George Soros y Stanley Druckenmiller, uno de sus cerebros
en el Hedge Fund Quantum, decidieron empezar a comprar marcos alemanes y vender
libras en el punto límite. En teoría no habia recorrido posible ya que la libra
no podía caer ni el marco apreciarse.
Los políticos europeos, pero
especialmente los ingleses defendieron agresivamente en publico que no cejarían
en su empeño de mantener sus divisas dentro del SME. No solo eso, el banco
central de Inglaterra subió repetidamente los tipos de interés muy por encima
de los tipos alemanes para atraer capital y revaluar su maltrecha divisa.
Primero al 10%, luego al 12% y finalmente hasta un 15%. Soros fue incrementando
su posición compradora de marcos y vendedora de libras sin vacilar.
En septiembre de 1992 las
posiciones vendedoras del hedge Fund de Soros eran de 10.000 mill. de libras.
El Banco Central de Inglaterra declaró que quería pedir un préstamo de 15.000
mill de libras. Soros declaró posteriormente que casualmente esta era la cifra
que querían alcanzar en esta posición que veían muy clara.
Finalmente esta lucha titánica
entre un potente y visionario inversor y uno de los bancos centrales mas
poderosos del mundo, acabó el miércoles 16 de septiembre de 1992, el llamado
“miércoles negro”. El gobierno de John Major tuvo que rendirse. Su
ministro de economía Norman Lamont declaró
públicamente que tiraba la toalla y pedía a Bruselas una reunión
urgente. No os perdáis el video
del anuncio en el que se incluye una agresiva declaración de John
Major unos días antes. Gran Bretaña suspendía su pertenencia al SME y su
obligación de gastar mas dinero defendiendo su divisa.
España e Italia siguieron el
mismo camino y devaluaron sus
artificialmente altas divisas. La diferencia fue que España se mantuvo
dentro del SME y solo le dejaron devaluar un 5% en septiembre de 1992
para no perjudicar a Grecia. El mercado obligó a dos devaluaciones mas en
apenas seis meses ya que el tipo de cambio aun no era creíble.
La libra esterlina cayó en
el mercado un 15%. Gran Bretaña pudo bajar los tipos de interés que
ahogaban a los ingleses. George Soros y Druckenmiller ganaron 1.100
mill. de libras para sus inversores. Desde aquel día George Soros es
conocido como “the man who broke the Bank of England”.
Siguiendo con la estrategia
del fondo de Soros, antes de la rotura del SME, Druckenmiller compró bonos
alemanes a largo plazo. Su cálculo fue que si se devaluaba la libra y por tanto
se revalorizaba el marco alemán, era mucho mejor tener acciones inglesas ya que
las alemanas sufrirían por la fuerte apreciación del marco alemán y habría
mayor crecimiento económico en Gran Bretaña que en Alemania. Esta segunda
estrategia, derivada de la primera fue mucho menos conocida, pero generó
beneficios adicionales al fondo de Soros y Druckenmiller.
En 1997 el Tesoro inglés
estimó que las perdidas del “miércoles negro” fueron de 3.400 mill. libras.
Gran Bretaña tenia unas reservas de divisas entonces de 24.000 mill libras que
dedicaba a defender su divisa. Se estima que si el Banco de Inglaterra no
hubiese tenido que defender su divisa, con estas reservas de divisas y la
depreciación de la libra habría ganado unos 2.400 mill. libras. Aunque lo
realmente relevante fue la riqueza creada en Gran Bretaña por la subida de su PNB
en los siguientes años, mucho mayor que esta cifra anecdótica para el tesoro
inglés.
A pesar de esta pérdida del
tesoro británico, que una tercera parte fue a manos de los inversores del
Quantum Fund, la economía británica se benefició de los tipos bajos y de una
divisas depreciada y dos años mas tarde crecía
a ritmos del 4%.
Este episodio seguro que
influyó enormemente para que Gran Bretaña no entrase en un sistema con tipos de
cambio fijos como fue la creación del Euro en 1999.
Gráfico a largo plazo de la
Libra esterlina en relación a un conjunto de divisas (1990-2010), fuente: Banco
Inglaterra.
La libra esterlina se movió en
un rango lateral bajista hasta 1996 en relación al resto de divisas. A partir
de 1997, la divisa británica se apreció bruscamente, y de 1998 a 2008 se
mantuvo estable, favoreciendo el crecimiento económico británico.
Además nos enseña, que cuando
algo económicamente es desequilibrado e insostenible, aunque una ley, una norma
o decreto o un banco central lo defienda, los acontecimientos, la realidad
acaba imponiéndose.
La historia nunca es igual
pero la situación actual del Euro tiene sin duda muchos paralelismos.
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