Marco Antonio Moreno /8 de agosto de 2012
La oficina de estadísticas
italiana ISTAT dio a conocer ayer los datos de la producción industrial para
el mes de junio de 2012 y los datos de crecimiento al
segundo trimestre de este año. Ambas cifras dan cuenta de la debilidad
de la economía italiana que ha cumplido un año en recesióncomo muestra la
gráfica, con cuatro trimestres de crecimiento negativo. De acuerdo a las
cifras, en junio de 2012 la producción industrial (minería, servicios públicos
y manufactura) se redujo un -8,2% respecto al año anterior. Asimismo, el
Producto Interno Bruto se contrajo -0,7% en el segundo trimestre de 2012,
deslizándose -1,4% en el primer trimestre y -2,5% con respecto al año anterior.
Estos datos confirman que
Italia es una de las economías más débiles de la zonaeuro lo que pone en duda
su capacidad de reducir su deuda pública que actualmente se ubica en el 123%
del PIB. La recesión debilita los ingresos fiscales y aumenta el desempleo
provocando la caída en el consumo en el imparable círculo vicioso que lleva a
la espiral
de la muerte. Todo indica que este año la economía italiana se contraerá
sobre el -2,4%, lo que es el doble de la proyección oficial del gobierno de
Mario Monti que fijó el descenso sólo en -1,2%.
Esto demuestra que muy lejos
de generar alivio, los planes de austeridad aplicados en la eurozona
están arrastrando a toda Europa por el despeñadero y así dan cuenta
las cifras de la produccion industrial de los índices
Markit dadas a conocer esta semana, que dan cuenta del descenso que vive y
sufre toda Europa:
El gobierno del tecnócrata
Mario Monti ha aplicado planes de austeridad por 20.000 millones de euros, lo
que ha limitado el gasto del consumidor y está hundiendo a la industria
italiana. Los planes de austeridad no sólo afectan al consumo sino que también
frenan los proyectos de inversión y la economía se paraliza. Y como los
recortes y planes de austeridad han sido la tónica en toda Europa, la caída en
el consumo ha sido generalizada arrastrando
también a las empresas alemanas como muestra la gráfica de Markit.
Italia se encamina a una
recesión profunda y prolongada que comienza a generar nerviosismo más allá de
sus fronteras por el peligro de contagio que representa para España. Ambos países
son demasiado grandes para caer, pero también demasiado
grandes para ser rescatados y un estallido simultáneo puede acelerar
la crisis del euro, que se ha convertido en la gran encrucijada europea.
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